Cuando escucho el nombre de Blind Guardian, rejuvenezco más de 20 años. Los bardos fueron una banda absolutamente determinante en mi temprana adultez. Los conocía en 1995 con su mejor disco, Imaginations From the Other Side, y rápidamente se convirtieron en mi banda de cabecera. Pronto me hice con su discografía y aquello era absolutamente tremendo. Era power pero, a la vez, no lo era. No, no hacían lo que Gamma Ray. Aquí había menos alegría, más caña y, por supuesto, una épica que arrasaba por donde pasaba.
Poco a poco, en especial a partir del A Night at the Opera (2003), la cosa empezó a degenerar, al menos para el que firma el artículo. Sí, Hansi ha dicho por activa y pasiva que el rumbo del grupo sería el de meter pistas y más pistas, grandes coros, sinfonía y orquestalidad, todo ello sin perder un ápice de épica. Hay a quien le guste este giro de la banda; a mi me aburrió. Aquella caña que demostraban en temas como «Majesty», «Welcome to Dying» o «Lost in the Twilight World» era absorbente, un golpe directo al estómago. Otros temas como «Battlefield» llegan a una saturación que me apartó de la carrera de los alemanes. Sin embargo, con The God Machine (2022) la cosa ha mejorado algo. Sí, siguen con orquestación, siguen con millón y medio de pistas, pero por alguna razón que no sé, no se me hace tan pesado como antaño.
Por si fuera poco, en directo suelen ser carta ganadora. Ciertamente a veces se les ha catalogado como orquesta dado a su poco movimiento encima del escenario, pero las tablas que tienen hace que consigan mover a las masas a su antojo.
Hace años que no los veo, más de una década, y la verdad es que me apetece mucho rendir homenaje a mi juventud y a un grupo que fue determinante en mi gusto musical. Cantaremos aquello de Nightfall a pleno pulmón.
Abrirán el show los valencianos Dawn of Extinction y su propuesta que combina metalcore, death metal y thrash metal que tan buen sabor de boca dejó a los que pudieron disfrutar de su bolazo en el pasado Ginetarock. Si no habéis catado todavía su más reciente EP From Tears to Vengeance (2023), os invitamos a hacerlo cuanto antes.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.