Job for a Cowboy – Moon Healer

Tras una larga espera, el icónico grupo de death metal experimental Job for a Cowboy ha emergido de un prolongado hiato con este Moon Healer (2024) que veía la luz el pasado día 23 de febrero. Este álbum marca su regreso triunfante al frente de la escena extrema, siguiendo el éxito cosechado con su álbum anterior, Sun Eater (2014).

El hiato, que abarca casi una década, no ha sido porqué sí. Jonny Davy, el vocalista y co-fundador de la banda, arroja luz sobre la ausencia de la banda, atribuyéndola a obligaciones personales como responsabilidades familiares, proyectos musicales individuales, estudios académicos y compromisos laborales varios; efectivamente, oh sorpresa, esta gente no vive de la música. Estos caminos diversos llevaron a los miembros de la banda en direcciones separadas, que no opuestas, pero tal y como afirma Davy, el descanso nunca fue pensado para que fuera permanente. En cambio, ha servido a modo de pausa necesaria, permitiendo a cada miembro crecer personal y artísticamente, con el compromiso de que algún día se reunirían para crear nueva música. Y ese día ha llegado…

Ahora, con Moon Healer, Job for a Cowboy se adentra en territorios inexplorados, construyendo sobre los cimientos temáticos ya establecidos por Sun Eater mientras profundizan en los reinos del espacio interno y externo. A través de narrativas ficticias, exploran preguntas existenciales y las posibilidades de existencia más allá de los confines de la forma humana. Para los seguidores del death metal experimental, progresivo y extremo, Moon Healer promete un viaje transformador como ningún otro. No es solo un álbum, sino una odisea sonora: una invitación a explorar las profundidades de la conciencia, con o sin la ayuda de sustancias psicoactivas.

Este nuevo trabajo representa un hito en su carrera, mostrando la evolución y madurez musical que han alcanzado a lo largo de los años. Lo que hace que este álbum sea tan disfrutable es la calidad excepcional de su instrumentación y las actuaciones vocales que se encuentran en cada pista.

Desde el primer momento, Moon Healer deja claro que Job for a Cowboy ha crecido como banda. Con canciones como la inicial «Beyond the Chemical Doorway», donde Alan Glassman en la guitarra principal sorprende con su destreza y habilidad para crear riffs poderosos que sacuden los cimientos. Este tema es solo el comienzo de un viaje musical que lleva al oyente a través de paisajes sonoros emocionantes y poderosos.

Una de las pistas más destacadas del álbum es la cuarta, «The Sun Gave Me Ashes So I Sought Out the Moon», que combina vibraciones melódicas con la intensidad del metal de una manera impresionante. Aquí, los instrumentos de cuerda crean una atmósfera envolvente que se mezcla perfectamente con la voz, penetrante y emotiva. Es en esta canción donde la guitarra de Glassman brilla con un solo impresionante.

Pero la creatividad de Job for a Cowboy no se detiene ahí. «Into the Crystalline Crypts» es una composición intrigante que introduce un sonido más progresivo y pesado, mostrando la versatilidad de la banda y su disposición para explorar nuevos territorios musicales. Aquí, Nick Schendzielos y su bajo agregan una capa adicional de profundidad y complejidad a la música, creando una experiencia auditiva única.

Además de su excelencia musical, Job for a Cowboy también ofrece letras emotivas y profundas en temas como «The Agony Seeping Storm», que abordan la lucha interna y la búsqueda de luz en medio de la oscuridad. Esta canción, con sus letras impactantes y su poderosa ejecución musical, es de las que más me han llegado, ya que nos muestra una faceta más introspectiva de la banda.

En resumen, Moon Healer marca un regreso triunfal para Job for a Cowboy, mostrando su crecimiento artístico y consolidando su lugar en la escena death. Con este álbum, la banda no solo demuestra su habilidad técnica y creatividad, sino que también ofrece una experiencia musical emocionante y conmovedora que cautivará a sus fans de toda la vida y a los nuevos que estén por llegar. Los de Glendale, Arizona, reafirman su estatus como innovadores en el género ofreciendo a l@s oyentes una experiencia musical profunda que trasciende las fronteras de este y de otros mundos.

Rubén de Haro

Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.