Desaster es uno de esos grupos que, pese a no haber estado nunca en la primerísima fila de la escena, ha conseguido grabar a fuego su nombre y convertirse en un punto de referencia ineludible para un gran número de aficionados. En definitiva, lo que solemos entender como una banda de culto. Nacidos al albor de la tormenta de metal teutón que emanó de formaciones como Destruction, Kreator o Sodom, Desaster conquistaron su propio lugar con rapidez y desde entonces no han variado ni un ápice su propuesta, ni falta que les hace.
Su thrash metal de corte oscuro, influido en gran medida por el black, ha constituido siempre una opción segura sobre la que apostar y a lo largo de los años se han dedicado a pulir la fórmula como buenos artesanos que hayan dedicado su vida a descubrir los secretos de la forja del acero. Y si el tiempo no ha hecho mella en su música tampoco ha reducido la cantidad de energía que pueden desparramar en directo, con un espectáculo apabullante y sucio surgido de las entrañas del infierno. No sé vosotros pero a mí eso me suena bastante apetecible. ¿Nos vemos por ahí?
Y si aún no estáis del todo convencidos, tal vez tengáis que echarle un vistazo a la lista de teloneros: venidos de las Islas Baleares Golgotha practican una fascinante mezcla de death y doom metal que les ha garantizado una posición privilegiada en la escena underground, y aunque su carrera ha sido poco prolífica cada uno de sus álbumes puede presumir de una calidad fuera de toda duda. Por su parte Omission son bien conocidos en el panorama nacional gracias a una propuesta tan enrevesada como un hachazo directo a la cara: thrash/speed metal teñido de imaginería satánica y sanguinolenta, garantía de directos feroces y sin misericordia. Por último, encontramos como segundos al mando a los portugueses Sacred Sin, veteranos que se han labrado a base de esfuerzo una carrera destacada y cimentada sobre grandes álbumes. En conjunto constituye una combinación devastadora que promete una noche de destrucción total.
Así que ya sabéis, en primera fila para recibir en toda la cara.