El primer disco de In Flames cumple ya 25 años y en el transcurso de este tiempo muchas cosas han cambiado en el seno de la banda. De esta primera formación no queda nadie y según cuenta la leyenda estas canciones las escribieron en muy poco tiempo ya que se les ofreció un contrato discográfico y ellos afirmaron tener material suficiente para un disco pero no era cierto. Si esto es cierto de algún modo, la verdad es que el hacer las canciones deprisa y corriendo les quedó un disco muy directo, fresco y visceral que me sigue fascinando.
En este primer disco no tenían todavía cantante y solicitaron ayuda a un amigo llamado Michael Stanne conocido hoy día por ser el cantante de Dark Tranquillity. Y curioso es que el primer cantante de Dark Tranquillity es el actual cantante de In Flames, vamos, que todo quedó en familia. Un disco que creó un estilo, un subgénero que aunaba las melodías del heavy metal con partes bastante folk con voces agresivas y profundas.
El disco arranca con una obra maestra como es «Behind Space» que regrabaron y recuperaron para su gran disco Colony (1999) ofreciendo una versión muy mejorada tanto en producción como en ejecución. Una canción soberbia con un final bastante folk que me sigue cautivando. Es una lástima que hayan olvidado todo este material para sus directos, siempre habría alguien que lo sabría valorar como es debido.
Genial también es la canción que da título al disco con unos ritmos solemnes y unas guitarras potentes a la par que melódicas. Una característica de esta gente es que con tan solo un segundo podías saber que eran ellos cosa que sigue pasando pero no para bien (ndr. con todos mis respetos). Unos cambios muy dinámicos y la inclusión de voces algo raras. Sobre todo en los solos es donde destacan con un sonido muy bien conseguido que te transporta a esos añorados tiempos pasados.
Unos exquisitos violines nos dan la bienvenida a «Starforsaken» donde veloces riffs y una batería contundente nos invitan a adentrarnos en su particular mundo.
Una cosa que era habitual en esos años era la inclusión de canciones instrumentales y en este disco hay hasta dos. La primera pieza es «Dreamscape» que sigue más o menos por los mismos derroteros que las anteriores con unos riffs muy marcados y una estructura básica pero muy efectiva. Continúan con un par de canciones que conforman una misma llamada «Everlost» parte 1 y parte 2 siendo la primera bastante lenta en su inicio rozando el doom arrastrando las guitarras con unas desgarradoras voces. Haciendo la escucha pertinente para esta revisión me doy cuenta del peso que tenia Jesper en el grupo ya que tras su marcha nada volvió a ser igual. La segunda parte es mucho más clásica con unas guitarras acústicas y una voz femenina deliciosa. Un gran acierto.
La siguiente y de nombre bastante impronunciable es la otra instrumental del disco y aquí si que cogieron todo el arsenal folk que tenían al alcance. Supongo que la compusieron en plan relleno por lo contado antes que aunque no desentona mucho si que la veo un poco forzada. Más tradicional no puede ser.
Por suerte llega la canción «In Flames» que anima un poco la cosa con unos cambios muy dinámicos pasando de bailar a un solo heavy a un trozo marca de la casa. Además, podemos detectar varios sonidos que se les escaparon en la grabación, pero estos detalles dotan al producto de mucho más valor. Melodías se van sucediendo en una canción muy divertida.
Y ya vamos llegando al final con un par de canciones más. «Upon an Oaken Throne» es muy heavy en su planteamiento con unos solos poco equilibrados viendo las carencias que tenían con sus instrumentos, pero vamos, sin ser un desastre pero esas prisas se notan. Muy loable con esa juventud haber parido un disco así. Y cerrando el disco encontramos «Clad in Shadows» que es simplemente perfecta.
Un genial disco debut de un grupo que en poco tiempo se fue transformando hasta llegar a hoy día. Prefiero no pronunciarme ni opinar sobre lo que me parecen así que nos quedaremos con estas épocas pasadas en la que sin pretensión crearon escuela.