Tarde/noche de horarios complicados para encajar con la jornada laboral de uno. La primera banda saldría a tocar a las seis de la tarde, y eso complica la «conciliación» con el trabajo en un país como el nuestro, en el que los horarios laborales no son muy racionales. No obstante, el cartel valía la pena y las ganas de ver a Knocked Loose superaban con creces las contrariedades que podía generar algo como los horarios. La gente ya estaba preparada desde primera hora.
Soul Blind
Los neoyorquinos Soul Blind ofrecieron un concierto correcto con su mezcla de sonidos noventeros. Una mezcla que va desde los primeros Deftones a los sonidos de guitarra más grungers inspirados en Alice in Chains y Nirvana. Lo cierto es que el público estaba más dispuesto a escuchar sonidos más cores y la propuesta sonora de Soul Blind no conjugó muy bien con lo que vendría después. En cualquier caso, aunque estáticos y comunicativos a ratos, ofrecieron un buen concierto. Tienen mucho camino por recorrer y mucho margen de mejora, aunque los temas «Phantom Pool» y «Third Chain» demuestran que pueden ofrecer grandes momentos en el futuro.
Landmvrks
Estaba claro que el público tenía muchas ganas de brincar, saltar y dejarse la piñata en el pit. Y con los franceses Landmvrks tendríamos las primeras muestras de ello. Tras sonar la ochentera «Maniac» de Michael Sembello salieron al escenario enérgicos y con actitud genuinamente metalcore al ritmo de “Lost in a Wave”. Ofrecieron un buen bolo. Breakdowns y agresividad con la que el público empezó a gozar en el circle pit y corear los temas más populares de la banda. Una sorpresa para mí y un baño de realidad generacional, pues para mi persona eran unos absolutos desconocidos, no para los centenares de personas que ya se congregaban en la mediana de Razz. provocaron los primeros stage divings y circle pits desbocados. “Visage” fue uno de los platos fuertes del concierto, con el público coreando y siguiendo con el despliegue físico en el pogo. Después de poco más de media hora, se fueron triunfantes no antes de ejecutar “Self-Made Black Hole”, con buen sabor de boca. Dejando al público a punto de caramelo para los dos platos fuertes de la noche.
Knocked Loose
Bueno, bueno, bueno. Knocked Loose era el grupo que realmente quería ver. La nueva esperanza del hardcore, la banda que puede marcar el devenir de toda una escena. Después de dos discos y dos EP’s, que son canela de la buena, aún no han hecho ni un paso en falso en su carrera. También un grupo que por primera vez pisaba Barcelona, con fama de hacer unas actuaciones brutales, pero que, a veces, su sonido se hace bola a causa de la complejidad del odio sonoro que esputan. Así pues, iba con las expectativas altas. Y objetivamente debo decirte que no las defraudaron.
Sencillamente, son unas máquinas de aniquilación. Unos bulldozers sónicos. Máquinas perfectas de ejecución. Salieron sin dar tregua y fueron desgranando un setlist equilibrado. “God Knows”, de su excelente A Tear in the Fabric of Life (2021), sonó devastadora. sin un respiro, con Bryan Garris amo y señor del centro del escenario, con presencia fría, desafiante a la par que tímida, y falsamente calmada. Isaac Hale, a la guitarra, secundaba con los coros el protagonismo de Bryan, soltando los coros más hardcoretas y machacando las seis cuerdas. Cayeron “Billy No Mates”, “Belleville” o “Deadringer” haciendo las delicias del foso, ya entregado y poseído a los golpes y corros inevitables del pit. El tramo final, con susto y parada del bolo incluido (alguien los estaba pasando realmente mal en las primeras filas), fue de traca con “Mistakes Like Fractures”, “Counting Worms” y “Permanent”.
Knocked Loose ofrecieron un apoteósico concierto, al que solo le faltó algo de épica. También demostraron que no son fácilmente etiquetables. Es verdad que tienen una actitud muy hardcore, pero su sonido los emparenta más con el metalcore extremo de Converge, a los que, por cierto, les ha salido un buen relevo generacional con ellos. Atentos a sus pantallas porque lo de los chavales de Kentucky puede ser muy grande en no mucho tiempo. Excelentes.
Stick to Your Guns
Stick to Your Guns venían a presentar su último y más melódico álbum Spectre (2022), y a juzgar por la actitud del público, con una sala absolutamente entregada. Ofrecieron un concierto muy potente, sin fallos, y arrollador desde el inicio. Tras sonar A-ha, saltaron con las primeras notas de “Nobody”. Jesse Barnett es el auténtico maestro de ceremonias, secundado por una banda con muchas tablas, no dejaron títere con cabeza. Esto es hardcore amigo. Los breakdowns hardcoretas de “Empty Heads” daría paso al primer tema del nuevo álbum “Weapon”, que si quedaba alguien con un poco de aliento lo acabarían de perder. Locura máxima. El pit no cesa en sus hostilidades. Stage diving everywhere. Saltos, brazos en alto y la gente coreando las canciones para satisfacción de Jesse. La banda queda en plano secundario. Jesse manda.
Y así fueron descargando un set repasando su carrera, con especial protagonismo para Spectre. En un show canónico y correcto. Ellos siguen a lo suyo. “Such Pain” y “Hush” siguen dando consistencia a la banda que suena atronadora y el respetable disfrutando al máximo. No dan tregua hasta el tramo final donde se han guardado los ases en la manga para salir triunfantes de Barcelona. “We Still Believe”, “The Suspend”, “Amber” y el himno final y declaración de principios “Against Them All”.
Como te decía unas líneas más arriba, un show correcto con buena ejecución que hizo las delicias de un público ávido y necesitado de la energía que emanan bandas como Stick to Your Guns. Denuncia, breakdowns y ejecución muy buena. Buen concierto de Jesse y cia.
Enfilé el camino a casa con la sensación de haber pasado un buen rato y haber visto algo grande. En tus manos dejo que adivines a qué me refiero con algo «grande» y «pasar un buen rato»…
Sin embargo, bolazo global.
Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop… en resumen, la música es mi pasión.