La historia de la música está repleta de artistas que han tenido sus cuatro minutos de gloria. Muchos de ellos gracias a la masiva repercusión de una única creación (el fenómeno bautizado como «one-hit wonder») y los otros, con más mérito, mediante una fértil colección de composiciones, incluidas en uno o varios discos. Y con el tiempo, la mayoría de los pertenecientes a dicho segundo grupo acaban siendo reivindicados o reclamados.
Este es el caso de los escoceses Deacon Blue, especialmente por la impronta que dejaron sus dos primeros trabajos. Con el delicioso y otoñal Raintown (su debut de 1987) captaron, sin prisas ni aspavientos, a buen número de fieles. Un par de años después su siguiente formato, de alegre y optimista aroma y con un título premonitorio (When the World Knows Your Name), les consagró a nivel de ventas y críticas. Por supuesto, también arrasaron y tocaron varias veces en nuestro país. A partir de aquí, por diversas razones (álbumes irregulares, proyectos paralelos, disolución temporal…), su fama se fue diluyendo.
Ahora que se han cumplido tres décadas de su eclosión, vuelven a girar con prácticamente la misma alineación original, con similares aires vigorizantes y rodeados de una notable expectación. Una noche para re-escuchar el elegante pop, rock, soul británico impregnado en exquisitas piezas como “Dignity”, “Real Gone Kid”, “Town to Be Blamed”, “Circus Light”, “Your Town” o “Loaded”.