Que un bandón como Dark Tranquillity ocupe el tercer escalafón en el cartel de cualquier gira tiene un punto de triste (aquí la banda liderada por Mikael Stanne nos gusta tanto que incluso le pusimos el nombre de una de sus canciones a nuestra revista), pero por otro lado dice mucho de la calidad y el tirón de las dos formaciones que lleva por delante. Y es que, ciertamente, tanto los finlandeses Amorphis como los suizos Eluveitie son dos de las bandas más poderosas dentro del panorama «folk metal» actual.
Pongo entre comillas esto del folk metal porque a me cuesta catalogar a Amorphis bajo esta etiqueta. Está claro que su música siempre ha tenido ciertos tintes folk, pero no creo que ésta sea el principal foco alrededor del que giran: desde el death metal melódico primigenio hasta el prog metal más reciente, las huestes de Esa Holopainen y Tomi Koivusaari han sabido crear un sello propio y reconocible, estableciéndose como una de las bandas más influyentes de todo el panorama extremo y pioneros indiscutibles para una escena finlandesa que goza de una salud envidiable. Lejos quedan aquellos tiempos de Tales From the Thousand Lakes que inspiraron decisivamente a un montón de grupitos que empezaban a sacar la cabecita en Gotemburgo, pero la producción actual de la banda es sencillamente tremenda, y sus últimos discos (Under the Red Cloud, Queen of Time, Halo…) son sencillamente tremendos. Este último Halo es precisamente el que nos vendrán a presentar, y en su primera visita a una sala del tamaño de Razz 1 después de agotar las entradas hace tres años en Salamandra prometen un concierto maravilloso.
A su lado, una banda que en lo personal no conozco tanto pero que se han erigido con el tiempo como uno de los bastiones del folk metal más elegante y popular. Tras su exitosa visita tres años atrás junto a Lacuna Coil y, a la espera de la publicación de su nuevo y esperado disco, aún en pleno ciclo de Ategnatos (2019), Eluveitie prometen un verdadero concierto de greatest hits en el que repasarán lo más destacado de sus 20 años de carrera. Tras los traumáticos cambios en su formación que se produjeron en 2015, el noneto suizo liderado por Chrigel Glanzmann se ha sabido resarcir y mantener un nivel y un carisma muy elevados tanto en estudio como en directo, cosa que les ha llevado a co-encabezar una gira de este calibre.
Tan solo medio año después de su última visita a Salamandra como cabezas de cartel (y un mes y pico desde que Mikael Stanne volviera también a la cabeza de The Halo Effect), Dark Tranquillity reaparecen por nuestras salas en una situación algo extraña que, eso sí, aporta un caché considerable a esta gira. Los suecos son una banda muy querida por estos lares, y cada vez que nos visitan son capaces de generar emociones tanto arriba como abajo del escenario. La belleza de su música es de sobras conocida, y discos como los recientes Moment o Atoma no han hecho más que añadir temazos a un cancionero que ya era tremendo hace casi treinta años. Aunque aquí no vienen a brillar en gira propia y contarán con una duración de set limitada, tener a una banda como Dark Tranquillity ejerciendo de «invitado especial» es un lujo incalculable que no todas las giras pueden permitirse.
Para abrir la gira tenemos a los alemanes Nailed to Obscurity, conocidos precisamente porque ya ejercieron de teloneros en la última visita de Amorphis junto a Soilwork y Jinjer. En esa ocasión, un inoportuno percance con mi coche me impidió disfrutar de su concierto, pero este vez espero poder poder encontrarme por fin cara a cara con el quinteto sajón, que tras más de quince años de carrera han desarrollado un sonido cercano al doom / death melódico más que sólido.
Últimamente hemos visto algunas giras coencabezadas por bandas que no acababan de pegar del todo entre ellas (Machine Head y Amon Amarth? Arch Enemy y Behemoth?). Está claro que no estamos ante bandas con tanto tirón mediático, pero en esta ocasión sí que creo que todas las bandas del cartel se complementan para crear un producto mejor y más homogéneo que, muy probablemente, gustará a la inmensa mayoría de los que os acerquéis a veros. Y, viendo la enjundia de la cosa, imagino que seréis muchos.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.