En la noche del 6 de abril tuvo lugar una velada de metal pesado y rabioso en los Blokes Fantasma de Lesseps, Barcelona.
El evento, que comenzó con retrasos de hasta una hora, motivo que marcaría un ritmo más frenético durante el desarrollo de los conciertos, tuvo una buena acogida, con un público entregado de principio a fin que fluía entre el interior y el exterior de la sala, inundándola hasta un 80% del aforo.
GROUND
Los encargados de romper el hielo fueron el dúo de sludge Ground, de la Condal. Ya desde el principio, los acordes pesados de Marcos, como si del “guitarrista de Hamelín” se tratase, arrastraron hacia el escenario las hordas de melenudos que se congregaban a las puertas de Los Blokes haciendo tiempo.
Con tan solo sus cuerdas vocales, las cuerdas de su SG amarilla y las baquetas de Edu, el nuevo fichaje a la batería, domaron las tablas del Centro Cultural, haciendo oscilar de manera hipnótica a los asistentes mientras los mismos cimientos del Parc Güell temblaban a escasos metros. Presentaron un setlist balanceado, con deliciosos avances de su inminente segundo lanzamiento entre cortes ya clásicos de su debut, I. Su nuevo disco se grabará en los sucesivos meses, y será publicado a finales de año.
Óptimo sonido el de los barceloneses, que se unían armónicamente a la sala en una experiencia perfecta de cómo debería sonar una banda pesada sin saturar de acúfenos los días posteriores.
Setlist Ground:
Ritual
Penumbra
Implora
Cazador
Nuevos temas aún sin título definitivo de su segundo disco
A TOMBA OBERTA
Sobrados de potencia y, en este aspecto, contrarios a sus precedentes, subieron al escenario el power trio de death metal A Tomba Oberta. Defendieron a capa y espada su metal mort, rabioso y pútrido. Con un setlist estudiado fueron acelerando al personal, desde sus temas más pesados hasta los más frenéticos, sin dar tregua a una turba ya caldeada por Ground.
A dúo, las graves voces guturales de Emilio y Andreu golpeaban de un lado a otro un mar de cabezas agitadas al son de los poderosos riffs old school. La visceral batería de Valenciano compactaba la onda sónica de A Tomba Oberta en una primitiva paliza acústica que pocos tímpanos dejó intactos. Además de blandir las baquetas, V se aventuró a cantar el inicio de «On neix el Foc».
Pese a tener que acortar la actuación en dos temas por falta de tiempo, los barceloneses hicieron un tremendo repaso de su discografía, incluyendo algunas canciones aún no editadas. El balance de víctimas dejó muchos más cadáveres para tirar al río.
Setlist A Tomba Oberta:
El Botxí
Cadàvers Al Riu
Vells Dimonis
La Pluja Negra
El Meu Pitjor Enemic
L’Infern De Sorra
La Torre
On Neix El Foc
Abisme
Promeses
Último Sole
LA CASA FANTOM
Y llegados a este punto, los noruegos La Casa Fantom toman el control de los Blokes Fantasma… ¿Coincidencia? No lo creo… Armados con “tan solo” una batería, un bajo y la electrónica que ellos mismos construyen para amplificar su sonido, Bård y Lars dejaron fluir su amalgama musical por todas las esquinas de la sala.
Presentando su último lanzamiento de siete LPs, Burning Eyes, la banda terminó de devastar un público sumido en un trance violento por el sonido atmosférico, pero a la vez pesado y vehemente, de su música. Ésta avanzaba entre crowdsurfers y pits como una niebla espesa que emerge de los fríos bosques noruegos, punzando el sistema nervioso de todo mamífero que se encuentraba en su camino.
En su setlist, compuesto por temas de su penúltimo disco, Kill Me Clean, y su último lanzamiento, Burning Eyes, íntegro, dejaron claro que la banda es un ente vivo que evoluciona, absorbiendo influencias de muy variados estilos, construyéndose a sí mismo con cada trabajo.
Setlist La Casa Fantom:
Cursed
Note to self
Red horizon
Demons
Show me the way
Insides out
Burning eyes
Fuentes no contrastadas dicen que el mismísimo dragón del Parc Güell huyó despavorido ante la aplastante brutalidad que trajeron estas tres bandas al Carmelo. Sea cierto o no, la noche cumplió con las expectativas del público, con una muy buena conexión entre artistas y asistentes en una perfecta muestra de cómo llenar el escenario (y la sala entera) sin necesidad de ser Dios y la Madre sobre la tarima.
Anacrónico. Amante del sonido analógico y lo-fi. Músico y melómano, lector y escritor, desde pequeño. Crecí flotando en una gran variedad de estilos musicales, con predominancia del hard rock, hasta que llegué a la adolescencia y me topé con el metal. Apasionado del terror en todas sus formas, del gore y la serie B (e incluso Z), tiendo a escoger metal extremo como banda sonora de mi vida. Pero creo que cerrarse en un solo estilo es cerrarse a la música.