Todo esto ocurre cuando Doctor Music Festival anunció la cancelación del evento y no pude imaginar lo que sucedería a continuación. Se anunciaron dos actuaciones de King Crimson en el Teatro Coliseum Barcelona, los días 12 y 13 de julio como ya tenían previsto actuar en dicho festival. Como curioso que soy y seguidor de la agrupación decidí aventurarme para conocer el interior del teatro que tantas veces he pasado por delante y disfrutar de algo diferente al mundo del metal y del hardcore, pero sin olvidarnos de que son unos referentes del rock (entre otros géneros musicales). Entrando al teatro ya nos avisaba el control de seguridad de que estaba totalmente prohibido realizar fotos y videos de la actuación, igual que repartían panfletos indicando la prohibición del uso del teléfono móvil.
La banda liderada por Robert Fripp cautivó el viernes, con el sold out colgado, a todos los presentes ante la apoteósica energía que desprenden los esquemas complejos en un equilibrio entre la matemática y la emoción contenida. Lo más destacable sobre esta gira de King Crimson es la celebración del 50 aniversario, desde aquellos orígenes con In the Court of the Crimson King (1969) para jugar un papel importante en la historia de la música. Este hecho daba lugar a que se preveía un gran repertorio para este homenaje, repasando las canciones de todos los álbumes de su carrera, sabiendo que nunca suelen repetir setlist entre actuaciones y, además, contando con una plantilla entre sus filas digna de admiración. Al maestro Fripp le acompañan en esta gira Mel Collins (saxofón, flauta, teclados), Tony Levin (bajo, Chapman stick, sintetizador), Pat Mastelotto (percusión y batería), Gavin Harrison (batería), Jakko Jakszyk (voz, guitarra, flauta) y Jeremy Stacey (batería, teclados).
En un setlist que se comprende de dos partes, añadiendo un descanso en el intermedio y barras dispuestas de cerveza para poder disfrutarla desde tu propio asiento (incluyendo agua, refrescos, palomitas…). Entrando a escena con el aplauso de bienvenida salpicó la apertura en ‘Hell Hounds of Krim’ mientras los últimos asistentes aún se estaban acomodando en sus respectivos asientos; aunque es un buen emplazamiento las localidades son un tanto difíciles y lioso para su encuentro y hay que reconocer el gran servicio que realiza el personal del teatro con mucha simpatía y mostrando mucha atención en lo que ocurre en su zona. Con la corona del “Rey Carmesí” al completo sobre el escenario todo el mundo muy pendiente de la esquina superior a la derecha de la escena donde capitanea Robert Fripp, estático desde su asiento mostrando gran finura a la hora de hacer sonar su instrumento. Para la segunda canción ya se disparó un auténtico cañonazo de mi corazón con ‘Larks’ Tongues in Aspic, Part One’ llenando de intensidad el gozo de los allí presentes. Con Tony Levin cambiando del bajo a su Chapman Stick y al contrabajo, la cosa continuó con temas que repasan gran cantidad de los trabajos editados hasta la fecha, pudiendo saborear ‘Discipline’, ‘Frame by Frame’ y la gamberra ‘Indiscipline’ del disco Discipline (1981). Curiosa la manera de introducir en forma de pequeños arreglos de medley introduciendo fraseos propios de otras canciones, incluso cabida alguna obtuvo una estrofa de «Els Segadors» (himno de Catalunya) y tramos de improvisación que se apreciaban con mucho gusto y el encanto que emana el “Rey Carmesí”. Aderezando el concierto aun más con solos de alto nivel, buen ejemplo de ello el set de tres baterías en un solo dinámico y sincopado en un canon musical, con juegos de improvisación entre el trío rítmico conformado por Pat Mastelotto, Gavin Harrison y Jeremy Stacey; durante algunos tramos del concierto este último, Stacey, abandonaba el set de percusión para afrontar y aportar su lado más melódico enfundándose las manos para los teclados, dejando un dúo de gran calibre en la sección rítmica. Con la nostálgica y oscura ‘Cirkus’ hacían presencia del disco Lizard (1970). La densidad aparecía con ‘Islands’ del homónimo Islands (1971) mientras observábamos a Jakko Jakszyk con mucha potencia y energía sobre lo que realiza y al multi instrumentalista Mel Collins precisando de la variedad de melodías capaz de representar. Del disco Red’ (1974) respondieron con ‘One More Red Nightmare’, una de las más heavys que tienen. También hubo sitio para soltar la alocada ‘Neurotica’ del Beat (1982) y las legendarias ‘Epitaph’, ‘Moonchild’ ó ‘The Court of the Crimson King’ del encariñado In the Court of the Crimson King (1969), el cual está de cumpleaños. No me olvidaré tampoco de ‘Level Five’ con esa atmósfera eléctrica que deja los pelos de punta o el Bis ‘Starless’ tras el reclamo del público la banda subió de nuevo al entarimado para despedir la noche con otra joya de su corona.
Salí de allí con la sensación de haber estado en un concierto o una clase magistral de jazz, música clásica, rock, progresivo, folk, funk… y un sinfín de emociones que perdurarán todavía mucho tiempo en mi interior. Al menos hasta que los King Crimson vuelvan a pasarse por aquí, porque con músicos así que cuentan con todo ese repertorio en la despensa solo se pueden esperar cosas maravillosas como estas.
Setlist King Crimson:
Set 1
Hell Hounds of Krim
Larks’ Tongues in Aspic (Part One)
Cirkus
Epitaph
Discipline
Interlude
EleKtriK
Frame by Frame
Drumzilla
Larks’ Tongues in Aspic (Part IV)
Islands
Set 2
Devil Dogs of Tessellation Row
One More Red Nightmare
The ConstruKction of Light
Neurotica
Indiscipline
Moonchild
The Court of the Crimson King
Radical Action II
Level Five
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Starless