Este pasado viernes 15 de noviembre la sala Razzmatazz acogió el primero de los tres últimos conciertos que pondrán punto y final la gira de Salvavida (de las balas perdidas) (2017), que en su momento ya pasó por el Poble Espanyol y que llevan presentando durante dos años.
La Maravillosa Orquestra del Alcohol, una banda que empezó tocando en las calles de Burgos y que, con la publicación de cada nuevo trabajo, ha conseguido subir varios peldaños hasta codearse con las pocas bandas del panorama musical que se pueden permitir agotar las entradas durante dos noches seguidas de la emblemática Razzmatazz.
La sala está llena hasta los balcones y mil historias se oyen de fondo mientras esperamos ver aparecer al septeto de camisetas blancas en el escenario. Y así sin más “el cielo se pinta de negro”, las luces se apagan y aparecen. La emoción se hace palpable entre los que estamos esperando a que nos canten la vida. Y lo hacen a su manera, porque si tiene algo La M.O.D.A., o al menos lo que a mí me llega, es esta marca propia que les da la capacidad de cantar lo amargo de la vida con amor y humildad.
Navegando en cada letra entre la melancolía y la voracidad combativa empiezan con “Mil demonios”, como en el disco, y lo hacen acogidos por el por el público que empieza a corear sus canciones y ya no dejará de hacerlo hasta el final del concierto.
Entremezclaron canciones de sus tres discos y de su ultimo EP Ni un Minuto Más 7:47 (2018), haciendo de cada canción un himno sin que se vislumbren temas de relleno, todo encaja en su obra. La temperatura y la entrega del público se mantuvieron durante las casi dos horas que duró su show.
Sin espacio para demasiadas interacciones con el público, David Ruíz dedicó unos segundos entre tema y tema para agradecer a toda la gente que hacía posible ese concierto y en especial al apoyo del público, fundamental en su ascendente trayectoria.
Uno de los momentos más especiales fue cuando presentaron a Raúl Rodríguez Refree quien está trabajando con ellos en el que será su próximo disco. Raúl, pieza clave en los trabajos de artistas tan variados como Rosalía, ’77, El Niño de Elche o Sílvia Pérez Cruz, interpretó al piano el tema ‘Colectivo Nostalgia’, enmudeciendo la sala durante unos minutos.
Después de esta breve pero intensa aparición, que nos anuncia la promesa de un nuevo trabajo, siguieron sonando temas muy conocidos como “Hay un fuego”, “Himno Nacional” o “1932”. Y así entre tema y tema, llegamos a otro de los momentos especiales de la actuación. La banda abandona el escenario y da paso al primero de los bises, donde David rompe el silencio cantando a su tierra “Campo amarillo”, acompañado únicamente de su guitarra e intuyendo que el final se acerca. Encima del escenario no sólo había guitarras, ni acordeones, ni tubas, ni una voz desgarrada, ni letras viscerales que entremezclan la dimensión personal con la reivindicación social. Encima del escenario hay héroes que se abrazan arropados por el calor del público, son los “Héroes del Sábado”, una de las piezas emblemáticas de su último disco que sirvió de colofón final.
Si algo tienen los de Burgos es que no se “alimentan sólo de las ventas”. Y así lo han demostrado en esta breve pero intensa trayectoria que los coloca hoy en primera fila del panorama musical nacional y que nos deja a muchos con ganas de descubrir su próximo trabajo.
Setlist La M.O.D.A.:
Mil Demonios
Amoxicilina
Vasos Vacíos
Canción Para No Decir Te Quiero
Miles Davis
La Inmensidad
El Camino
Altamira
O Naufragar
Los Hijos de Johnny Cash
PRMVR
Catedrales
Flores del Mal
Vals de Muchos
Los Lobos
¿Quién Nos Va a Salvar?
La Vieja Banda
Colectivo Nostalgia
Hay un Fuego
Himno Nacional
1932
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Campo Amarillo
Gasoline
Nómadas
Héroes del Sábado