No podíamos pasar una pandemia sin tener entre nosotros un nuevo disco de Iron Maiden. Sería injusto. Y más tras la enfermedad felizmente superada por Bruce Dickinson. Sonaron campanas de que The Book of Souls (2015) sería el último elepé de La Doncella. Pero va a ser que no.
Senjutsu es el décimo séptimo disco del elenco capitaneado por un Steve Harris que, aunque a veces no nos acordemos de ello, tiene 65 años. El melenudo roza la jubilación pero sigue fiel a unos principios heavys que se iniciaron hace más de cuatro décadas. ¡Qué lejos queda ese disco debut titulado Iron Maiden (1980)! De hecho, un servidor aún no había ni nacido.
Cuando la banda anunció su nuevo disco me vinieron varias cosas en mi loca cabeza. La más relevante era el cómo estaría Bruce en las voces tras el poco inspirado disco en directo que publicaron recientemente. La segunda cosa que pensé era en cómo serían capaces de ligar canciones de cuatro o cinco minutos con el trío final que superan todas ellas los 10 minutos. Y, la última cosa previa que pensé, que fue tras escuchar el primer avance, era que… ¿a qué coño estáis jugando con “The Writing on the Wall”? Que sí, que os molan Jethro Tull, pero no era necesaria una canción de este estilo.
Y bueno, vamos al disco, que al final es lo que a todos nos preocupa. Y voy a hacer spoiler antes de tiempo. Iron Maiden nos vacilan de nuevo y nos regalan un disco a la altura de su leyenda. Bruce está imponente con las voces y el dúo creativo formado por dos cerebros tan distantes y tan cercanos a la vez (sí, Harris y Smith) se luce en -casi- todas las piezas.
Senjutsu no supera por poco The Book of Souls, pero sí supera con creces The Final Frontier (2010). El 17º disco de los británicos amplía un catálogo excelso siguiendo la dinámica de toda la segunda etapa de Dickinson. Discos pulcros con una producción niquelada, canciones menos directas pero me atrevería a decir que más mimadas, o incluso más progresivas.
En Senjutsu podemos ver claramente dos tipos de canción. Por un lado encontramos las piezas largas compuestas por Steve Harris y opuestamente tenemos las ideadas por Adrian Smith. Ambas versiones de Maiden son igual de válidas. Unos preferirán las piezas más directas del rubio, otros se inclinarán más por las del bajista. Después de muchas escuchas, muchas horas de Senjutsu en vena, me quedo entremedio en la elección. Hay momentos en los que me apetece una rola corta como el avance “Stratego”, en otros momentos me gusta pasearme por los confines de “The Parchment”.
Lo que si puedo afirmar es que la calidad de las canciones es abrumadora teniendo en cuenta que la banda reside en la sesentena. Teniendo en cuenta que ya nadie les va a pedir cuentas. Teniendo en cuenta que han publicado ya 17 discos y siguen haciendo giras mastodónticas. Teniendo en cuenta que su cantante ha pasado su propio purgatorio superando un cáncer de lengua. Teniendo en cuenta que podrían simplemente decir adiós y a nadie le sorprendería.
«Senjutsu»
El disco no podía abrir de otra forma que con un tema top. Y curiosamente éste está firmado por Harris y Adrian Smith. Las dos cabezas pensantes de la banda se alinean para componer un híbrido de ideas. Por un lado las introspectivas y densas melodías y pasajes que se inventa el bajista, por otro lado la línea directa cargada de musculosos riffs de Smith.
Tenemos un excelente Bruce recitando sus partes con contundencia. También tenemos múltiples pistas vocales e incluso podemos saborear un teclado. Nicko nos ofrece una de sus mejores interpretaciones en la batería en varios lustros.Una canción con mucho groove, pesada pero que va rompiendo con pasajes más rápidos. La fusión Smith & Harris en estado puro. Una pieza inicial rompedora y bien hilvanada.
«Stratego»
El segundo avance del disco es una canción soberbia. Aquí gran parte del mérito se lo va a llevar un Janick Gers que comparte autoría con Harris. Aunque me inclino a pensar que gran parte de la labor es para el guitarrista. Una canción veloz que tiene todo lo necesario para ser el hitazo del disco.
Una canción explosiva que bien podría estar ubicada en el ya lejano Brave New World (2000). Voces con eco, batería galopante, solos Made in Iron Maiden. “Stratego” es una de las piezas más cortas del disco y con ella nos recuerdan que, si quieren, aún saben hacer canciones de corte old school con la misma calidad que antaño.
«The Writing on the Wall»
Bueno, quizás esta canción es la de la discordancia. No acaba de relucir como ellos quieren que reluzca. Pues no en vano fue el primer anticipo del disco y viene adornada con un videoclip brutal. Un poco de hard rock por aquí, un poco de folk prog por allá y… ¡magia! Ya tenemos el primer single del disco.
Creada por Bruce y Adrian, esta canción tiene un fantástico trabajo de guitarras, una genial interpretación de Bruce y va directa a ser importante en el repertorio de la próxima gira. Aún así, no acaba de conectar con el resto.
«Lost in a Lost World»
No sé porqué pero esta canción me transporta varias décadas atrás. La primera de las canciones épicas compuestas por Steve Harris entra en formato acústico y nos cuenta sobre la aniquilación de las tribus indígenas y su recuerdo hoy en día. Tras dos minutos de delicadez y cierta tristeza sobrevolando la pista, entra la potencia con un Bruce oscuro como hacía tiempo que no escuchaba.
En los casi 10 minutos de duración, la canción va mutando siempre conservando esta áurea de oscuridad. Una vez más, el sr. Harris se supera con sus rolas largas y complejas.
«Days of Future Past»
Tras una larga nos entra la más corta del disco con 4:04 minutos. ¿Adivináis quién la compone? Adrian Smith evidentemente. Y Bruce comparte autoría. Se trata de una canción de corte clásico, grandes riffs, estrofa ideal para cantar en estadios llenos… Si buscas los Maiden más directos, entre ésta y “Stratego” tendrás que escoger tu preferida.
«The Time Machine»
Tras una intro acústica adornada con unas dramáticas voces de Dickinson arranca una pieza compuesta nuevamente por Janick y Harris. Y vuelve a funcionar la dupla. “The Time Machine” con sus siete minutos de duración es una de las canciones más luminosas del plástico.
La canción va progresando con ayudas vocales, con unos riffs menos catedralícos pero labrados a fuego lento. Y cuando parece que el tema cae en la repetición y la monotonía, la banda se inventa un pasaje instrumental delicioso que te reconecta de nuevo con ella.
«Darkest Hour»
Olas, gaviotas… y guitarra aguda.
Así nos abre Smith y Dickinson su otra canción en la que comparten créditos y la última canción del disco antes de las 3 suites de Harris. Se trata de una pieza melancólica que trata sobre la guerra vista des de la perspectiva de un soldado. No me importaría si esta canción no estuviera en el disco.
«Death of the Celts»
La muerte de la cultura Celta, por Steve Harris. La primera de las tres canciones largas que cierran el disco toca, como en muchos otros cortes de Iron Maiden, la tragedia y la desaparición de un pueblo. Si, a mi también me ha recordado mucho a “The Clansman”. Pero como me encanta la canción del Virtual XI (1998), no voy a quejarme mucho.
Diez minutos de poesía musical, pasajes modulantes y cambiantes, Bruce se luce con su puesta en escena. En su ecuador, la canción muta al 100% y gana velocidad y potencia, maestría. Una canción brutal.
«The Parchment»
Quizás “The Parchment” es mi canción preferida del formato Harris. Aún no lo he decidido, pero con su casi 14 minutos de duración, la penúltima pieza del disco es un monumento al heavy prog metal.
Tantos cambios, tantas estructuras que mutan y te sacuden.. hay momentos en que tu oído y cerebro no son capaces de saber si aún sigues en “The Parchment” o estas en otra pista. Miles de detalles que irás descubriendo con el paso del tiempo. La magia de Steve Harris resumida en algo más de 13 minutos. Una delicia.
«Hell on Earth»
Tras más de una hora de duración seguimos vivos y con ganas de más. Y la guinda del pastel es otro memorable cierre de más de 11 minutos de duración. Otra pieza ideada por un Steve Harris que copa más de 35 minutos seguidos de autoría. Nada mal.
Se trata de otra canción monumental compuesta para arrasar. Con todo lo que uno va a buscar cuando se mete en una pieza así. Partes lentas, momentos que rompen con todo. Detalles y texturas por doquier. Unos músicos sublimes arrojando su carisma sobre unos instrumentos que suenan como si los ángeles cantaran. Y bueno, no es un ángel pero Bruce está impecable aquí y en todo el disco. Si dudé de ti, lo siento mucho amigo Bruce. Un cierre magistral.
¿Será Senjutsu el último disco de la banda? Me da igual. Si cierran su carrera con este disco me parecería formidable. Si deciden publicar más material me parecerá formidable. Al fin y al cabo, Iron Maiden disfrutan como niños chicos creando, tocando, cantando, girando por el mundo. La edad solo es un número, eso dicen, Iron Maiden ejempliza que la vitalidad va más allá de la estadística. Si uno disfruta con lo que hace, siempre sacará lo mejor de si para seguir adelante.
Así, solo puedo quitarme el sombrero, aplaudir a la banda. Bruce, eres el mejor frontman que he visto en mi vida. Steve Harris, tu evolución nunca deja de sorprenderme. Adrian Smith, sin tus riffs, otro gallo cantaría. Murray, el eterno guitarrista, siempre en segunda fila pero fiel como nadie. Janik, colosal en “Stratego”, impecable en el resto. Y por último Nicko… ¿no es Nicko el más entrañable de la banda?