Menudo concierto se avecina para la semana que viene… nada más y nada menos que Dream Theater celebrando el que para algunos/as de nosotras/os es su obra cumbre: Metropolis Pt. II: Scenes from a Memory. Los números y otros fans prefieren enaltecer el grandioso Images and Words de 1992, pero claro está que decidir cuál de los dos es el mejor sería un eterno debate. Se habla mucho sobre qué discos conceptuales son los más importantes de la historia y esta maravilla suele aparecer ya en el Top 5 de muchas publicaciones reputadas junto al The Wall de Pink Floyd o el Tommy de los The Who. Dream Theater hicieron saltar la banca cuando en 1999 parieron esta inmensa maravilla jugando con la historia de una regresión hipnótica, precisa y sumamente bella, y encerrarla en el espacio de un único disco. Hubiese sido más fácil dejarse llevar y tirar de minutaje e ideas. El esfuerzo de síntesis no suele recordarse, pero es algo impresionante.
El disco tiene de todo, desde las instrumentales míticas como “Dance of Eternity” pasando por ese inicio tan glorioso como es “Overture 1928”. Nos encontramos también con la belleza de una de las obras cumbres del grupo, la balada “The Spirit Carries On”, y el final de la tragedia en “Finally Free”, en la que hay un colosal solo de batería integrado en la larga composición. Un disco de un nivel insultante en el que a nivel de composición todos participaron con sus partes. Mike Portnoy firmó un brillantísimo “Strange Deja Vu” y Petrucci otra maravilla como es “Through Her Eyes”. La verdad es que todo este disco roza la perfección, y como ya he dicho antes, bebe de los más grandes discos conceptuales de la historia. Una ópera rock en toda regla. Eran grandes tiempos y allí estaba la formación más recordada y querida de los Dream Theater.
Lo presentaron en la ciudad condal en el año 2000 y lo tocaron entero, haciendo sonar primero la banda sonora de Twin Peaks. Siempre que han venido Dream Theater han dejado un altísimo nivel, pero tocaba ya verlos fuera de un festival (se nos hacía corto el set) y en un recinto grande como el Sant Jordi (siempre empequeñecen el Razz). Podremos entrar de lleno en la historia otra vez, pero lo que es mejor es que vienen con un disco nuevo al que darán gran protagonismo. Soy de los que llegaron a desconectar de Dream Theater después de que volara Portnoy, pero Mangini ha demostrado que es perfecto para el puesto, y James LaBrie ha demostrado en los Rock Fests un altísimo nivel de forma. Me gustaría subrayar la calidad de su última obra que un poco me recuerda a los buenos tiempos del grupo, combinando la insultante técnica con unas composiciones tan bellas como pegadizas. Algo al alcance de muy pocos grupos. No hay teloneros, pinta una de las citas del año, y dos días más tarde repiten en Madrid.