Supongo que a estas alturas de la película presentar a Avalanch resulta un tanto innecesario. Pero por si acaso tenemos entre nuestros lectores a algún despistado que pueda acusarnos de discriminar al colectivo de los habitantes de Babia, realizaremos la introducción de rigor.
a finales de los 90 y principios de los 2000 Avalanch lideró junto a grupos como Tierra Santa la ola de power metal patrio y dejó para la posteridad discos emblemáticos del género como Llanto de un Héroe (1999) o El Ángel Caído, los buenos viejos tiempos que diríamos. Luego vino una época en la que experimentaron con sonidos progresivos más modernos, para que la tierra no se los tragase junto con el resto de agrupaciones que habían salido de una tirada de dados de 20 caras. Más tarde, tras un periodo de descanso de varios años llegó una reunión fallida que se saldó con el guitarrista Alberto Rionda reformando el grupo junto a una cohorte de experimentados músicos a los que llamó Avalanch All Star Band. Algo así como lo que hizo en su día Axl Rose con los Guns salvo que en este caso tenemos a gente un poco más seria y menos dada a llegar tres horas tarde a los conciertos.
Todos estos movimientos y vaivenes no han estado exentos de polémica, y desde luego son muchos los fans que añoran a la formación clásica y siguen esperando una reunión que no sabremos si llegará a producirse algún día. Pero aunque la conexión emocional haya desaparecido, no puede negarse la calidad de los artistas que Rionda ha reunido para este nuevo periplo, entre los que se cuentan veteranos de la talla de Mike Terrana o Jorge Salán. Ver a semejante combo sobre el escenario es una experiencia extraordinaria a la que todos aquellos que hayan viajado con el grupo a lo largo de los años deberían dar una oportunidad, pues la más que probada destreza de todos los integrantes constituye una garantía incuestionable de cara a cualquier concierto. Y un motivo para dejar de lado cualquier renuencia a aceptar los cambios y disfrutar con lo que nos ofrece el presente, que no es poco. Pues si cualquier tiempo pasado fue mejor, será interesante ver lo que dirán en el futuro de los días que nos toca vivir hoy.
Por si acaso, no dejéis que os lo cuenten. Vividlo.