La verdad es que nunca jamás una imagen de portada como la que tenéis aquí arriba (iba a poner «corona esta crónica», pero a los Borbones, ni agua) había resumido tan fielmente lo vivido en la Razz 3 la pasada semana.
La verdad es que el gustillo por Blowfuse me ha pillado ya mayor. Hace algunos años (no muchos) que sé que existen, y su logo antiguo, emulando la typo de los (¡ojo, que vuelven!) Black Flag, siempre me ha llamado mucho la atención, sobre todo desde que lo vi decorando la puerta trasera de la «metaleta» de un putasso…
El lema Bring back the 90’s! lo suscribo palabras tras palabra, pues esa es mi década, la época en la que que me empapé de todo lo que echara tufo a rock, ya fuera alternativo, hard o metal. Estoy seguro que much@s de vosotr@s todavía tenéis por casa una copia del CD Skaters Have More Fun Vol. I & II (1996 y 1997), unos mega recopilatorios que me trallé a base de bien y gracias a los cuales descubrí a bandas como Dog Eat Dog, Pennywise, Spermbirds, H-Blockx o Pulkas. Era también mi época de jugar al Tony Hawk’s Pro Skater (1999) y de descubrir palabras como melon, heelflip o nose.
Todo aquello creó un poso en mí, y si bien con los años he ido ampliando mi abanico musical, el punk y el hardcore (más o menos melódico) siempre se han mantenido presentes e inalterables en mi mente y alma. Cuando recuerdo aquella época, una sonrisa se dibuja en la cara, y aunque todavía a día de hoy me gustaría vivir en Seattle, he optado por quedarme en Catalunya y disfrutar de todo lo bueno que mi país puede darme, desechando obviamente la mierda que de vez en cuando aflora, aquí y allá.
La escena musical catalana es rica e imaginativa, y la pasada semana tuvimos la oportunidad de poder disfrutar de tres platos, a cual más suculento. Calçots de primero, trinxat de la Cerdanya de segundo y, para acabar, una gran botella de ratafia para poner la guinda perfecta a la F-I-E-S-T-A.
Batec
Sobre las 20:15, y ante una audiencia que no superaba la veintena, el cuarteto vallesano-lleidetà salto al escenario previa espera de cinco minutos de nada pues Miguel, batería de la banda tuvo no sé qué pequeño contratiempo. Ya con los cuatro sobre las tablas, su actitud y presencia lo decían todo. Tanto Manu (voz y guitarra) como Presi (bajo y coros), gorra incluida, lucían sendas camisetas de Street Dogs (para quienes abrieron en la Estraperlo de Badalona), la mítica banda de punk rock estadounidense de Boston, Massachusetts, formada en 2002 por el ex vocalista de Dropkick Murphys Mike McColgan. Por su lado Nando (guitarra, coros) lucía una camiseta de otros que quieren romper España, la banda de punk madrileña Antídoto. Sea como fuere, camisetas e instrumentos repletos de pegatinas aparte, la banda derrochó actitud punk 100% ante una audiencia bastante fría… manía esta, por otro lado, bastante arraigada entre el público de la Ciudad Condal. El sonido que inicialmente se me antojó algo tosco (la guitarra solista no sonaba todo lo bien que uno hubiera deseado y la batería se colaba por todos lados), fue mejorando a medida que avanzaba el setlist y la sala se iba, poco a poco, llenando; seguro que muchos venían del Pepe’s, lugar de reunión del público que suele sudar de los teloneros.
Ante la pasividad de los allí presentes, que ni tan siquiera nos inmutábamos ante los «Què passa, hi ha algú aquí o què?» que nos llegaban desde el escenario, la banda fue desgranando temas de sus dos álbumes publicados hasta la fecha, Ara i Sempre (2016) y Cicatrius de Guerra (2018). Temas como «Història de Mentides i Sang» y «Bon Viatge» fueron especialmente bien recibidos entre tímidos «Uooo oooh ohhh!» por parte de los allí presentes.
Cuando ya levaban consumidos más de dos tercios de su repertorio, la Gibson de Nando dejó de sonar, lo que refuerza mi teoría de que su instrumento no estaba del todo fino ya desde el inicio del bolo. Pero aquí no pasa nada, pues se saca la guitarra suplente a calentar y, tras afinarla, la banda afrontó la recta final de su repertorio, de poco más de 30 minutos. La banda se despidió con «Enormes», no sin antes agradecer a Blowfuse la invitación.
Con bandas como Crim o los que aquí nos ocupan (Batec), los catalanes tenemos nuestras dosis de punk rock, directo y combativo, bien cubiertas.
Setlist Batec:
Alerta! Respira…
Història de Mentides i Sang
Bon Viatge
Llavors
P-o-r
Egun Haiek
Baixar la Guàrdia
Connexió A-2
Never Surrender
Ara i Sempre
Marxa el Sol
Abril
Un Tros de Vida Crua
Enormes
Violets
Con una sala que ya presentaba un aspecto más que saludable, Glory, Momo y Xavi fueron los encargados de continuar con la fiesta cuando los relojes marcaban ya las 21:00. Tras iniciar de la misma forma como empieza su Maybe This (2017), con «Six», un tema con un coro pegajoso y ultra adictivo, el trío barcelonés viajó atrás en el tiempo para recordarnos lo bien que suena «Neverending Days», con esa intro tan punk de batería primero a la que se le une el bajo poco más tarde. Tras un inicio más que prometedor, y con la maquinaria ya casi a puntito, aprovecharon para presentarse y agradecer a Blowfuse la invitación a la inauguración de su Ritual Tour 2019. Por cierto, Violets también será una de las bandas invitadas en el concierto que tendrá lugar en la Sala Zero de Tarragona del próximo día 14 de abril, que cerrará esta primera parte del tour.
«Broke the Ice» fue la siguiente en caer, y la verdad que no parecía que hiciera tanto que no la tocaban, tal y como se encargaron de decirnos. Ya con la sala entregada al desenfreno, nos regalaron uno de sus temas más moviditos, «No Signs No Time». Justo antes de «This Is How We Do», Momo nos recordó que todavía les quedaba algo de merch en la mesa habilitada a tal efecto, y la verdad es que el anuncio surtió efecto, pues me consta que casi se fueron a casa de vacío. En «War», que fue la siguiente en caer, reúnen todo lo bueno de la década de los 90; es un tema que funciona muy bien en directo, la verdad.
A la pregunta de si alguno de los allí presentes les conocía desde sus inicio, casi tres cuarto de la sala alzaron la mano, y para todos ellos tocaron, si no me equivoco, «Treehouse», un tema en el que parece que Glory se mete en la piel de la mismísima Courtney Love. Enésimo homenaje a los 90… ¡y yo tan contento!
A medida que el concierto llegaba a su fin, la intensidad y ala velocidad de sus temas fue ganando en intensidad, y buena prueba de ello es el trío de canciones que reservaron para el final. Con «Stone» llegaron los primeros surfistas de la noche… y os aseguro que no fueron los últimos. Su actuación finalizó con Momo al frente de «Bald», todo un homenaje a la alopecia masculina.
Punk fresco y descarado, como tiene que ser. No será la última vez que os pesque en directo. ¡Gracias!
Setlist Violets:
Six
Neverending Days
Broke the Ice
No Signs No Time
This Is How We Do
War
Around Me
Treehouse
Deaf Ears
Prisons
Hold On
Not Alright
Good Vibes
A Little Bit
Stone
Too Busy
Bald
Blowfuse
Cuando quedaban pocos minutos para las 22:00, un miembro del equipo de Blowfuse subió al escenario para postrar en primera fila una misteriosa figura alargada que se escondía tras un manto de color negro. Al principio reconozco que pensé que era el mismo Oscar, vocalista de la banda, el que se escondía allí dentro, pero no estaba en lo cierto. Segundos antes del inicio de «Dreams», que es el temarral que abre su increíblemente adictivo nuevo trabajo Daily Ritual (2019), salimos de dudas, y tras retirar la tela pudimos apreciar la figura de un maniquí emulando la portada del disco. No sé si alguna vez habéis asistido a un bolo de Blowfuse. Reconozco que esta fue mi primera vez, y os puedo asegurar que ni de putísima coña va a ser la última. La gente subiendo al escenario y saltando sobre un público que tiene un ojo sobre las tablas para recoger a todo aquel que se le viene encima, y el otro apunto de echar un mano al prójimo que tropieza entre pogo y pogo, es una constante, un degoteo inacabable desde el primero y hasta el último de los acordes. Los conciertos de hardcore melódico tienen un encanto especial…
«Behind the Wall», tema que abre su Couch de 2014, fue el segundo en caer. «Where’re You Jimmy?» y «Ripping Out» fueron las dos primeras en caer de du álbum debut. Lástima de un pequeño problema técnico que Sergi tuvo con su Paul Reed Smith (yo diría que es una CE 22), que él mismo se encargo de resolver. Acto seguido le tocó el turno a «Bad Thoughts», un tema que tiene una cadencia que el directo se duplica exponencialmente gracias a esa máquina que tienen de bajista que responde al nombre de Víctor… quien, por cierto, fuera batería de Violets hace ya unos cuantos años. Aprovechando el protagonismo del bajista, Oscar nos recordó que era su cumpleaños.
Que su último trabajo es un puto cañón, de eso no hay duda. Es un trabajo, según comentaron, del que están realmente muy orgullosos, y la verdad es que eso se nota cada vez que defendían alguno de sus temas, como por ejemplo «Grand Golden Boy», que habla de esos niño que se esconde dentro de cada uno de nosotros. Y tras rememorar la pubertad, de cabeza a la Casa de la Risa, lo que significa viajar atrás en el tiempo para rescatar «House of Laughter». La recta final de su actuación vino de la mano de «Change Your Mind», «Sunny Daze», durante la cual pudimos ver a Glory, vocalista de Violets, haciendo un épico stage diving, y su apoteósica, cachonda y explosiva «Angry John», no sin antes dar las gracias a todos los allí presentes que, de una u otra forma, habían intervenido para que el ritual empezara rodar… a las mil maravillas, por cierto.
A estas alturas de bolo, creo que yo era el único que todavía no había saltado desde el escenario. La edad y el compromiso con Science of Noise me lo impidieron. De hecho, solo recuerdo haberlo hecho una vez en mi vida, durante un concierto de Def Con Dos en Santa Coloma. Total, que tras un parada de un par de minutos entre bambalinas, que en el caso de la Razz 3 significa salir por la puerta que da al exterior, el cuarteto regresó para encarar lo que, ahora sí, iba a ser la recta final de su show. Justo antes de la rentrée con «Outta My Head», un extraño suceso tuvo lugar en las primeras filas. Se formó un gran círculo, una especia de mega pogo, para darles (de nuevo) la bienvenida, el cual pasó de estar deshabitado a abarrotarse en cero coma ¿Os habéis fijado ya en el fotón (obra del gran Mauricio Melo, por cierto) que os comentaba antes, al inicio de esta crónica? Pues de esa forma Oscar se lanzó al público, tirabuzón incluido, durante los últimos acordes del tema. ¡Épico! Con «Radioland», uno de sus temas más coreables, y «Hit the Ground», que también cierra su último trabajo y que acabó con un Víctor bañándose entre las masas, el concierto tocó a su fin mientras la erección bajaba y las ganas por volver a verles de nuevo en directo iban exponencialmente en aumento.
Blowfuse son la putísima hostia en patinete y no verles en vivo es como hacer un 360 Flip, seguido de un fakie bigspin heelflip y de un pop shuvit underflip cuando nadie te está mirando…
Setlist Blowfuse:
Dreams
Behind the Wall
Where’re You Jimmy?
Ripping Out
Bad Thoughts
Not Enough
Grand Golden Boy
House of Laughter
Change Your Mind
Sunny Daze
Angry John
—–
Outta My Head
Radioland
Hit the Ground
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.