Suecia sigue a lo suyo y van apareciendo grandes bandas de todos los estilos con muchas cosas que decir. Es el turno de Kingnomad y su mezcla entre retro rock, psicodelia de los 70, muy buenas composiciones y ese camino entre medio entre Blue Öyster Cult y los actuales Ghost. Si te va la onda revival posiblemente termines claudicando al poder de esta agrupación del norte de Suecia en la que dos amigos y vecinos, Jay y Marcus, terminaron por agruparse. Se nota en lo musical y es palpable en su propuesta la localización de su villa natal, rodeada de bosques. Pasajes opresivos, cambios de atmósferas, suena a vinilo y analógico y es su tercer disco, el primero con su baterista Mano. Vale la pena acercarse a ellos.
Hay grandísimos momentos en el disco y personalmente me quedaría con dos: De entrada, ese single tan rotundo como es “Omniverse” con ese teclado tan ochentero que lleva el tema en volandas. Una de las mejores canciones del llamado retro rock que han aparecido en estos últimos 15 años. Imposible sacártela de la mollera. El otro es un breve tema de enlace de inspiración medieval y acústica. Muy bien llevada y con unos arreglos tan sutiles como brillantes. Mr Jay demuestra buenas dotes vocales y el grupo le da otro enfoque a su repertorio. Producción cálida y recursos en las percusiones de un Mano a las baquetas y sus juegos con la bordonera, que sirven para propulsar la atmosférica y algo espacial “Multiverse”. Viene con uno de los mejores riffs de guitarra del disco y sorprende por como rompe el tema en la mitad.
Los aires Ghost, especialmente en la voz de Jay quedan patentes en “Small Beginnings”, en un medio tiempo algo arrastrado y lúgubre. El teclado Hammond de “The Omega Experiment” té pone en órbita con esos sabores espaciales a lo Blue Öyster Cult y en una de sus composiciones más completas. Atención al trabajo de coros de Maximilian y a su sutil pero constante trabajo con el bajo. Suben hasta los más de ocho minutos en “Tillbakablick the Ursuper King” tirando de hipnosis sonora y dejando flotar coros e instrumentos en el limbo. Onírica composición. “The Creation Hymn” les retrata perfectamente y a la vez les define con una combinación más que interesantes de dobles voces, colchón de acústicas y rayos cósmicos vía sintetizadores. Destaquemos la final “The Unanswered Question”, muy Pink Floyd y siendo casi toda instrumental. Posee conexiones con “Time” y “One of These Days” de los genios londinenses.
Buen disco de los suecos Kingnomad, y ya van tres. Siguen su escalada con un sonido personal pero muy deudor de Ghost y Blue Öyster Cult. No buscan comercialidad y retratan bellos paisajes sonoros que van de lo relajante de la frondosidad de los bosques suecos nevados al espacio exterior. Arsenal de coros, uso de ricos teclados y sintetizadores auténticos que combinan bien con pasajes acústicos. Del bosque nórdico te hacen subir al cosmos, de formas relajadas y con un anclaje evidente en la música de los 70. Un grupo a tener en cuenta, pero hay tantos en Suecia que uno se pierde entre tanta calidad.