Judas Priest son unas Leyendas del Rock. Sí, amigui, en mi opinión es de las bandas más grandes que ha parido el rock en su acepción más amplia del término. Abanderados de la New Wave Of British Heavy Metal (NWOBHM), supieron aunar las “nuevas” tendencias de la época, rapidez, con la profundidad y la densidad de los padres de todo esto, Black Sabbath. El relevo natural. Dos guitarristas virtuosos y versátiles como Glenn Tipton y K.K. Downing ensamblados sin grietas a una de las voces más grandes de la música, Rob Halford (esta última afirmación sonaría a la de un fanboy enamorado, pero si Luciano Pavarotti lo dijo, quien soy yo para llevarle la contraria…).
1980 no fue un buen año para el rock en general, pues perdimos a Bon Scott, John Lennon, John Bonham y a Ian Curtis. Al verlo escrito, me parece un drama. Si seguimos por la senda del drama, Reagan ganaría sus primeras elecciones en los Estados Unidos, endureciendo la escalada de enfrentamiento con la U.R.S.S. y la Guerra Fría. En España, la Movida empezaría a dar señales de vida, Jordi Pujol sería President de la Generalitat por primera vez (luego, ya sabemos, si eso, ya tal). En Inglaterra, en plena resaca punk, empiezan a emerger chavales con el pelo largo, guitarras feroces y ganas de comerse el mundo, mientras Margaret Thatcher castiga a la clase trabajadora de las minas y la siderurgia. Si castigas al metal, tendrás una respuesta en forma de movimiento atemporal. Acción/Reacción. De esos barros, Iron Maiden que te crío. No en vano, hoy también estamos de celebración con la publicación de su primer álbum.
Os digo una cosa, las comparaciones son odiosas. No puedes comparar la trayectoria de una banda que publica su sexto disco con unos debutantes… Judas Priest ya tenían en su haber cinco discos, cuatro de ellos (como mínimo) son tremebundos Sad Wings of Destiny (1976), Sin After Sin (1977), Stained Class y Killing Machine (1978). Esta primera fase culminaría con la edición del álbum en directo Unleashed in the East (1979). Momento para sentarse, descansar y reflexionar. Es el momento de dar el salto, de ir más allá e intentar trascender el género (en definición y en fase de creación. Nadie dijo que esto fuera fácil, estimad@ lector@). Y efectivamente, alguien decidió cerrar una etapa y abrir otra.
¿Qué tenemos en British Steel? Mi obligación es decirte que lo tienes que escuchar sí o sí, si crees que eres amante del heavy metal y del rock and roll. Punto. Yo dejaría la cosa aquí. Te va a gustar: si te mola el power, si te mola el thrash, si te gusta lo extremo, el hard rock, y en condiciones de normalidad hasta el pop. Es de aquellos discos universales. Si eres purista, trve, o lo que sea, deja de leer aquí. Me parece un disco difícilmente igualable (me desmentirían después, pero da igual, estamos en 1980) para el objetivo que buscaba, ampliar la base, llegar a más gente. La conquista del mainstream sin perder gota de honestidad y autenticidad, cero concesiones.
“Rapid Fire” himno metalero abre el disco con sus riffs cortantes, en una demostración de fuerza y continuidad de su (sí) legado. “Metal Gods” es sencillamente la definición de lo que están buscando, accesibilidad sin renunciar a lo que son. Tiene sus momentos bailables, su coro para corear (valga la redundancia) en un estadio, su solo impecable y evidentemente, un riff marca de la casa. Lo que la hace imprescindible de ahora en adelante en sus conciertos (título a parte). Nos sumergimos en el single rockero por excelencia y para todos los públicos (manteniendo a Turbo de 1986 a un margen, y cualquier de sus temas) “Breaking the Law”, la conoces, la has bailado, la has coreado en tus noches locas, nada más que añadir… ¡hasta Animales Muertos tenían su versión!
“Grinder” es un tema similar a “Rapid Fire”, heavy metal en vena. Puro feeling. Riffaco. Solo marca de la casa. En fin, nada que no conozcas. La siguiente es “United”, primer intento, un poco forzado, de single de la época; ya me parece bien, hay que abrir mercado. Cierto es que el coro… bueno… en fin. “You Don’t Have to Be Old to Be Wise” es un tema típicamente hard rock americano, seguimos con ese objetivo de abarcar más mercado, muy deudor de alguna manera, en sus puentes y coros, de los primeros Van Halen (unos chavales debutantes por aquel entonces). No olvides que Judas Priest, a pesar de ser ingleses, su gran mercado era el americano.
Vaya. No puedo dejar de mover la cadera…. ¿Qué debe ser? Sí, es “Living After Midnight”, el tema más Status Quo de la historia de Judas, ¡y de los más adorados por sus fans! Un clásico. Es imposible pensar en un concierto de los Halford y compañía sin que se toque este tema atemporal y pegadizo hasta decir basta. El bajo inicial de “The Rage”, con ese punteo sinuoso, lo podría emparentar con cualquier tema de The Police, pero las guitarras con un riff imponente salen al rescate con la voz en “modo épico” de Halford”, cierto es que se trata de un tema atípico. Ese riff, sin embargo, salva cualquier coqueteo sospechoso de ser poco metalero. Y cerramos con “Steeler”, un sota, caballo y rey sin grietas. Poderoso.
Pues ya hemos llegado al final. Un discazo. Recomendable para todos los públicos. Contundente, bailable, accesible, auténtico, explosivo y escuchable hoy. El metal a partir de ese momento no iba a ser lo mismo. Y eso va a hacer que veáis cosas en esta web nunca vistas hasta hoy. El metal prendió en los 80 (o antes, depende) y hoy sigue vivo, muy vivo gracias a gente como tú que estás leyendo estas líneas.
Alerta Spolier. Yo: Judas Priest.
Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop… en resumen, la música es mi pasión.