Refrescante disco por parte de Nathan James y el resto de chicos de Inglorious en el que juegan a tributar a las grandes vocalistas y bandas femeninas de ayer y hoy. Cuando posees un vocalista de la talla de James puedes hacer lo que quieras, y claro, este experimento les sale perfecto. Pop, rock y clásicos es un variado menú que sorprende especialmente por haber incluido a nuevos valores como Halestrom, pasar por divas como Whitney Houston y luego a material popero como son Avril Lavigne o Miley Cyrus. Y de verdad que es muy disfrutable. Me ha encantado especialmente el título del disco “Heroine” y ese doble busto de Atenea como portada.
Siempre me quejo de que a Inglorious les faltan himnos y les falla la composición, que el resto lo tienen todo y van sobrados. Aquí hay auténticos himnos por lo que queda suplido ese déficit ya desde el “Queen of the Night” de Whitney Houston. Sobresale imponente Nathan que luego se mete en terrenos exigentes como son los de las hermanas Wilson. Despacha con clase y altos agudos el “Barracuda”. El grupo metaliza los clásicos y le imprime fuerza y algo de velocidad en según que cortes.
El material popero de Miley Cyrus les funciona perfectamente. Muy probablemente esta sea la primera vez que escucho una canción de esta señora, y la verdad es que es pegadiza y entonada. Sencilla de estructura y con las guitarras de De la Cruz y Stevens dando algún detallito de calidad (muy bien los solos en general). Una de las que más les lucen es la tremenda “Nutbush City Limits”, una de esas piezas históricas de Tina Turner, aderezada con esos teclados que le dan los arreglos que merece tamaña pieza.
Sorprende lo bien que le queda al grupo esa histórica pieza de metal gótico como es “Bring Me to Life” de Evanescence, que tanto lo rompió en su día. Impecable Nathan, como siempre, y de verdad que han conseguido una versión muy lograda, y bien llevada a su terreno. Edulcorada y felizona ha quedado la pieza de Avril Lavigne “I’m with You”, uno de esos éxitos sonados que encumbraron a la artista hasta lo más alto.
Uno de los grandes atrevimientos es acercarse a Halestorm pues pone el foco sobre Lzzy Hale, una diva en ciernes, y una de las más grandes vocalistas que existen en la actualidad. Tremendo single es “I Am the Fire”, y perfectamente defendida por el grupo, que tira de mucha intensidad y fuerza. Otra grata sorpresa es el “Time After Time” de Cindy Lauper en la que el grupo vuelve a estar a un gran nivel a pesar de ceñirse mucho a la original.
La clase de Alanis Morissette está en “Uninvited”, otra de las mas exigentes en lo vocal, y Nathan capea el temporal con clase, galones y notas altísimas. Y no podían terminar sin contar con una de las más grandes damas de la historia del rock: Joan Jett. El grupo disfruta con ese “I Hate Myself for Loving You”, juguetón y con ese deje de la era glam.
No es un disco que pasará a la historia del grupo, pero está claro que la pandemia ha dado tiempo para jugar y probar cosas, y el hecho de marcarte un disco con versiones de vocalistas femeninas, y todas ellas reconocidas por tener unas dotes vocales superiores, ha sido un acierto total. Un poco hace lucir las cuerdas vocales de Nathan James, que es uno de los cantantes definitivos del momento. El problema del grupo es que, una vez ya tienen una formación estable, es que van necesitados de canciones memorables o de singles de éxito. ¿Alguien tiene en mente alguna canción imprescindible de Inglorious? Falta eso, pues son muy buenos y tienen un vocalista antológico.