«Mundo invisible es el tercer larga duración de La Inquisición, un disco gestado a fuego lento en las catacumbas del punk barcelonés más profundo y veterano.»
No lo digo yo. Lo dicen ellos mismos. Después de dos álbumes que cimentaron su reputación dentro del punk estatal, La Inquisición se enfrenta con Mundo invisible (2024) al reto de consolidar su fórmula sin perder la esencia que les ha llevado hasta aquí. Con diez temas que mantienen la intensidad y la crítica social que siempre les ha caracterizado, este nuevo trabajo demuestra que la banda ha encontrado un sonido sólido y coherente que, aunque no reinventa el género, tiene mucho que ofrecer.
El tercer álbum siempre es un reto para cualquier banda. Las expectativas son altas, y encontrar el equilibrio entre evolución e identidad no siempre es sencillo. La Inquisición ha optado por no complicarse demasiado la vida y permanecer fiel a su tan característico sonido. Mundo invisible no busca revolucionar el punk, sino más bien consolidar lo que han construido hasta ahora. Las diez canciones fluyen con naturalidad y tienen un impacto directo que no decepciona.
Desde el tema que abre el disco, «Mundo invisible», hasta el cierre con «Nadie», la banda mantiene un tempo constante, con un bajo que marca el pulso de cada canción. Aunque el álbum no tiene ganchos explosivos, su cohesión es innegable. Las guitarras de Àlex Montoro, manteniéndose en frecuencias medias, permiten que la voz de Rubén López y el bajo del recién llegado Rau brillen, lo que recuerda a bandas como Social Distortion. Este equilibrio sonoro es una de las claves del álbum, que destaca por su claridad y su energía.
Pero este nuevo trabajo no solo destaca por su sonido, sino también por sus letras cargadas de crítica social. La Inquisición aborda temas como el desencanto, la alienación urbana y los conflictos internos del ser humano. El español es el vehículo perfecto para canalizar esa rabia y frustración, haciendo que el mensaje resuene con más fuerza entre su ya fiel y multitudinaria audiencia. «Las fotos mienten», el segundo corte, es un ejemplo claro de esto, ofreciendo una visión descarnada de la fragilidad del mundo actual. Nunca está de más que alguien te recuerde que hay que poner en cuestión la realidad que nos rodea y luchar contra las estructuras opresivas de la sociedad moderna.
Barcelona, la ciudad natal de la banda, es otro tema recurrente. En canciones como «Cien colores», el cuarteto lamenta la transformación de la ciudad, marcada por el capitalismo salvaje y la pérdida de identidad en sus barrios más vulnerables. También hay espacio para la reflexión emocional, como en «Sombra y luz», una homenaje a un compañero caído que ahora, en espíritu, les sigue acompañando. Las letras de La Inquisición logran un delicado equilibrio entre la crítica mordaz y la introspección, con estribillos que refuerzan su mensaje sin perder la intensidad emocional.
«Y ahora estoy llorando
En las calles de lo que fue tu barrio
Sombra y luz durmiendo bajo el escenario
Aunque no estas… sigues a nuestro lado»
Aunque algun@s puedan criticar que Mundo invisible no aporta novedades al género, es precisamente su consistencia lo que le da fuerza. La banda no pretende romper con lo establecido, sino ofrecer un punk ejecutado con precisión y pasión, toneladas ingentes de pasión. Esto no significa que el álbum sea predecible; canciones como la número cinco, «Otra manera», y la que le sigue, «Aplasta a la bestia», nos recuerdan que La Inquisición es capaz de canalizar la frustración social sin perder el enfoque melódico que tanto caracteriza su sonido. Aunque la fórmula sea familiar, es ejecutada con una convicción y coherencia que permite al álbum mantenerse firme en su propósito.
Que sí, que la falta de elementos inesperados puede ser una desventaja, pero yo veo en Mundo invisible una confirmación del sonido que ha hecho que la banda destaque en la escena punk en castellano. Si bien no es un álbum que rompa moldes, insisto, su solidez lo convierte en una obra disfrutable de principio a fin. ¿Acaso no es ese el propósito principal de la música?
Con Mundo invisible, La Inquisición sigue demostrando que su punk tiene mucho que decir, y que ellos son una de las bandas más consistentes para poder hacerlo. Aunque no busquen reinventar el género, su enfoque crítico y su ejecución precisa les permiten seguir evolucionando sin perder de vista su esencia. Mundo invisible es una muestra de punk melódico, comprometido, honesto y socialmente consciente, que logra transmitir su mensaje sin caer en excesos ni concesiones. Para l@s seguidores de La Inquisición, este álbum es un paso firme, y para aquell@s que busquen un punk con alma y conciencia, sigue siendo una apuesta segura.
«Somos las manos que forjan cada nuevo amanecer
Somos la tierra en llamas que nunca deja de arder»
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.