Knights of Blood – El Lado Oculto

Desde Granada y con ganas e ilusión, marchan con decisión para hacerse un nombre el quinteto de heavy metal clásico Knights of Blood liderados por la voz de Mireia Fontarrosa. Cuentan con un disco, un EP y toneladas de voluntad, pero no siempre correr es la mejor de las decisiones. Presentaron en febrero esta obra con 11 cortes y un definido estilo, personal, pero repleto de clichés metálicos. Estamos ante una obra en la que la temática de la doble cara que usan las personas es la que protagoniza el disco. Heavy metal que por momentos me ha recordado a los añorados astures Darna, aunque aquí suenan más netamente metal. Iron Maiden, Judas Priest o Warlock son las evidentes influencias, pero el tratamiento del sonido y la producción son más cercanos a Metallica.

La intro es excelente, ahondando en la clave arábiga y poniéndonos en situación con todo lujo de detalles sonoros para luego entrar en materia en “El lado oculto”. El sonido es como demasiado producido y algo artificial, aunque es innegable que suena todo potente y efectista. Mireia es el gran baluarte de un grupo que peca de sonar algo típico. Estamos ante un medio tiempo inspirado y en el que guitarras y batería tapan un poco la gran labor del bajo. Buenos solos de guitarra. La contundencia y el riff de “Promesas vacías” le pone un punto más de fuerza. Ritmos entrecortados y buen nivel técnico en un tema muy trabajado. Jose Ramón y Javier Jesús lucen riffs y músculo y añaden dobles voces masculinas. Mejoran las cosas en tesituras más melódicas como en “Ojos que gritan”, con una exigencia vocal tremenda. Destellos progresivos en un tema muy interesante, pero en la que la vocalista sufre.

Siguen trabajando bien las melodías en “Vuela” a pesar de que la contundencia de las guitarras sigue siendo su sello. Posiblemente esta canción contenga uno de sus estribillos más logrados, con una letra positivista bañada en oscuridad. Lo de la doble cara emana en muchos de sus cortes. “Crematomanía” es el corte que más cuesta de digerir y la repetición de ideas es algo evidente, excesivamente centrada en la guitarra. La pausa la encontramos en “En Tu Memoria” que peca un poco de similitud con el “Don’t Cry” de Guns N’ Roses. De todas formas… dejan patente que el terreno baladístico es un caladero en el que pescar. Sinceramente, les veo muchas posibilidades en mezclar baladas con agresividad marca de la casa.

Hay un punto monótono en temas como “La Era del Hielo” y “La Cuenta Atrás” en los que hay que destacar la labor de Kyle a la batería por mucho que este instrumento nos parezca excesivamente tratado. En la primera se puede apreciar el gran trabajo de Alejandro Sola en las cuatro cuerdas, algo tapado por el resto de instrumentos. En “Sed de otros” hay acercamiento al thrash para luego brindarnos su tema más extenso: “Triste Condena”.

Se puede ver el crecimiento evidente respecto a su anterior disco y a su EP, pero queda camino por hacer. Pinta que estos temas pueden convencerte en directo, aunque hay bastantes cositas que pulir en estudio. El disco pierde fuelle y va de más a menos y eso que hay temas muy logrados, buenas ideas y técnicamente hay calidad sin buscar nada enrevesado o excesivamente complejo. Quizá la producción les deja a medio camino entre el heavy metal y la contundencia del thrash y también hay momentos en los que la vocalista sufre mucho llegando forzada a algunos picos. Hay cierta linealidad compositiva, pero recordemos que estamos ante la casilla de salida y queda mucha partida…

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.