Hace ya bastante tiempo que afirmo con cada vez menos reservas que los californianos Bad Religion me parecen la mejor banda de la historia del punk rock. Y lo realmente divertido es que, cuando lo digo, la gente no reacciona airadamente y me empieza a vomitar nombres de clásicos con vehemencia en toda la cara ante una afirmación tan aparentemente atrevida, sino que su reacción habitual es más bien la de proferir alguna que otra instintiva mueca de sorpresa inicial para acabar aceptando que, bien pensado, no están tan del todo en desacuerdo con esta afirmación.
Porque sí, no tengo ninguna duda en proclamar a los cuatro vientos que ni Clash, ni Ramones, ni Sex Pistols, ni New York Dolls, ni Misfits ni ninguna otra banda de punk rock que se os ocurra se puede comparar con las huestes de Greg Graffin y compañía. Es evidente que Bad Religion no fueron los primeros y que la influencia de todos estos grandes nombres fue decisiva también para ellos, pero sí que creo que han sido la única banda del estilo capaz de sostener una carrera prácticamente impoluta durante cuatro décadas sin tener que llegar a saltar nunca del todo al mainstream (mas allá de un pequeño amago -que para algunos les convirtió en gordos y vendidos- a mediados de los noventa). De hecho, os reto a que me encontréis alguna otra banda, ya no solo de punk rock sino de cualquier otro estilo que se os ocurra, cuyas diez canciones mas populares en Spotify pertenezcan a diez discos distintos. Y subo la apuesta: que además pertenezcan a cuatro décadas distintas. Ya os lo digo yo: no hay ninguna.
Total, que la mejor banda de punk rock de la historia celebro hace un par de años su cuadragésimo aniversario en esto de la música, y para soplar las velas por todo lo alto tenían previsto realizar una potente gira por varias ciudades españolas. Como bien sabéis, en mayo del 2020 las cosas no daban demasiado pie a conciertos de este tipo, así que la gira acabo por posponerse a 2021. Por desgracia, en 2021 las cosas seguían sin estar muy asá, así que finalmente hemos tenido que esperar a este 2022 para que los de Los Ángeles puedan cruzar de nuevo el charco y demostrarnos que no tan solo siguen siendo impecables sobre un escenario sino que, quizás, están en el mejor momento en directo de toda su carrera.
Al no presentar ningún disco en concreto, los siete conciertos que Bad Religion darán a lo largo y ancho de la península prometen ser un greatest hits en toda regla, y seguro que escucharemos no menos de treinta canciones (míticas una tras otra) de todas sus épocas. Teniendo en cuenta que la banda es conocida por variar bastante su repertorio de noche a noche, y sabiendo que entre todos nuestros colegas nos faltan manos para contar todos los temazos que los californianos han acumulado en todos estos años de fructífera carrera, suponemos que cada noche será una pequeña sorpresa que hará las delicias de todos los fieles aficionados de la banda. Porque si en su visita junto a NOFX hace tres años ya lo petaron a lo grande, me imagino que ahora la cosa, siendo cabezas de cartel, será ya la ostia.
Para acompañarlos, y aunque ahora sabemos que no eran la primera opción, tenemos un elenco de bandas de aúpa. La vertiente más trallera vendrá de la mano de unos grandes del crossover thrash / hardcore como son Suicidal Tendencies. Los de Mike Muir prometen un autentico festival de pogos gracias a cañonazos devastadores como «You Can’t Bring Me Down», «Instutizionalized», «Cyco Vision» o «War Inside My Head», y aunque por lo que parece el señor Dave Lombardo no estará acompañándolos en esta gira (ya que tiene lio tras los parches de Testament), si que podremos disfrutar de ver al jovencísimo hijo de Robert Trujillo (que recordaréis que estuvo en Suicidal Tendencies antes de dar el salto a Metallica) como nuevo inquilino de las cuatro cuerdas. Cuando los vi en el ultimo Gasteiz Calling me dejaron sin palabras, así que todo apunta a un nuevo bolazo de locura.
Seguro que la escena punk rock sueca que se formo alrededor del mítico sello Burning Heart a principios de los noventa tuvo a los propios Bad Religion como uno de sus grandes referentes a la hora de definir su sonido, pero con el tiempo bandas como No Fun at All, Satanic Surfers o estos Millencolin que hoy nos ocupan han desarrollado una personalidad inconfundible que las convierte en grandes por méritos propios. Discos como Life on a Plate, For Monkeys o Pennybridge Pioneers son hoy clásicos absolutos del llamado hardcore melódico, y si bien el día del concierto en Barcelona se cumplen (precisamente) 25 años desde que cantan eso de «I’m twenty-two / Don’t know what I’m supposed to do / Or how to be / To get some more out of me / I’m twenty-two / So far away from all my dreams / I’m twenty-two / Twenty-two, feeling blue«, los suecos (que, por cierto, no han sufrido jamás ni un solo cambio de miembros en su formación) vienen con todas las ganas de hacernos revivir nuestro espíritu adolescente más desenfadado. Y apostaría a que lo lograran sin demasiados problemas.
Si bien los tres grupos principales de la velada me parecen totalmente impepinables, debo reconocer que conozco bien poco a los también californianos Pulley. En mi descarga diré que el punk rock es solo uno de mis estilos secundarios de referencia, así que espero que me perdonéis la ignorancia a pesar de que leo que se formaron a mediados de los noventa y que tienen en sus filas a ex-miembros de Strung Out y Ten Foot Pole. Para cerrar el cartel, no se nos ocurre banda mejor que los barceloneses Blowfuse, probablemente el mejor exponente de este hardcore melódico zapatillero que tenemos por estos lares. Su ultima visita al Poble Espanyol se saldó con el salto mortal más fotografiado y celebrado de los últimos años, así que los más normal es que se peguen otro bolazo tanto en lo musical como en lo visual.
Si os gusta el punk rock, supongo que no hace falta que me esfuerce demasiado en vendéroslo: esta es una gira a la que hay que ir, y punto. Así que no me enrollo más: ¡ahí nos vemos!
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.
