L.A. Witch – Play With Fire

L.A. Witch presenta su segundo álbum Play With Fire; garage rock desde Los Ángeles. «Fire Starter» es el punto de ignición. Es un tema potente, con reverb generalizado, ideal para familiarizarnos con su sonido y con la voz de su vocalista. En riffs y pequeños solos de «Fire Starter» se aprecia cierta influencia de Black Sabbath, lo cual son palabras mayores. Dos ruedas se desplazan por la carretera en el segundo corte, «Motorcycle Boy», un tema en el que se establece una sensación de liberación con voces sensuales y nostálgicas. En este aspecto, tiene cierto aire a The Shangri-las. Es una canción de amor, inspirada en forajidos del cine clásico como Marlon Brando y Steve McQueen.

«Dark Horse» galopa por zonas áridas con un ritmo hipnótico, un poco de psicodelia y un cambio de ritmo a tres cuartos de canción apoteósico. «I Wanna Lose» contiene un incisivo riff de guitarra, una batería precisa y un bajo eficiente. En sus letras, se aprecia una temática clásica del perdedor, eternamente asociada al rock ‘n’ roll.

El siguiente corte, «Gen Z», es de mis preferidos. El tema se vertebra en una sencilla batería marcando continuamente el ritmo, una actitud desafiante en sus textos y en su guitarra rítmica. Es un corte oscuro con cierto aire a The Cramps. «Sexorexia» presenta un sonido saturado, un poco grunge. «Maybe the Weather» es melódico, psicodélico, nostálgico. Ahora llega «True Believers», la canción más acelerada y más punk, y la más corta del disco. El bajo en tónicas vertebra toda la melodía.

Con «Starred» finaliza este segundo trabajo de la Bruja de Los Ángeles; reverb a tope y psicodelia cósmica ambiental. L.A. Witch tienen variedad de influencias, y en Play With Fire podemos apreciar garage rock, psicodelia, punk, rockabilly y ciertas melodías pop, pero con un grado conjunto de oscuridad. En este segundo trabajo, se nota cierta evolución y mejora.

No podemos olvidar que su trayectoria es corta, y que sin lugar a dudas están aquí para incendiar el panorama actual. Play With Fire es un disco de estudio que muestra muy bien la energía que pueden desprender estas chicas en directo. Es curioso que la aparente variedad estilística que comentábamos proyecte un sonido unificado en todo el álbum. Quizás el uso global de la reverberación, su sonido oscuro y saturado, así como la envolvente voz de Sade Sánchez, tengan algo que ver.

Disfrutemos de este Play With Fire, que no engaña a nadie; unos 30 minutos de garage rock, ardiendo de inicio a fin, directos y sin florituras ornamentales. Estaremos pendientes de la evolución de este power trio en su próximo trabajo, pero hasta entonces disfrutemos de esta combustión.

Víctor Salas

Me gusta la música en su abanico más amplio, las películas de terror con sus monstruos más famosos, y leer sorprendentes relatos.