Iron Maiden – Rock in Rio (Especial 20º Aniversario)

22 años hace que un servidor descubriese Iron Maiden, más o menos, no recuerdo la fecha exacta. No fue casualidad, por aquel entonces varios compañeros de la escuela llevaban esas horrorosas camisetas y sudaderas llenas de demonios satánicos. Esa música para “tarados”, “incomprendidos”, “melenudos piojosos con la cara llena de acné”. Si, no es ninguna barbaridad lo que estoy diciendo y la mayoría de vosotros pensó lo mismo antes de introduciros en el metal.

Más tarde me pasaría lo mismo con el black metal. “Música para mega tarados”… y al final he acabando escuchando más black metal que heavy tradicional… 🙂 Pero no me voy a desviar y volviendo a la primera frase del artículo: no recuerdo la fecha exacta. Pero si recuerdo que el primer disco de Iron Maiden que me compré o grabé ilegalmente en un cassette o un CD con mi Pentium IV, buah, ni me acuerdo de los detalles… fue Rock in Rio. Aún hoy, lejos de mentir, afirmo rotundamente que es mi disco en directo preferido de todos los tiempos.

Y hoy, este discazo, permitidme la alabanza, cumple 20 años. Lo cual me hace sentir algo viejo, no por las canas que predominan ya mi barba, sino porque hace 20 años que escucho a menudo este p_to mismo disco. No suelo recurrir mucho a Iron Maiden, me etapa con ellos venció hace varios lustros. Nunca fui un declarado fan como si lo soy de Metallica. Pero es evidente que para la mayoría de mortales afines al metal, Iron Maiden es como ese familiar que sabes que siempre está allí cuando lo necesitas. ¡Qué bueno es ponerme este “Wratchild” del Rock in Rio para reconectar con el heavy!

Porque esta versión de “Wratchild” es incluso mejor que la que reside en Killers (1981). Y me quedo tan ancho. Iron Maiden recuperó a Bruce Dickinson y a Adrian Smith un año antes de la grabación del disco Brave New World (2000), mi disco preferido de La Doncella por cierto. Un disco que nos quita la quimera de que las segundas partes nunca fueron buenas. Aquí, Iron Maiden rompe los moldes y los estándares y nos entrega uno de los mejores discos de su dilatada carrera.

Tal es la magnitud de ello que pasan de casi tocar en la difunta sala Celeste de Barcelona en la gira de Virtual XI a tocar frente a 250.000 almas en Rio de Janeiro el 19 de enero de 2001. Sí, 250, pero es verdad que en 1985 y también en un Rock in Rio tocaron para más de 350.000.

El disco doble sirvió para repasar los mejores clásicos de la banda como “The Evil that Men Do”, “The Number of the Beast” o “Iron Maiden”. También sirvió para ver a Bruce y Adrian afrontar dos piezas de la era Blaze Bayley como “Sign of the Cross” y “The Clansman” y además para abordar varias de las canciones de su flamante nuevo disco Brave New World (2000).

En cuanto a la banda, en Rock in Rio podemos ver que estaban en un momento de forma envidiable. Sí, Iron Maiden pocas veces han fallado en directo, pero en ese preciso instante podemos ver una comunión ideal entre miembros. La familia Maiden no tenía grietas como antaño.

Hasta 18 canciones más una intro titulada “Arthur’s Farewell” de Jerry Goldsmith tuvieron cabida en Rock in Rio. Todas ellas ejecutadas con la habitual maestría y el carisma necesario que viene impreso en una banda como Iron Maiden. Además, si tienes la edición con vídeo, podemos ver la clásica teatralidad de Maiden. Todo ello en 60 minutos de duración. El disco fue Oro en Brasil y Grecia y disco de Platino en Inglaterra.

Beto Lagarda

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