Aunque es posible que con los años se hayan ganado el desprecio de algunos de los fans más irredentos de su etapa doom y que incluso alguien argumente que lo que hacen ahora les parece totalmente insulso, nadie les puede negar a Anathema que son todo lo que se puede pedir de una banda progresiva a nivel conceptual. Porque ojo, aunque últimamente se les empaquete cómodamente bajo esta etiqueta, a mí tampoco me parece que les haga del todo justicia en lo musical. Pero lo que está más que claro es que desde el primer al último de sus discos han intentado dar un paso hacia adelante que ha hecho que más de uno se arrancara los pelos, pero que les ha mantenido, siempre, más vivos que nunca.
A la espera de completar su nuevo disco (algo que creo que ocurrirá a principios del año que viene) y aún con la resaca del polémico The Optimist (un disco que, y mira que soy fan de la banda, no acabó de convencerme ni a mí), los hermanos Cavanagh y compañía se han encontrado con vía libre para encarar su próxima gira con total libertad. Y así como en el pasado reciente habían apostado por hacer retrospectivas completas de su carrera (esas giras de Ressonance que contaron incluso con la participación de Darren White y Duncan Patterson), ahora han decidido homenajear el décimo aniversario del que, según el propio Vincent Cavanagh, es el único disco de su carrera que le encanta de principio a fin.
Y por ello mismo, pues han decidido embarcarse en una gira en la que harán exactamente eso: interpretar We’re Here Because We’re Here al completo y adornar el repertorio (supongo) con algunos de los hits más representativos de la banda. Más allá de contar con temazos incontestables como son «Thin Air», «Summer Night Horizon», «A Simple Mistake» o «Universal», es cierto que este álbum supuso el principio de una nueva etapa para la carrera de los de Liverpool después de siete años de silencio discográfico y una década algo complicada para ellos. Ese fue el primer disco que sacaron con K-Scope y el que abrió una etapa especialmente brillante y exitosa para ellos, completándose con la publicación de los también celebrados Weather Systems y Anathema.
Sea cual sea el setlist escogido, de todas maneras, un concierto de Anathema es siempre una garantía de emotividad, sensibilidad, clase y elegancia. La pareja formada por Vincent y Daniel Cavanagh ha cedido últimamente parte de su protagonismo tanto visual como musical a Lee Douglas, hermana del que ha sido batería de la banda desde el principio, John (ya sabéis que con estos chicos todo suele quedar en familia), y cuya presencia vocal es cada vez más destacada. Si sois de llorera fácil, no olvidéis llevaros un par de paquetes de kleenex, porque si tienen un buen día (y lo tienen la mayoría de las veces), los ingleses van a hacer todo lo posible para que tus glándulas lacrimógenas trabajen a todo trapo.
Por si la propuesta no es suficientemente atractiva de por sí, las dos bandas teloneras que acompañarán en esta gira también son reclamos más que interesantes. Por un lado tenemos a toda una leyenda del metal progresivo como es el señor Paul Masvidal, líder de los míticos Cynic y protagonista destacado en el cambio de dirección de Death hacia ese estilo gracias a su destacada presencia en el pivotal Human. Eso sí, si alguien espera escuchar algo remotamente parecido a metal progresivo en este concierto me temo que se va a llevar una decepción, ya que en su proyecto en solitario se sirve de una guitarra acústica y de una voz más melosa de lo habitual en él. De todas maneras, y como no puede ser de otra forma, Paul viene sobradísimo de talento y dudo que decepcione demasiado a nadie.
Donde sí que podremos escuchar una buena dosis de metal progresivo es durante el concierto de los noruegos Rendezvous Point. Viejos conocidos de la parroquia afín a ese género por haber girado hace poco tanto con VOLA como con Leprous, la otra banda del que es precisamente batería de estos últimos, el impresionante y espectacular Baard Kolstad, se está empezando a ganar un sitio por sí sola en los círculos progresivos modernos gracias a altas dosis de épica, a directos emotivos y potentes y a dos discos (Solar Storm y Universal Chaos) absolutamente sólidos. Una banda excelente para completar un cartel variado e interesantísimo que puede resultar atractivo para todos aquellos con algún tipo de inquietud progresiva en sus venas.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.
