Katatonia – Sky Void of Stars

Nuestra Nota


9.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 20 de enero de 2023
Discográfica: Napalm Records
 
Componentes:
Jonas Renkse – Voz
Anders Nyström – Guitarra
Roger Öjersson – Guitarra
Niklas Sandin – Bajo
Daniel Moilanen – Batería

Temas

1. Austerity (3:41)
2. Colossal Shade (4:29)
3. Opaline (5:00)
4. Birds (4:08)
5. Drab Moon (3:59)
6. Author (4:17)
7. Impermanence (5:12)
8. Sclera (4:45)
9. Atrium (4:08)
10. No Beacon to Illuminate Our Fall (6:08)

Bonus track:
11. Absconder (4:47)

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Querido lector, antes de que sigas, quiero hacer una pequeña aclaración sobre esta reseña. Está claro que cualquier crítica no es 100% objetiva, pero en este caso, he de dejar claro que Katatonia son y han sido mi grupo favorito prácticamente desde el momento que los descubrí (hará unos 23 años, más o menos) así que puede que mi opinión sea incluso menos objetiva que en otros ámbitos.

Dicho esto, y pese a que me gusta todo lo que han sacado los suecos, posiblemente su último larga duración, City Burials (2020), estaría en la parte más baja de mi lista de preferencias (si no el último), así que cuando anunciaron este Sky Void of Stars –poético nombre– no tenía las expectativas demasiado altas.

Pues bien, después de haber tenido la promo en mis manos (virtualmente) durante ocho días, he de decir que me equivocaba. Sky Void of Stars es un excelente disco. No sé la de veces que lo he podido oír ya (al ser una promo online, last.fm no me ayuda), y a diferencia del anterior, no veo que decaiga o que tenga partes flojas (la segunda mitad de City Burials se me hace cuesta arriba según el día que me dé por escucharla).

Con esta tendencia actual de tantas bandas de sacar dos o tres temas antes de adelanto antes del disco, intento en la medida de lo posible no escuchar esos singles demasiado, por el hecho de que luego al tenerlos quemados (sobre todo suele pasar con el primero que sale), se me atragantan en el disco. En este caso mis ganas/ansias pudieron más que a esta norma, y acabe enamorado de los tres. 

“Atrium” me choco al principio por su “simpleza” pero creo que es un single maravilloso, directo, con ciertos aires en las guitarras a esos Katatonia noventeros pero ligando perfectamente con su sonido más moderno.

“Austerity” me gusto aún más, recuperando, sobre todo en la estrofa, ese toque progresivo en los tempos que ya usaron en el The Fall of Hearts y un estribillo espectacular que hace que te encuentres cantándolo en momentos en los que llevas un rato sin ni siquiera pensar en música.

Completaba el trio “Birds”, otro muy corte muy directo cuyo mayor defecto es parecerse melódicamente bastante, al menos en mi opinión, a “Wide Awake in Quietus”, pero entiendo que son cosas que pueden pasar después de más de 30 años fabricando canciones. 

Lo curioso es que estos tres singles vaticinaban, si el resto del disco seguía una senda parecida, un redondo relativamente poco variado estilísticamente. El resto del disco añade muchos matices y riqueza a lo ya escuchado.

En general, el acelerador baja las revoluciones en velocidad en el resto del disco, pero no en dureza. 

En este disco, pese a que según tengo entendido está compuesto por Jonas en casi su totalidad, da la sensación de que la banda ha participado más en los arreglos, por ejemplo, los solos de Roger quedan mucho mejor integrados, por ejemplo, en “Impermanence”, un baladón cantado a media entre Jonas y Joel, vocalista de Soen, que parece hecho a medida para su voz. De hecho, si alguien me hubiera dicho que es una cara B del último disco de Soen, no me hubiera chirriado en absoluto.

Hay canciones como “Opaline”, que suenan casi felices (si obviamos la letra). Siempre que escucho el estribillo con ese charles abierto (que me perdonen los baterías si no es un charles abierto lo que suena) me imagino al grupo tocando y andando con una sonrisa hacia un abismo insondable (jodidos, pero contentos).

Riffs matadores como el del estribillo de “Author” (como en muchos discos de Katatonia, es la canción que da título al disco sin ser el titulo de la canción) complementados con estrofas más suaves con Jonas cantando en un semifalsete, temas con un toque más gótico en las estrofas donde la voz es monocorde como “Colossal Shade” (el puente de guitarra de esta canción entre las dos primeras estrofas podría estar sacado del Night Is the New Day sin problema).

El disco cierra de manera ejemplar con dos temas que siguen mas la estela del amado/odiado The Fall of Hearts, con la tranquila “No Beacon to Illuminate Our Fall” (menos cuando la guitarra distorsiona con el tan característico staccato) donde otra vez el solo está perfectamente integrado y con el bonus track, Dios sabrá porqué, la excelente “Absconder”. Puedo entender que en las ediciones especiales se metan temas en directo, versiones, tomas alternativas/instrumentales, pero dejar una copla así fuera de la versión normal del disco, no me parece razonable, aunque entiendo que habrá razones de marketing en ello.

He hecho más de una mención a trabajos anteriores y es que este disco, con algunas novedades, bebe mucho de los Katatonia de 2009 hasta aquí. Tampoco hace falta reinventar la rueda con cada canción, sobre todo si lo que se da es de tal calidad. Si os gustan los Katatonia de tercera ola, os gustará y creo que mucho, este “Sky Void of Stars”. Si no, dadle una oportunidad y quizá cambiéis de parecer.

Lo mejor: Recuperarse del pequeño bache que supuso City Burials, la calidad en las melodías vocales y lo bien integrada que esta toda la banda para un disco compuesto principalmente por solo uno de los miembros.

Lo peor: Bonus track que debería ser parte de la edición normal. Por otra parte, llevo años diciéndolo y este disco no es una excepción, deberían de intentar fichar un teclista para que toda o gran parte de los teclados/orquestación que llevan (que no es poca) no vayan grabados en directo.