¡Al fin llegó el día! Después de un inesperado cambio de sala y ciudad por fin pudimos disfrutar de la descarga metálica que los Leo nos tenían preparados. Y por si fuera poco, no hacían más que llegar noticias del pedazo de concierto que se marcaron en Madrid días antes como final de gira, por lo que la impaciencia se hacía más evidente.
A pesar de haber seguido los trabajos de éste luchador durante éstos veintipocos años de carrera, ésta era la primera ocasión en la que asistía a uno de sus conciertos, por lo que mis expectativas estaban muy altas viendo lo que contaban las crónicas.
Tres cuartos de hora antes de la apertura de puertas ya había un más que respetable número de personas haciendo cola junto a la sala, lo que presagiaba un buen ambiente en el interior. Lamentablemente, una vez dentro, pudimos comprobar que se ocuparía poco más de media entrada, pero afortunadamente no desmerecería el buen rollo que se daría en todo el concierto.
Siguiendo los horarios marcados por la organización entramos a las 21:30, dando tiempo a hidratarnos y saludar al compañero Manu Damea, responsable de las magníficas fotografías del concierto, hasta que pasados un par de minutos de las 22 se apagaron las luces dando paso al tema principal de la película Conan el Bárbaro (1982), momento en el cual la gente comenzó a acercarse al borde del escenario mientras los músicos iban ocupando posiciones. Leo fue el último en aparecer entre sonrisas y saludos, breves, porque una vez se ajustó la guitarra y saludó al personal comenzó la descarga que nos traían preparada.
Comenzaron con la enérgica “La Era de la Individualidad”, temazo de su recientemente estrenado video. Le siguieron “Desde Niño” y “Misantropía”. Leo demostraba sus buenas maneras como guitarrista. Seguidamente aprovechó para interactuar con el público, demostrando su agradecimiento a los presentes a éste concierto y los realizados durante los dos años y medio que llevan girando con La Factoría del Contraste (2016).
Como todo no iba a ser buen rollo, descargó “Hambre” después de dar un repaso a la cruda realidad del tema. Le siguieron “Con Razón y sin Razón” y “Volar” antes de bajar un poco la intensidad y regalarnos las emotivas “Vuela Alto” y “Caballo Viejo”. El potencial vocal de Leo a estas alturas de gira es simplemente espectacular, teniendo en cuenta que alterna su actividad con Stravaganzza. Como frontman no vamos a descubrir nada nuevo, es increíble como su delgada presencia llena todo el escenario derrochando un carácter y una actitud que desborda fuerza y buen rollo a raudales. Sin olvidarnos del pedazo de banda que lo acompaña, Carlos Expósito a la batería en una auténtica locomotora, Antonio Pino y Rufo J. Cantero a las guitarras y Edu Fernández al Bajo son melodía, contundencia, delicadeza y agresividad. A la vez que muestran lo bien que se lo pasan sobre el escenario.
Leo nos invitó a mostrarle nuestra pericia en las voces guturales y participar dándolo todo en los coros de los temas “No hay más Canciones para ti” y “Soy Libertad”, ya que Mero Mero no había podido acompañarle en este concierto. El ambiente estaba más que caldeado, en parte por la ausencia de aire acondicionado a petición del propio Leo para proteger la voz, estábamos más que entregados a la fiesta. “Condenado” no dejó bajar el nivel dando paso a la primera de las versiones de la noche, la cual comentó que iría incluida en su próximo trabajo. Se trataba de una versión de “Still Alive” (“Aún Vivo” por Leo) de los suecos Nocturnal Rites, reivindicando el legado de esta banda e invitando a los que no la conocieran que la buscaran en las redes.
“Del Amor al Odio” dió paso a la piel de gallina (literal en mi caso) al interpretar el clásico “Neon Knights” de Black Sabbath, homenajeando a Dio (Rock In Peace). Le siguió “Keroseno” con la participación de Adrián Aguilera de Silver Fist como tercer guitarrista, Leo había aparcado la suya a medio concierto para centrarse en la voz.
Seguidamente bromeó con la idea de acabar el concierto, agitando al público para que jaleara y así seguramente tocarían alguna más. El buen humor estuvo presente en todo el show.
Después de un breve descanso y cambio de camisetas, ya que el calor apremiaba, siguieron con “Un Día Más” y la brutal adaptación de “El Lago” de Mago de Oz, tema que han hecho propio dándole una nueva personalidad. Como broche final contaron con la participación de Israel Ramos de Avalanch finalizando el concierto con la espectacular “Perro Traidor” de Saratoga. Me encanta este tema y lo canté como si me fuera la vida. Pasaron dos horas como un suspiro, un show intenso que me dejó con ganas de más.
Después de la foto de rigor con todos los presentes, fuimos desfilando para casa con ganas que el bueno de Leo vuelva pronto con cualquiera de sus múltiples proyectos. Allí nos volveremos a ver las caras.
Setlist Leo Jiménez:
La Era de la Individualidad
Desde Niño
Misantropía
Hambre
Con Razón y sin Razón
Volar
Vuela Alto
Caballo Viejo
No hay más Canciones para ti
Soy Libertad
Condenado
Aún Sigo (“Still Alive” Nocturnal Rites cover)
Del Amor al Odio
Neon Knights (Black Sabbath cover)
Keroseno (Colabora a la guitarra Adrián Aguilera de Silver Fist)
Un Día Más
El Lago (Mägo de Oz cover)
Perro Traidor (Colabora Cristian Ramos cantante de Avalanch)
Salud y Heavy Metal.
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.