Crónica y fotos del Knotfest - Recinto del Hellfest (Clisson, Francia), 20 de junio de 2019

Knotfest meets Hellfest: Slipknot coronados en la cima del metal

Slipknot

Datos del Concierto

Knotfest

Bandas:
Slipknot, Amon Amarth, Rob Zombie, Papa Roach, Behemoth, Ministry
 
Fecha: 20 de junio de 2019
Lugar: Recinto del Hellfest (Clisson, Francia)
Promotora: Hellfest - Knotfest
Asistencia aproximada: 60.000 personas

Fotos

Fotos por Beto Lagarda

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Regresamos nuevamente al Hellfest. Con ganas e ilusión damos la bienvenida a una nueva edición llena de bandas para todos los gustos. Viejas glorias venidas a menos, bandas emergentes y propuestas en firme de las bandas que deberían ser cabezas de

El primer Knotfest europeo de todos los tiempos nos citaba en Clisson 24h antes de lo previsto. La excusa no era nada mala, cuatro días de festival en vez de los tres habituales era un lujazo. Y el cartel era impresionante. Cerca de 60.000 personas asistirían al histórico evento, un día para el recuerdo por varios motivos: el primer Knotfest europeo y ver en directo la coronación de Slipknot como una de las bandas más grandes del metal de todos los tiempos.

Llegar a Clisson desde Barcelona es un ratito largo, aparcar otro ratito, desplazarte al recinto… Hacer cola para coger las acreditaciones 45 minutos parecen de risa comparado con las colas que forman los compradores de tickets y abonos que pueden llegar a pasarse 1h30 haciendo cola con las tiendas de camping, las cajas llenas de cerveza caliente, los sacos de dormir… eso sí, nadie se queja, nadie se cuela, nadie tiene prisa. Esa es la magia del Hellfest, todos o casi todos tenemos paciencia, sabemos que un macrofestival tiene sus ventajas pero también sus desventajas. ¿Para que ponerse nervioso si vas a hacer cola igual?

Una vez presentadas nuestras acreditaciones, cámara réflex chequeada y pulseras colocadas, entramos al recinto por la puerta VIP. ¡Bienvenidos a Hellfest! (o más bien, ¡Bienvenidos al Knotfest! )

Hellfest

Porqué todos sabemos que eso es el Hellfest, porqué la organización tubo la consideración de cubrir los letreros marcados con el nombre del festival para que nadie pensara que esto no era un Knotfest. Excelente. Mucha gente en el recinto, todas con cara de ilusión, pues arrancaba el que para casi todos es el evento musical del año. Para nosotros, los que firmamos la crónica y las fotos, es el séptimo, y no frenaremos en 2020.

Tras llegar algo tarde por todos los agentes que influyen en el desplazamiento de 900 km desde casa a Clisson, nos perdimos Sick of it All (aunque el fuerte volumen del día nos dejó escuchar perfectamente más de medio concierto mientras caminamos hacia la entrada del festival) y entramos cuando Amaranthe estaba rematando su media hora de show. O sea que entramos ya sin prisas pero con ganas de estrenarnos. Y el primero del día fue Ministry.

Hace dos años Ministry nos dejaron boquiabiertos con un show descomunal en Mainstage, uno de esos conciertos a los que acudes sin expectativas y te acaban volando la cabeza. Esta vez ya acudíamos con la certeza de que la demoledora máquina de metal industrial nos devoraría nuevamente, y así fue.

La banda del ya veterano Al Jourgensen es una banda de directos, los de Chicago acostumbran a verter más potencia de la habitual en sus shows. Vestido con una camiseta de Motörhead y con sus habituales y macarras pintas, sus rastas, sus mil piercings, sus gafas de sol… y sus gestos siempre reivinidcativos. Con tiempo de no más de siete temas, ninguno de su último trabajo Amerikkkkant, pero si tiempo para recrearnos con tres del que para todos es su mejor trabajo, el brillante Psalm 69: The Way to Succeed and the Way to Suck Eggs, del que nos brindaron “N.W.O.”, “Jesus Built my Hotrod” y la brutal “Just one Fix”.

También tres temas cayeron del álbum The Land of Rape and Honey, “Diety”, “Stigmata” y “The Missing”. El cierre del show fue con “Thives” del disco The Mind is a Terrible Thing to Taste. A destacar como siempre la gran labor de frontman de Al Jourgensen así como el papel de Sin Quirin y Cesar Soto en las guitarras. También a destacar el nuevo bajista Paul d’Amour, el que fuera el bajista original de Tool, que entró en la formación hace pocos meses tras la salida del carismático Jason ChristopherMinistry fueron pioneros en su estilo y, sin duda, siguien siendo una de las bandas más importantes de la escena industrial mundial.

Ministry

Tras los cinco minutos de rigor y un pequeño desplazamiento hacia el mainstage 2, arrancaban los infantiles coros de “Solve”, la intro de su último trabajo I loved you at your darkest de Behemoth, el álbum que venían a presentar en este Knotfest. Y como no podia ser de otra manera, la intro iría seguida de la espectacular “Wolves ov Siberia” igual que en el nuevo disco. Con los tres enmascarados saltando en la escena con sus mejores galas, con la más potente energía y entrega. Fuego, mucho fuego durante todo el concierto, incluso sangre. Behemoth sabe jugar sus cartas aún tocando en la hora de sol. Sus shows siempre son espectaculares. Nergal es uno de los mejores frontmans del metal extremo y lo sabe, se mueve como pez en el agua y mejora en un escenario grande ante miles de personas.

El segundo tema escogido fue la brutal “Ora Pro Nobis Lucifer”, uno de los mejores temas de la banda incluído en la obra maestra The Satanist, primer momentazo de la noche. “Bartzabel” fue cantada por todo fan pero el combo posterior formado por “Ov Fire and the Void” de Evangelion y “Conquer All” de Demigod arrasaron sin piedad.

Cuando Nergal apareció con la mitra obispal (el sombrero puntiagudo) el público alucinó, pues ese momento simbólico es potente, sobretodo cuando Nergal reclama su atención. El polaco está en forma, pero no se quedan atrás Orion, Seth e Inferno, el cuarteto es una de las formaciones extremas que están en mejor forma y su actuación fue impecable. “Sabbath Mater” del último disco precedió a la que ya es la canción que mejor respresenta a Behemoth: “Blow your trumpets Gabriel”, impecable tanto la banda como el lograr una especial comunión con el público que abarrotaba el recinto. Y el último tema, el cierre de un concierto impecable, fue para “Chant for Eschaton 2000” del disco Satanica. Otro momentazo en uno de los mejores conciertos del Knotfest.

Behemoth

Y ahora llegaba el turno de Papa Roach quienes saltaron sobre el escenario a por todas con su tema icónico “Last Resort” de su mejor trabajo, el ya veterano Infest del año 2000. Debo admitir que soy zero seguidor de la banda de Jacoby Shaddix, aún así me quedé a ver su espectáculo, pues al fin y al cabo estamos frente a una banda que cuenta ya con más de 25 años de actividad, será por algo.

Si bien voy a decir que en sus trabajos de estudio no me motivan, si admito que en directo ganan un plus, sobretodo por el carisma de Coby Dick con el micro, el californiano es un buen frontman y da suficiente juego como para hacerte disfrutar del concierto.

Los californianos acudían con nuevo disco bajo el brazo, el décimo álbum de estudio se titula Who Do You Trust?, un álbum bastante flojo publicado a principios de año que ha pasado sin pena ni gloria por los reproductores de todo el mundo. De él rescataron hasta cuatro temas: “Elevate”, “Feel like Home”, “Not the only one” y el tema homónimo “Who do you trust?”, temas que mejoran notablemente en directo, todo sea dicho. Casi una hora de show marcado por el calor, por la visibilidad de una banda de directos y por el recuerdo al malogrado Keith Flint de The Prodigy, banda de la que versionaron el icónico tema “Firestarter”.

Recta final con “Getting away with murder” que sonó impecable y el cierre con “… to be loved”, corte incluído en el disco The Paramour Sessions del año 2006. Un buen cierre para un notable show de Shaddix, Horton, Esperance y Tony Palermo.

Papa Roach

Aprovechamos el tiempo en que Powerwolf saltaban en el escenario para ir a cenar y recorrer parte del recinto. También para visitar El museo de Slipknot ubicado en una carpa de circo enfrente el escenario The Valley. Si bien no se trataba de un museo propiamente dicho, en él podías ver varios artilugios utilizados por la banda de Des Moines en toda su carrera: máscaras, trajes, artilugios usados en directo, instrumentos, discos de platino… un detalle más de un Knotfest brutal.

Muchas ganas y esperanza le tenia puestas a Rob Zombie. La primera y única vez que le vi fue en Hellfest hace un par de años y me aburrí hasta dormirme (literalmente) en un esperpéntico show bien entrada la noche. Esta vez decidí dar otra oportunidad al ex White Zombie y no me defraudó.

Con un escenario práctico pero currado, unas indumentarias y pinturas corporales niqueladas y un Rob en una forma increíble arrancaba el show al ritmo de “Meet the Creeper” seguido de “Superbeast” y “Living Dead Girl”, temas incluidos en su genial Hellbilly Deluxe. Un arranque de los que marcan un show épico, y así se desenvolvió la hora programada.

Poco a poco el concierto fue avanzando al ritmo de temazos incluyendo “More human than human” y “Thunder Kiss ’65” de su ex banda White Zombie. Así como los reclamos “House of 1000 Corpses” de The Sinister Urge y hasta tres temas del notable The Electric Warlock Acid Witch Satanic Orgy Celebration Dispenser.

La hora casi se cumplía cuando versionaron “Blitzkreig Bop” de los Ramones para el gozo generalizado de las más de 50.000 almas que presenciaban el show. Momento para promocionar su próxima nueva película “3 From Hell” de la que se proyectó el trailer y dar el pistoletazo a los primeros acordes de “Dragula”. El icónico tema de Rob Zombie que estalló en la fama por su aparición en el blockbuster Matrix, película que justamente cumplía 20 años ese mismo día, cosas del destino.

Final de concierto brutal para el que de momento era el triunfador del Knotfest. Un Rob Zombie impecable que me lograba quitar el mal sabor de boca de la anterior visita a Clisson. Enorme.

Rob Zombie

La recta final del Knotfest se encarrilaba con el enorme barco vikingo sobre el escenario principal del recinto y con el logo de Amon Amarth ondeando en una sobria imagen virtual gigante. Los primeros acordes de “The Pursuit of Vikings” daba arranque al esperado regreso de los suecos en Clisson. Amon Amarth es una de las bandas más queridas en el festival (se puede observar la gran cantidad de camisetas que llevan los fans durante todo el fin de semana).

La banda capitaneada por el carismático Johan Hegg basa gran parte de sus últimas giras en sus dos últimos trabajos, si bien no son nada del otro mundo, hay algunos temas que funcionan bastante bien en directo. “First Kill” y “Raise your Horns” de Jomsviking son dos notables temas y en directo ganan enteros.

Aunque los momentos más esperados de sus conciertos es cuando temas como “Twilight of the Thunder God” y “Guardians of Asgaard” o “Deciever of the Gods” retundan como rayo lanzado por Thor al mundo. Amon Amarth han logrado gestar una gran cantidad de himnos a lo largo de su ya dilatada carrera. Los de Tumba tienen uno de los directos más intensos que se pueden disfrutar a día de hoy y en festival se mueven como pez en el agua, usan fuego, emplean bien todo el escenario y saben jugar con y para el público.

Momento divertido cuando dos “vikingos” saltaron al escenario, espadas y escudos en mano, para brindarnos una batalla que poco tenia de amateur. “Guardians of Asgaard” retumbó en Clisson en la recta final del concierto, ¡que temazo!, seguida de una “Raise Your Horns” que han tomado como himno, momento de levantar las cervezas al aire, sea en vaso o en cuerno vikingo, y brindar por un gran concierto.

Un hinchable gigante de un cracken inundó el escenario mientras los primeros acordes de “Twilight of the Thunder God” hacían estallar a la hinchada. Johan Hegg con un Mjolnir, el martillo de Thor, en mano golpeándolo al suelo mientras las llamas de los fuegos inundaban el escenario. Gran final para un soberbio concierto.

Amon Amarth

Y finalmente llegó el momento más esperado de la jornada (y posiblemente uno de los más esperados de la semana). Una gran pancarta, gigante a decir verdad, con el nombre de Slipknot cubría el escenario principal en Clisson. La malvada intro “(515)” del discazo Iowa daría el pistoletazo de salida de un intenso concierto de los norteamericanos. Pancarta abajo y un arranque bestial con “People = Shit”. La marea humana enloqueció, nos aplastó. Habiamos logrado posicionarnos enfrente el escenario, a pocas filas del mismo, pero el movimiento agobiante de miles de personas nos obligó a recular varios metros y escapar de lo que parecía un infierno. Así, pasamos casi todo el tema escapando del burullo. Pese a esto, pudimos disfrutar como es debido del temazo atemporal.

“(sic)” no bajó las revoluciones sino más bien al contrario. Hasta cinco temas del disco homónimo Slipknot retumbaron en Clisson, tras “(sic)” llegó “Get this” del mismo disco. Brutal. Tras tres temas, momento para analizar la situación, Corey afirmando que estaba especialmente ilusionado en poder estar aquí y ofrecernos el primer Knotfest europeo de todos los tiempos. Una ilusión que se notaba en las caras que se intuían tras las máscaras, en la entrega de cada uno de los alocados de Iowa.

Hablando de máscaras, horrible la de Corey que le da una pinta de gordo y dejado que no veas… pero él prefiere seguir con ella, lo respetamos. El primer tema de su inminente nuevo disco We are not your kind fue la excelente “Unstained” que hizo vibrar a los fans que la cantaban como si de un clásico se tratase.

Poco a poco se irian sucediendo tema brutal tras tema brutal, los primeros acordes de “Disasterpiece” de Iowa hicieron enloquecer nuevamente al público, tema que precedió a una increíblemente recibida “Before I Forget”, uno de los momentos más intensos de la noche. “The Heretic Anthem”, la bestial “Psychosocial” acabaron de arrasar por si te quedaban dudas de que este show sería monumental. Si te dejan elegir los ocho primeros temas de el show, no lo haces mejor de lo que hicieron ellos.

El tramo central del concierto bajó algo las revoluciones, “The Devil in I”, “Prosthetics”, “Vermilion”, “Custer”, “Sulfur” y la novata “All out Life”. Increíble el setlist que nos brindaron.

“Duality” retumbó atronadora, el tema de Vol.3: The Subliminal Verses es enorme. Sirvió para marcar un pequeño receso en el que poder tomar aire, pues el bis final sería infernal. “Spit it Out” y “Surfacing” cerraron el mejor concierto de la noche, un concierto que dificilmente alguien va a olvidar y que seguro no omitiremos cuando repasemos los mejores conciertos de 2019. Impecable.

Slipknot

La decepción de día: no poder hacer fotos en el foso por las colas inhumanas de fotógrafos

Los temazos del día: “Dragula” de Rob Zombie y “People = Shit” y “Duality” de Slipknot

La sorpresa del día: El descomunal concierto de Rob Zombie

El grupo del día: Slipknot