Había llegado la noche de la conexión Barcelona-Madrid que el pasado año conectó a Degraey con los madrileños Deriva, a la que para esta ocasión se habían unido los parisinos Dragunov, para dar algo más de oscuridad y de ruido si cabe a la velada, esta vez con Degraey como maestros de ceremonias. Esto fue lo que dio de sí la noche.
Dragunov
El evento se presentaba prometedor y la sala se fue llenando progresivamente cuando el dúo parisino se disponía a subir al escenario a desplegar su potente post-metal instrumental, los dos con máscaras de gas entre mucho humo, y al igual que en su recién sacado trabajo Arkhipov (2020), la elegida para abrir la velada era “Horizontal”, oscura y potente, nada inesperado tratándose de los franceses. Ya sin máscaras y continuando con el orden de Arkhipov continuaba “Keldysh”, con un inicio más lento pero igualmente atrapante cargado de la atmósfera industrial que les caracteriza. Ambos se mostraron muy enérgicos desde los inicios y así siguieron durante todo el resto del bolo, llegando a recordar al dúo alemán Mantar por momentos, influencia evidente de los de París. “B-59” continuaba manteniendo el mismo nivel, aportando algo más de melodía y tranquilidad, dentro del sonido tenebroso de la misma, para pasar al primer contacto con su anterior trabajo, Korolev (2018), con “Kosmonavt”, también más melódica que las primeras con una intro que tira más hacia el post en la que predomina la guitarra aguda, que seguiría durante todo el corte sobre una base loopeada, cosa que se repitió durante todo el bolo. Y ahora sí, era el turno de “Kolesnikov’s Letter”, primer single de Arkhipov, para que no nos acostumbráramos mucho a las melodías, y es que este tema no da tregua prácticamente en ningún momento, en el que destaco la energía y la velocidad de la batería hacia la segunda mitad, sobre la agresiva guitarra. Lo cierto es que los franceses dieron un bolo más largo de lo esperado, teniendo en cuenta que aún quedaban dos bandas más por tocar, lo que hizo ver que se sentían cómodos en el escenario de la Rocksound, ya que el público respondía bastante bien. Para cerrar las elegidas fueron “Spas Mir”, también del nuevo material, en la que predomina de nuevo la guitarra aguda y un tempo más lento, y “Belka I Strelka”, otra de las potentes y una buena paranoia tanto en disco como en directo, en la que incluso el guitarrista se animó a bajar al público animando a la gente para lo que quedaba de noche. Buena descarga e interesante propuesta la de los franceses que se bastaron solos para dar un buen inicio de fiesta en la Rocksound.
Setlist Dragunov:
Horizontal
Keldysh
B-59
Kosmonavt
Kolesnikov’s Letter
Spas Mir
Belka I Strelka
Degraey
Pasadas las 23 horas era el turno de los anfitriones de la noche, una banda muy sonada los últimos años en el panorama post-metal de Barcelona y de España, que siguen moviendo por allá donde pueden su gran último álbum Reveries (2019), el cual me tiene conquistado desde el primer momento que lo escuché. Como ya hicieron en la presentación del mismo el pasado año en Razz 3, el concierto estuvo compuesto íntegramente por Reveries al completo, esta vez con una sorpresa final. No me dedicaré a analizar cada tema en detalle como ya hice en aquella ocasión, cuya crónica pueden encontrar en la web de Science of Noise, pero si recalcaré los momentos que a mí más me llegan de sus canciones. El bolo abrió como de costumbre con “Nurture” al igual que el álbum, cuya impresionante intro que pasa de las guitarras más melódicas por parte de Iván y Víctor a los desesperados gritos de César tras los parches, es un reflejo transparente de lo que esta banda aporta a los oídos. Oscuridad y luz a partes iguales, gritos y voces calmadas, riffs potentes y progresivos intercalados con etéreas melodías. El pasado 7 de febrero Degraey demostró una vez más que son una banda a la que le queda un largo recorrido y que están en un estado espléndido de forma, y que están perfectamente compenetrados entre ellos.
Tras prácticamente cerrar el bolo con, para mí, sus dos mejores temas; “Back to Dust” y “The Inert”, todavía tuvieron tiempo para más y nos regalaron “Black Bass” de su anterior trabajo, Crhysalis (2016) como fin de fiesta, cosa que la Rocksound más abarrotada de aquella noche agradeció. Se notó que la gente tenía ganas de una buena dosis de Degraey en vena.
Setlist Degraey:
Nurture
Not so Far
Woven Conscience
Sprawling Nest
Back to Dust
The Inert
Deriva
Antes de empezar el concierto de los madrileños, hay que puntualizar la pena que fue que la sala se vaciara notablemente al finalizar el concierto de Degraey, posiblemente debido a la prolongación inesperada del primero de los conciertos. Eso sí, esto no permitió que el cuarteto se viniera abajo ni mucho menos, ya que demostraron por qué tanto se habla de la energía que desprenden sobre el escenario, sin duda uno de los puntos más fuertes de la banda.
Al igual que sus dos predecesores de la noche, empezaron el concierto de la misma manera en que lo hace su trabajo más reciente, en este caso Haiku I (2019). El primero de los tres versos que conforman el poema es “Lluvia Templada”, tema muy bien elegido para abrir tanto el álbum como el concierto, en el que encontramos melodías agudas, riffs oscuros y arpegios acústicos, todo ello sobre las virguerías de Álvaro con las baquetas, que demuestra durante todo el tema su versatilidad. Tras este muy buen comienzo tocaba ir un paso atrás en el tiempo, concretamente a 2016, año en el que sacaron su homónimo trabajo, Deriva (2016). La elegida fue “Adrenaline”, con un corte bastante más metalero y oscuro que la anterior, pero con un denominador común muy detectable que son los continuos punteos agudos de Minchy en la guitarra solista. No fue casualidad que fuera considerado el mejor guitarrista del último concurso Villa de Bilbao; el tío es energía y técnica a partes iguales. Volviendo a Haiku I, era el turno del tercer verso, “Cerezos sin Flor”, más suave siguiendo la línea de Haiku I, del que destaco unos punteos que se quieren acercar al flamenco por momentos, antes de oscurecerse por completo hacia la mitad, para luego volver a suavizarse en un sonido mucho más acústico y atmosférico. Temazo.
Para seguir con la alternancia entre sus dos trabajos, volvían a oscurecerse de nuevo con “Synapse”, que es la antesala perfecta para abrir “Substantia Nigra”, el siguiente corte de la noche, caracterizado por sus toques arabescos hacia el ecuador, al más puro estilo Toundra. Sin duda uno de los mejores temas de este trabajo. Tras este subidón, tocaba bajar un poco las pulsaciones y no hay tema en el repertorio de Deriva mejor para ello que “Delta Waves”, melódico y atrapante a partes iguales, en el que cabe destacar una vez más los agudos de Minchy cargados de delay y la magia de Álvaro tras los parches, sobre todo en los primeros compases, para terminar el tema con, ¿por qué no? un toque tropical, por si alguien se había quedado con ganas de bailar.
Y bueno, esto había sido casi todo, pero aún quedaba un último verso de este Haiku, que allí éramos pocos, pero aún quedaban ganas y fuerzas para más. “Despierta del Letargo” empieza algo más potente que sus compañeros en Haiku I, y es posiblemente el tema más post del álbum, con un inicio potente, un momento de calma hacia la mitad, para finalizar agresivo como él solo con un doble bombo de los que te retumba el pecho. Perfecto final para una intensa noche en la que gracias a unos siempre geniales anfitriones como Deagrey, pudimos disfrutar de muy buenos tres conciertos de un género que, considero injustamente infravalorado. ¡Hasta la próxima!
Setlist Deriva:
Lluvia Templada
Adrenaline
Cerezos sin Flor
Synapse
Sunstantia Nigra
Delta Waves
Despierta del Letargo
Como rockero nacido en Canarias y en los 90 (¡El Nu Metal mola!), me pasé la infancia luchando en todos los recreos para poner mis discos; “…And Justice For All” siempre era uno de ellos.
En esto del rock desde que escuché por casualidad Deep Purple, a lo que siguió Led Zeppelin y ya no hubo vuelta atrás. Pasión por la música desde niño, prácticamente todos los estilos que derivan del rock, aunque un poco hater con el Glam. Guitarrista amateur, batería frustrado, y con ganas de adentrarme en este mundo como algo más que un hobby.