Aunque parezca sorprendente y pueda sonar a impopular, afrontaba éste concierto con cierto recelo y algo de pereza. Me explico. Como comenté en la reseña del último trabajo de Possessed, no era muy afín al legado musical de los americanos a pesar que su último trabajo suena espectacular y contiene temas que probablemente se conviertan en imprescindibles en sus directos, pero lo poco que conocía de su material clásico se me había atragantado a causa de su pésimo sonido. Si además le sumamos que los encargados para abrir los conciertos era un grupo de black metal noruego (estilo del cual estoy bastante desconectado), mis dudas estaban servidas.
Así que a pesar del espléndido día que hacía, salí hacia Barcelona acompañado de un nubarrón pesimista sobre mi cabeza que acentuaba más el martilleante dolor de cabeza que llevaba soportando toda la tarde. Llegando a los alrededores de Bóveda a eso de las 19:30h comprobé gratamente que ya había bastante expectación. Un buen grupo de personas colocadas en una desordenada cola se concentraban a las puertas de la sala, fue en esos momentos que llegó mi compañero de batalla amenizando la espera.
Después de un cambio de horario, se anunció que abrirían puertas a partir de las 20h, viendo con impaciencia que hasta bien pasada la hora, 20:15h aproximadamente, el autocar con los músicos no aparcó en la puerta de la sala. El retraso estaba más que confirmado. Así que ya vaticiné que me tocaría madrugar para ir a trabajar con pocas horas de descanso.
La eternidad de la siguiente hora de espera corrió entre rumores de cancelación de la actuación de los noruegos Nordjevel y las fotografías con los miembros de Possessed que tuvieron la amabilidad de salir a hablar y beber con los fans. Incluso el própio Jeff Becerra salió con un generoso vaso de cerveza acompañado de un asistente.
Por fin, después de una hora y media de retraso a las 21:30 pudimos acceder a una gélida sala (el aire acondicionado nos rejuveneció varios años) con Nordjevel sobre el escenario de espaldas al escaso público en ese momento mientras la introducción resonaba por el local.
Mi pereza e impaciencia por la espera pronto se desvanecieron al empezar el muro sónico de los noruegos. Con un sonido directo y bien ejecutado, su black metal de corte clásico me sorprendieron enormemente, tanto por su música directa y compacta como por la enorme figura de DezeptiCunt, su bajista. Su presencia y sus expresiones atemorizaban tanto o más que la imagen conjunta de la banda, ataviada con las clásicas armaduras con clavos. Especial cuidado debían de tener ante los movimientos de su cantante, Doedsadmiral, pues el enorme tamaño de los clavos de sus muñequeras en ocasiones pasaba a escasos centímetros de las caras tanto del propio cantante como del guitarrista situado a su izquierda.
La banda ocupaba todo el pequeño escenario de la sala, afortunadamente pudieron utilizar la batería de Possessed para su actuación evitando reducir aún más su espacio.
Su corta e intensa actuación, apenas 35 minutos, dejó una muy buena impresión en la abarrotada sala, entre los cuales había bastantes seguidores. Impresionante el trabajo de Dominator a las baquetas. Una auténtica ametralladora que desgraciadamente no podíamos apreciar del todo ya que quedaba semi oculto tras el resto de miembros.
En definitiva, supieron calentar el ambiente convirtiendo una inicialmente gélida sala en un auténtico infierno. Habrá que tenerlos en cuenta para próximas ocasiones.
Set list Nordjevel:
Devilry
Det Ror og Ror
Nazarene Necrophilia
Amen Whores
Djevelen I Nord
Panzerengel and the Fevered Lands
Tras abandonar el escenario, rápidamente (curiosa expresión viendo el enorme retraso que llevábamos) a montar la batería y realizar los últimos ajustes de los instrumentos y micrófonos. Todo el montaje y las pruebas las realizaban los mismos músicos de Possessed, los cuales eran aclamados pero quitaba ese efecto sorpresa previo a la salida al escenario. Así pues, tras 40 minutos que se nos hicieron excesivamente largos, los músicos tomaron posiciones mientras Jeff Becerra era ayudado a subir al escenario por un par de miembros del staff a la vez que era aclamado por todos los presentes, que ahora sí, abarrotaban al completo la sala consiguiendo que apenas pudiéramos movernos durante todo el concierto. No voy a esconder la preocupación que tenía sobre cómo se las apañarían para que Jeff pudiera salir al escenario, pues se accede desde una puerta situada al fondo del escenario tras la batería y no parecía nada fácil para personas con discapacidad física. Afortunadamente fue algo de lo que nos olvidamos rápidamente cuando empezó a sonar la intro para dar paso a “No More Room In Hell”, primer tema de su bien recibido Revelations of Oblivion (2019), dando cuenta que afortunadamente todos éstos años de letargo musical no han servido para caer en el olvido y vivir del pasado, sino que gracias a una renovada formación han vuelto con la ardua tarea de reivindicarse y dejar de ser sólo una banda de culto.
Jeff, pasado el evidente malestar que le provocaba los problemas de pisar el cable de su micro con la silla, se le veía disfrutar con la reacción del público y los circle pit desde los primeros temas apoyados por el batería de Emilio Márquez, el cual los animaba girando sus baquetas en círculo formando una cruz invertida.
Robert Cárdenas, bajista, quedó relegado a un segundo plano tras Claudeous, el aclamado rubio guitarrista.
Jeff se animaba con continuos headbanging mientras nos aplastaban con temas de toda la vida intercalados con los nuevos. “Pentagram” y “Tribulation” despertaron la nostalgia y los ánimos del respetable.
“Demon” es tanto o más aplastante que los temas antiguos funcionando muy bien en directo. Tiene pinta de quedarse como uno de los fijos en las futuras descargas.
Daniel González, guitarra solista, se mantenía ajeno a la reacción del público y las bromas de Jeff hacia su seria pose durante todo el concierto. Espectacular la ejecución y el sonido de toda la banda. La voz de Jeff sonaba potente y desgarrada sin bajar el nivel en ningún momento. Entre canciones se le veía cómodo interactuando con el público llegando a preguntar cuantos de los presentes habíamos visto a Possessed con anterioridad, sintiéndose especialmente agradecido con los nuevos seguidores.
“The Eretic” precedió a una “Abandoned” que me pareció espectacular por su ejecución y sonido. Mi ánimo y mis movimientos cervicales fueron en aumento durante el concierto, éstos veteranos aún tienen mucho que decir y lo estaban demostrando, no han vuelto para vivir del pasado. Mi compañero David me comentó que tenían firmado publicar al menos dos discos más. Si tiene la fuerza y la actitud que nos estaban demostrando, bienvenidos sean, tienen mecha para largo.
Tras la apisonadora “The Eyes of Horror”, con un espectacular Emilio a las baquetas, siguieron la reciente “Graven” y la aclamadísima “The Exorcist” que con su introducción dieron paso a los aclamados clásicos de la banda y a algún mosher. A “Fallen Angel” le siguió el coreadísimo himno “Death Metal”, canción que dio nombre a lo que estábamos disfrutando para luego arder en nuestro lugar favorito. “Burning in Hell” cerró una descarga espectacular que despejó por completo mis dudas una vez se pusieron a tocar. Por suerte no sucumbí a la pereza y me dejé llevar, hubiera sido una lástima perderse ésta oportunidad. Estaremos atentos a próximas ocasiones.
Set list Possessed:
No More Room in Hell
Pentagram
Tribulation
Demon
Evil Warriors
The Heretic
Abandoned
Storm in My Mind
Shadowcult
The Eyes of Horror
Graven
The Exorcist
Fallen Angel
Death Metal
Burning in Hell
¡Salud y Heavy Metal!
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.