Dejamos a Jeff Scott Soto el año pasado en la muy apreciada «Retransmission» de W.E.T.. El americano no falla en su cita anual y nos presenta una nueva obra de S.O.T.O., de Sons of Apollo o, como hoy, de su proyecto en solitario. Octavo álbum de Jeff Scott Soto de este bulímico frontman, Complicated (2022) tiene la delicada tarea de estar a la altura de Wide Awake (In My Dreamland) (2020).
Asociado con el productor y compositor omnisciente Alessandro Del Vecchio, Jeff Scott Soto está rodeado de los mismos músicos que lo acompañaron en su anterior trabajo, signo inequívoco de su calidad. El italiano Fabrizio Sgattoni es un gran guitarrista y el brasileño Edu Cominato un batería excepcional. Los compañeros ciertamente pactaron para potenciar al máximo las composiciones de la dupla Soto/Del Vecchio.
Complicated invoca a los fantasmas de W.E.T., claro, pero también los de tantos otros proyectos del cantante. Desde riffs fuertes hasta solos ardientes, desde patadas impactantes hasta estribillos facilones, la banda guía al oyente en una gran sucesión de pistas. Sólo un tema estilo radiofónico por aquí (“Thank You”) y una balada por allá (“Until I See You Again”) calman la mareada. El resto del disco es una pasada, como “Disbelieving” y su furioso break, “Home Again” y sus riffs, el track homónimo que suena más a W.E.T. que W.E.T. y el excelente “Don’t Look Back” que recuerda a los Journey del Frontiers (1983). Pero me he adelantado bastante, hagamos un barrido tema a tema.
Abrimos con “Last to Know” y lo hacemos de forma inmejorable. Tiene garra, tiene melodía, punch y un estribillo memorable. “Disbelieving” pisa el freno y le mete ciertos (¡ciertos!) toques funky. Los arreglos son brutales y el riff te hará mover la cabeza a lo loco. “Home Again”, el tercer corte, gana en actitud rockera y todo lo que conlleva. De nuevo los arreglos y la producción del tema son brutales. Todos los miembros de la banda están a un gran nivel. Cerramos el primer cuarteto con el single “Love Is a Revolution”, su intro a medio camino entre lo oriental y el misticismo, desemboca en un medio tiempo melódico. Yo no la hubiese escogido como single, aunque entiendo que es una de las que mejor pueden enganchar a nuevos venidos al mundillo del hard rock melódico.
Como ya se ha mencionado, las revoluciones bajan mucho con “Until I See You Again”, la balada del disco. No, no es un mal tema, es un buen tema, pero no lo escucharé dentro de un año, no es memorable, aunque los pasajes a piano/teclados están muy conseguidos. “Complicated”, homónimo al disco, gana en fuerza aunque no tanto en velocidad. Como decía antes, parece compuesto a medias por Erik Mårtensson. A mi, a pesar de esa última afirmación, no es de las que más me ha gustado. Como también se ha dicho, con “Don’t Look Back” parece que hagamos un viaje en el tiempo, y aún así es un gran tema, lleno de un no sé qué que qué sé yo. El estribillo es brutal. “New Horizon”, no el nuevo grupo de Jonah Tee sino e octavo tema, sí gana en (algo de) rapidez y punch. Si te gusta el hard rock melódico, no puede no gustarte el tema. Así de simple.
Vamos, que sólo quedan tres canciones para acabar. “Back to the Beginning” tiene una intro que es la caña, con un punteo muy clásico y buen rollista, y el resto del tema le va a la par. Realmente es difícil decidir qué cortes son los destacados del disco. “Thank You”, como también se ha dicho arriba, podría sonar en cualquier radio-no-rockera o en Rock FM. En este caso, al contrario que, por ejemplo, el “Rocket to the Radio” de Chez Kane, no es un piropo, aún sin ser un mal tema. Me da que podría ser una canción que cantasen los aspirantes a uno de esos talent shows. Acabamos con “Obsession” y volvemos, de nuevo, a los 80, con unos teclados muy marcados, un ritmo muy alegre y unas guitarras potentes. El estribillo, para mi gusto, baja, pero el resto del tema es muy bueno.
Jeff Scott Soto logra, una vez más, complacer a todos con este Complicated. Obviamente es la cara visible y la voz del proyecto, pero sus compañeros, en esta ocasión, comen en su mesa. Gran trabajo, muy recomendable y disfrutable.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.