Muchas veces solemos hablar de los discos de navidad de ciertas bandas y en este caso de Kadavar casi podríamos hablar del disco de Halloween del grupo de Berlín. Han cambiado la onda y el estilo, pero bienvenido sea y divina evolución. Los nueve temas que conforman ese For the Dead Travel Fast te alegran la tarde y ves que han vuelto a conseguirlo con otra buena vuelta de tuerca a la propuesta. El rock de los 70 pide paso y creo que les podemos dar el cetro y el título de mejor banda de retro rock actual. Hay muchas influencias 70eras pero me gustaría destacar la evidente presencia de Tribulation, un grupo que no está precisamente en la etiqueta de retro rock. Hay muchos ecos que te los pueden recordar, pero especialmente un disco que, aquí se confirma todo, se titula Children of the Night, curiosamente como el título de una de las canciones. Otra de las influencias que veo evidentes es la de los psicodélicos Temples, concretamente de su obra magna Sun Structures.
Pelos de punta en la maravillosa introducción de “The End”. Voz fantasmal, efectos de viento y teclado para ponernos en situación. “Ojo que esto no es lo que esperas”, parecen decirte… Se funde la entrada con “The Devil’s Master” sonando entre unos Ghost en su versión más contundente y los Tribulation del Children of the Night. Incluso el señor Lupus ha cambiado un poco la forma de cantar que tiene habitualmente, yendo bastante más allá de lo que puedes esperar del stoner rock. “The Devil’s Master” es un perfecto ejemplo de lo mejor de Kadavar enfocado hacia la tenebrosidad que impera en esta obra. Agudísimas melodías de voz para el vocalista alemán como en “Evil Forces”, y la verdad es que la sorpresa es para mejor. Sonidos cavernosos, riffs lúgubres y el bajo de “Dragon” Bouteloup sonando a ultratumba rematan la faena.
Los teclados ganan protagonismo en la inquietante “Children of the Night” con ese redoble intenso de “Tiger” Bartelet y esas dobles voces tan a lo Ghost. Juegos con intensidades, silencios y texturas para un divertido producto retro que sorprende para un grupo como Kadavar. Nunca habían sonado tan accesibles. Similares ingredientes para “Dancing with the Dead” que cuenta con un riff coreable y un aire entre western e inquietante. Parece mentira que sean los mismos Kadavar del primer disco, pero todo funciona. Al mismo nivel de calidad está “Poison” que cuenta con unos parones muy interesantes anticipando el estribillo y un interludio acústico. La línea vocal es una maravilla demostrando que la mayoría de este material merece sonar en directo, pues con la intensidad escénica que gastan estos germanos puede ser muy espectacular.
En “Saturnales” se explora lo onírico y etéreo en una composición que se acerca a lo que suelen perpetrar Graveyard (Suecia) en sus últimas obras. Lupus canta mejor que nunca y más melódico que nunca. La psicodelia manda en “Demons in My Mind”, un corte que ya ha probado las tablas de un escenario y que brilla por su oscuridad. Sensación de ocultismo y conexiones con Coven con la distorsión de Black Sabbath. La labor de “Dragon” y “Tiger” es sólida como una roca. Es en “Long Forgotten Song” cuando el combo se explaya hasta los casi ocho minutos buscando sonidos de discos anteriores y volviendo a jugar con volúmenes, intensidades y atmósferas. Ese final a voz doblada vale su peso en oro para que luego “Tiger” Baltelt haga de las suyas con las baquetas y lo maten con un solo.
Sorprendente evolución hacia lo tenebroso y lúgubre por parte de unos Kadavar que siguen demostrando disco tras disco que no tienen límites ni ataduras. For the Dead Travel Fast es un disco de Halloween y otra demostración a sus bandas rivales y similares en estilo de que ellos pueden hacer lo que quieran y que tampoco necesitan de disfrazarse como Ghost. Posiblemente junto a Graveyard son el grupo más importante de retro rock muy a pesar de que hay decenas de bandas en todo el mundo con propuestas maravillosas. Estarán pronto de gira y de verdad que no me importaría en absoluto que se le dé cancha a una obra como esta. La portada es el otro gran logro del grupo situándonos entre finales de los 60 y principios del 70. Justo cuando todo empezó.