Existen ciertas reticencias con la etapa pre Bruce en Iron Maiden. Algunas, no muchas, pero las hay. Y me sorprende sobremanera que una etapa tan importante como fue la era Paul Di’Anno a veces quede olvidada a favor de los primeros discos con Dickinson.
El segundo disco de la Doncella se tituló Killers (1981) y, sin desvariar, es uno de los discos más divertidos y cañeros de la banda. Empezando por la icónica portada de un Eddie en plan killer. Después de las controvertidas imágenes de una asesinada Margaret Thatcher en el sencillo previo Purgatory (1980), Iron Maiden tira de historia para recordarnos el asesinato de Julio César en “The Ides of March”, acercarnos a Edgar Allan Poe con los “Murders in the Rue Morgue” o temer nuestra propia sombra en “Killers”.
Iron Maiden seguía con su crecimiento propio y de rebote hacía crecer la oleada de heavy metal británico. El barco cada vez era más grande y, pese a ser solamente su segundo disco, los objetivos eran grandes, muy grandes. Killers siguió la estela de Iron Maiden. Esto no era malo, pero parece ser que la gente quería algo más, algo diferente.
Killers es uno de los mejores álbumes “de seguimiento” de todos los tiempos. Entendemos por álbum de seguimiento el disco que sigue a un debut. Este disco realmente le dio al heavy metal otro empujón. Maiden tomó las melodías y las asperezas de su debut y agregó guitarras más pesadas, letras más oscuras, más melodías, más diversidad y estructuras de canciones más fuertes. Así regalaron al mundo Killers.
La gente tiende a olvidar Killers y es realmente en este disco en donde realmente se forjó la verdadera identidad de Iron Maiden. Y esta identidad tenía dos caras que se quitan la careta en este disco: Steve Harris y Adrian Smith.
¡Hola, Adrian!
Si bien es cierto que Steve Harris es el hombre tras la bestia, puedo afirmar que Adrian Smith es la propia bestia. En Killers, los dos protagonistas principales son el bajista y el nuevo guitarrista. Vamos por partes, no os impacientéis.
El bajo de Steve Harris es realmente impresionante en este disco y es fácilmente reconocible. La creatividad y la soltura con la que Harris sostiene el tempo del disco con la inestimable ayuda de un omnipresente Clive Burr solo puede sentirse algo menospreciada si nos ponemos a indagar en las melodías de guitarra del flamante duo formado por elveterano Murray y el novato Smith. A comentar el exquisito trabajo de Harris en “Killers” o “Innocent Exile”.
En cuanto al protagonista Smith, la armonía del duo de guitarras son ahora un elemento dominante en todas las pistas. Las partes de guitarra también estuvieron presentes en el debut pero generalmente no fueron hechas con tanta delicadeza como en Killers. Otra gran ventaja de este disco son los muchos solos de guitarra melódica.
Las composiciones de Killers son más maduras que las canciones ásperas y de nivel callejero de su debut, siendo más refinadas y sofisticadas mientras mantienen la energía y la velocidad.
¡Adiós, Paul!
Paul Di’Anno es un vocalista subestimado. El mismo hombre que se luce rompiendo su voz en el clásico “Wrathchild” con un registro áspero y rockero, también canta “Prodigal Son” con una voz limpia muy fuerte. Si hay algo en lo que Di’Anno es mejor que Bruce Dickinson, es que el primero es un poco más versátil.
Pocas veces he escuchado al bueno de Bruce cantar una canción original de la etapa de Di’Anno con una soltura como la que tiene Paul. Al igual que, aunque aquí no venga a cuento, cuando Bruce canta canciones de la época Blaze. No es lo mismo. Cada cantante de Maiden ha tenido su registro y las canciones han acabado amoldándose perfectamente al cantante.
Killers
Las dos pistas instrumentales «The Ideas of March» y «Genghis Khan» son grandes ejemplos de lo melódico que puede ser el material del álbum. Killers también presenta algunas canciones realmente poderosas y crudas que merecen una mención en «Wrathchild», «Drifter» e incluso en la canción principal “Killers”. El álbum también incluye una poderosa balada titulada «Prodigal Son», que es una pista profundamente arraigada en el heavy rock / rock progresivo de los 70.
“Murders in the Rue Morgue” tiene el mejor y más pegadizo coro del álbum. Seguro que se quedará atascado en tu cabeza por un largo tiempo. Y la joya del disco, subestimada y olvidada por casi todos los fans y por la propia banda es “Purgatory”. Con su coro memorable y su sonido punk rock de ritmo rápido, “Purgatory” contiene algunos de los mejores riffs de Iron Maiden.
El segundo disco de Maiden presenta una producción de sonido crudo, detallado y orgánico, cortesía de Martin Birch. El primero de muchos álbumes de Iron Maiden que produciría antes de jubilarse en 1992.
Killers prácticamente continúa el sonido del álbum debut, pero está mejor producido. La composición es un poco más sofisticada y la musicalidad también se ha vuelto más fuerte. Sea o no mejor que el debut está servido el eterno debate, pero al menos si podemos afirmar que está en el mismo nivel de calidad.