Ya se acaba el verano y muchos serán los que ya hayan vuelto a sus particulares realidades, con la cara roja y la mente aún en alguna playa o montaña, cuestión de gustos. Yo por suerte no soy uno de ellos, y todavía me queda un poco más de tiempo de playa antes de volver a la jungla de asfalto. Pero de no ser así, no se me ocurriría un mejor plan que acudir el próximo 6 de septiembre a la cita con Eels, para olvidar por un momento la depresión post-vacacional con su fresh feeling.
Aunque tras presentar The Deconstruction (2018) ya pasaran por la ciudad condal a modo de presentación, aquella vez en la Sala Barts, los de Mr. E vuelven a Barcelona, esta vez a la célebre Razzmatazz para hacernos pasar un buen rato con su sonido aparentemente desenfadado y buen rollero, que no lo es tanto si se profundiza un poco en sus letras y en su autobiografía, la cual se puede leer en el libro Things The Grandchildren Should Know (2007).
Pero más allá de sentimientos, lo que musicalmente transmite la banda del americano es una innegable y extraña sensación de felicidad, entre arpegios melancólicos y a la vez alegres, sintetizadores cargados de pop, todo ello detrás de la rasgada y sincera voz del carismático Mr. E, al que no soy capaz de escuchar sin una inconsciente sonrisa en la cara. Así que ya saben, todos aquellos que quieran alargar el verano un poco más, tienen una cita importante el próximo viernes en Razz contando además con Chaos Chaos como artista invitado, un dúo de indie/synth pop rock formado en EEUU por las hermanas Chloe y Asya Saavedra en el año 2000.
Como rockero nacido en Canarias y en los 90 (¡El Nu Metal mola!), me pasé la infancia luchando en todos los recreos para poner mis discos; “…And Justice For All” siempre era uno de ellos.
En esto del rock desde que escuché por casualidad Deep Purple, a lo que siguió Led Zeppelin y ya no hubo vuelta atrás. Pasión por la música desde niño, prácticamente todos los estilos que derivan del rock, aunque un poco hater con el Glam. Guitarrista amateur, batería frustrado, y con ganas de adentrarme en este mundo como algo más que un hobby.