A pesar de que el Primavera Sound tiene el gran nombre y es el mayor festival de Barcelona, en julio hay una fecha de la que disfrutamos los residentes en Barcelona. Un festival sin tanto nombre, sin tantos turistas y que siempre tiene algún gran nombre que atrae al público rockero. La gracia es que se realiza en el mismo recinto del Fòrum de Barcelona, pero sin las aglomeraciones y las incomodidades que suelen suceder en el Primavera, que por cierto, me sigue pareciendo un festival impecable.
Mi primera experiencia con el Cruïlla fue en el año 2016 ya que Robert Plant, el flamante vocalista de Led Zeppelin tocaba en el mismo. El otro gran plato importante fue el show de Skunk Anansie y estando allí pude disfrutar de los nazaríes 091, de un gran Fermín Muguruza y entendí perfectamente el por qué Love of Lesbian tienen tantos seguidores. Fue sólo una jornada, pero este año me animo a ir a más de una, pues hay un cartel variopinto y cuatro escenarios con bandas realmente atractivas más allá de nuestros corazones rockeros.
A pesar de que todo empieza el miércoles 5 un servidor empieza el jueves día 6 con la participación de todo un Rubén Blades junto con la Roberto Delgado Big Band y luego está el inclasificable Rodrigo Cuevas. El día 7 es el motivo por el que todo rockero va a acercarse básicamente porque estarán The Offspring descargando su arsenal de clásicos de punk melódico californiano. Un día completo y ecléctico puesto que si eres abierto de mente y te gustan las guitarras hay cositas interesantes como Alt-J, Viva Suecia, Sidonie, los islandeses Sigur Rós y Franz Ferdinand. Y como guilty pleasure añadiré que iré a ver a Ladilla Rusa…
El sábado 8 hay uno de los grandes cabezas de cartel que son Placebo junto a bandas interesantes como Suu, Antònia Font o Stay Homas. Variedad y fondo de armario estilístico para las tardes y noches de los primeros días de julio en la ciudad condal. Una forma inmejorable de empezar el verano y de estar en un espacio idílico y accesible para todo barcelonés. Y es que a pesar de que el Cruïlla está abierto a todo el mundo, siempre lo veo como el festival perfecto para los que vivimos en la ciudad.