Si hay una serie española que lo ha petado globalmente en los últimos tiempos, esa es La casa de papel. Por si alguien no sabe de qué se trata, un grupo de atracadores, a las órdenes de alguien que se hace llamar El Profesor y ataviados con un mono rojo y una careta de Dalí, decide atracar el Museo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Luego hay una segunda parte que, por eso de los spoilers, no contaremos.
Una de las reglas de ese Profesor es que los atracadores no deben entablar relaciones personales y usar nombres falsos. Para ser más exactos, nombres de ciudades de todo el mundo. Y basándonos en este concepto, os traemos unas canciones que, perfectamente, podrían dar nombre a los protagonistas.
«BCN» por Jaime Arjona
Artista: Afraid to Speak in Public
Álbum: Showcase (1995)
Autores: Javier Montilla «Monti», Mariano Vera, Carlos Álvaro y Rafa Juan
«BCN, la ciudad crece, BCN se ha convertido en un bonito escaparate al resto del mundo…» así, con un deje a lo chicano nos daba la bienvenida Monti a la «BCN» de los Afraid to Speak in Public, una banda que nos sorprendió hace ya casi 30 años con una propuesta fresca, descarada y original, tan descarada que dio la sensación de no encajar por momentos en el puzzle de la industria musical más cerrada y lineal.
Surgidos en la Barcelona molona post olímpica, aquella que ya tenía hecha la cirugía estética, una Barcelona d.C. (después de Cobi) que contaba con una escena musical envidiable, una puta ciudad que siempre he amado y odiado a partes iguales, como también lo hicieron Afraid to Speak in Public con este bailongo y crítico tema que se incluía en su segundo disco Showcase (1995). Divertido corte con una animada parte central en plan corrido rockabilly mexicano (o por lo menos siempre me dio ese toque) que terminaba con Monti desgañitándose en un hardcore marca de la casa. ¡¡Cómo lo petaron los de Badalona por aquél entonces!! Con unas influencias que iban desde Primus a Minor Threat y pasaban por Faith No More, Today Is the Day o Subterranean Kids, también de Barcelona. Monti, Mariano y compañía se disolvieron poco después de su tercer disco de homónimo título lanzado en 1997 (volviendo a reunirse en 2012 y con la duda por mi parte de si aún están en activo), pero dejaron mucha huella en nuestra cultura musical. «BCN» era mi Barcelona, la de la KGB y la Garatge, la de los garitos guapos de la Marina pre 22@, la de Tallers cuando aún tenía cierta magia, la de Ktulu (con permiso de L’H), 24 Ideas, Corn Flakes, Xmilk, Aina o Groove Crew. La Barcelona de ver a músicos tocando en cada rincón de la ciudad, como aquellos Lotus Iter que se ponían los fines de semana en plenas Rambles a la salida del metro de Plaça Catalunya, algo impensable en estos últimos años. En ese tiempo un conocido que frecuentaba los mismos locales que yo, del que ni recuerdo ni el nombre y me sacaba unos cuantos años me decía: «Ahora los garitos son una mierda, el Psicódromo y la 666 si que molaban, pero tú eres un crío y no los conoces…»
No lo dudo, seguramente cada persona tenemos nuestra «BCN» favorita, la que nos ha dejado más huella, pero la noventera que a mí me tocó molaba que te cagas, así que «…bueno, estamos hasta la puta polla que no hagan más que tomarnos el pelo, anda y que los den por el puto culo… cabróóónnn.»
«Lisbon» por Xavi Prat
Artista: Angra
Álbum: Fireworks (1998)
Autor: André Matos
«Lisbon» fue la primera canción, que no la única, que me vino a la mente al salir este top. Quizá sea porque la considero un temazo, una de esas canciones tan Matos (que en paz descanse) que se encuentran en los tres primeros discos de Angra. Como las composiciones clásicas del malogrado cantante, «Lisbon» es suave, dulce, melódica, casi melancólica. Perfecta para un día de lluvia. Tanto es así que hace más de 20 años que tengo la ilusión de ir a Lisboa en coche y, al entrar en la ciudad, hacer que suene el tema.
Siempre se ha dicho que Fireworks (1998) es el álbum más flojos de los brasileños, y si tenemos en cuenta su época buena (que dura hasta el Temple of Hate (2006)), estoy de acuerdo. Pero eso no significa que sea un mal disco, en absoluto. Si bien es cierto que la producción es mejorable y que ya se podían oler los problemas internos, el disco tiene un buen puñado de temas notables, entre los que destaca nuestra protagonista.
Curiosamente es, también, el nombre de uno de los personajes de la serie, al menos en la segunda temporada, así que se le puede sacar poca originalidad. El personaje en cuestión, eso sí, nada tiene que ver con el tema de Matos. El de la serie tiene más mala leche y ganas de actuar.
Así que ya sabéis, si vais a la capital lusa, no os olvidéis de llevaros a Angra con vosotros.
«Stalingrad» por Pablo Martín
Artista: Nightingale
Álbum: Invisible (2004)
Autor: Maxus Widar
La guerra siempre ha sido uno de los temas recurrentes en las canciones del rock y del metal. Así que al ver el nombre de una canción que lleva el nombre de la ciudad donde tuvo lugar una de las batallas más famosas de la segunda guerra mundial, la temática se infiere rápidamente. Stalingrad es el tema que cierra Invisible, disco de 2004 de los suecos Nightingale.
Musicalmente la canción está dividida en tres partes. La primera donde solo están presentes la voz de Dan y teclados que melancólicamente van creciendo mientras un soldado alemán que acaba morir describe su pasado, la escena que ve a su alrededor y los motivos por los que le hicieron creer que debía estar ahí. Hasta que en la segunda parte explota con un indignado «Tell me why?» al que le siguen varias estrofas a ritmo mucho más rápido en las que el soldado sigue describiendo la escena y al final culpa a una mente loca de la situación y aprovecha para decir que estaban luchando también contra el invierno y el frío. La tercera parte es similar a la primera, pero con toda la banda tocando (lo cual le añade épica y rabia) y un solo breve y sentido que pone la guinda al cierre de una gran canción, que a su vez cierra un disco enorme.
«Algiers» por Beto Lagarda
Artista: The Afghan Whigs
Álbum: Do to the Beast (2014)
Autor: Greg Dulli
Temazo como la copa de un pino este «Algiers» de los siempre increíbles The Afghan Whigs. Cuando mi amigo Xavi Prat nos propuso la idea de este top, mi elección fue rápida y fácil, no conozco una canción mejor para la ocasión que «Algiers».
La primera canción de los de Cincinnati en más de 16 años y que sirvió como anticipo del que sería su séptimo álbum de estudio titulado Do to the Beast (2014). «Algiers» es una canción triste de amor que rápidamente se ganó la confianza y el amor de los fans de Greg Dulli. Haciendo gala del mejor rock soul, «Algiers» es una canción desgarradora que invita a abrazar al que tengas al lado. Guitarra sutil adornada con una percusión variada que te estremece el alma. Voces cálidas y melancólicas de un Greg muy inspirado… Un temazo atemporal.
«Helsinki» por Ray Molinari
Artista: Soilwork
Álbum: Death Resonance (2016)
Autores: Björn Strid y David Andersson
Tenía varias canciones sobre la mesa, pero al final me decidí por la que lleva el nombre de Helsinki, porque es el nombre de mi personaje favorito de la serie, que interpreta Darko Perić, el actor que mejor me cae y quien también tiene su faceta musical. Os recomiendo buscar la brutal versión del «Bella Ciao» que grabó.
Quien firma la canción, son los suecos Soilwork, país de grandes bandas como Backyard Babies o Ghost y de grandes futbolistas como Henrik Larsson o Zlatan Ibrahimovic, y decidieron dedicar una canción a la capital de su país vecino, Finlandia. No es la única vez que tanto Björn «Speed» Strid y David Andersson dedican una canción a una ciudad. Ya hicieron lo propio con Barcelona en el Sometimes the World Ain’t Enough (2018) con su otro banda The Night Flight Orchestra.
«Helsinki» apareció en el recopilatorio de rarezas Death Resonance (2016), siendo esta canción una de las nuevas incluidas, compuesta durante la grabación de su directo Live in the Heart of Helsinki (2015). Se trata de una pieza en la linea habitual de la banda, con sus guitarras duras y rápidas, y con una voz de Björn más death que la que le oímos en sus otros proyectos.
«Jerusalem» por Susana Masanés
Artista: Von Hertzen Brothers
Álbum: War Is Over (2017)
Autores: Jonne Von Hertzen, Kie Von Hertzen y Mikko Von Hertzen
Tema complejo el que deciden abordar los hermanos Von Hertzen (Jonne, Kie y Mikko) con «Jerusalem». Partiendo de la base de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la que se incluye el derecho de los seres humanos a solicitar asilo a otros países en situaciones de persecución, tortura, crueldad o trato denigrante o inhumano en el propio país, este tema nos narra las vicisitudes de las personas que abandonan sus países por los conflictos bélicos existente en ellos. El protagonista se despide de su tierra, Jerusalén, en busca de un destino mejor sin saber lo que el futuro le deparará, pero con la certeza de que debe huir pues su lugar ya no está allí.
El vídeo de este tema nos presenta la historia (real) de Bakr Hasan, un inmigrante iraquí que en el año 2016 recibió una denegación de asilo del servicio de inmigración de Finlandia (país de origen de esta banda). En él se intenta «humanizar» el problema, mostrándonos los sentimientos de aquellas personas que se encuentran en este tipo de situación extrema. No sólo han tenido que dejar su tierra natal, sino que además no pueden iniciar una nueva vida debido a la inoperancia y complejidad de los procesos judiciales en los países de acogida.
Este vídeo fue lanzado el 10 de diciembre de 2018 coincidiendo con el 70º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos con la intención de recordarnos que debemos priorizar el respeto, el amor y la comprensión entre culturas si queremos coexistir en este complejo mundo en el que nos ha tocado vivir.
A nivel musical personalmente me parece un tema como la copa de un pino. Sintetizadores a tope por parte de un artista invitado, Janne (Burton) Puurtinen de la banda finesa HIM, acompañan a un ritmo marcial inicial que acaba sonando atronador cuando la batería despega. Sami Kuoppamäki es el baterista encargado de trasmitir ese ritmo «bélico» a lo largo del tema, que, aunque enmascarado bajo la apariencia de una balada, va evolucionando, mostrándonos diferentes capas e intensidades. En este sentido sí podríamos encajar el tema en el paraguas (cada vez más amplio) del progresivo, estilo en el que se suele encasillar a esta banda, aunque no sabría decir si estoy totalmente de acuerdo con esta etiqueta. Lo que sí puedo afirmar es que suena todo muy exquisito, hay una infinidad de detalles muy bien cuidados y mucha originalidad a nivel compositivo por parte de estos tres hermanos que en su país natal son sobradamente conocidos.
Muchos de los que nos acercamos al festival Rock the Coast del 2019 descubrimos a Von Hertzen Brothers allí y gracias a su tremendo directo, en el que «Jerusalem» hizo acto de presencia, nos enganchamos a su propuesta musical. Fueron una de las grandes sorpresas del festival.
«Bilbao» por Puti Allin
Artista: Radiocrimen
Álbum: Las peores cosas imaginables están ocurriendo ahora mismo (2020)
Autores: Txarly Usher y Luis Punk
Si alguien aún no sabe de quién se habla al escuchar el nombre de Radiocrimen, hoy es tan buen día como otro cualquiera para conocer a estos veteranos de la escena más macarra del norte. El quinteto, que está a punto de pasar el umbral de la década, se hizo notar desde su primer lanzamiento gracias a su punk rock con regusto a sonidos clásicos, y destacando las letras de Txarly Usher, quien lleva cerca de treinta años repartiendo poesía oscura y combativa en innumerables proyectos, y todos de una calidad evidente.
El quinto (y último, por el momento) trabajo que la banda nos dejó no iba a bajar el listón, y en él encontramos trece envolventes píldoras entre las que encontramos la que hoy nos ocupa, «Bilbao», en el que podemos disfrutar de una calmada pero rabiosa radiografía de los dos Bilbaos que sus habitantes han conocido.
El primero, el Bilbao humilde y obrero, luchador sin tregua, fuertemente marcado por el carácter industrial de Bizkaia, donde los gaztetxes se encargaban de que la ciudad no durmiera los fines de semana y las asociaciones y colectivos de que la lucha no parase entre diario.
El segundo Bilbao, que según palabras del propio Txarly nació en 1997 junto al museo Guggenheim, es una ciudad pensada para el turista cool, con sus paisajes urbanos de postal, sus imponentes edificios, sus locales de moda y unas calles adormiladas donde la protesta social apenas tiene espacio. Citando al escritor del tema al preguntarle sobre él:
“Dos ciudades distintas para dos mundos distintos. Ahora ya no hay gaztetxes pero hay megafestivales, no hay lucha pero hay rascacielos, la ría está limpia pero la ciudad ahora huele a las cloacas del capital.”