Los finlandeses Ensiferum se han erigido, a base de trabajo y buen hacer, como una de las bandas más destacadas en el panorama folk / death metal melódico contemporáneo. Después de siete discos (el último de ellos, Two Paths, publicado a finales de 2017), la banda liderada por el guitarrista Markus Toivonen viene lista para demostrarnos que no ha bajado el camino de subida que les llevará, un día u otro, a la cumbre del género. Como ya pudimos ver en la pasada edición del Rock Fest, en el que petaron la carpa y en el que, por cierto, llegaron tarde por quedarse atrapados en el tráfico de la ciudad), tienen el público comiendo de su mano, y ellos responden la mar de bien.
Sin desmerecer las virtudes de los finlandeses, para muchos, y entre ellos me incluyo yo, el gran atractivo de esta gira son Ex Deo, la banda paralela que tienen Maurizio Iacono y el resto de sus compañeros de Kataklysm para dar rienda a su pasión por el Imperio Romano y sus milagros. Con su death metal épico de toques simfónicos, conceptual y lleno de speeches históricos, de momento han repasado las figuras de Rómulo, Calígula y el cartaginés Hannibal en sus tres discos de estudio. Antes de quitarse las armaduras y meterse de lleno en la promoción del nuevo disco de Kataklysm, vendran a nuestros escenarios por tercera ocasión, después de haberlo hecho en 2010 junto a Behemoth, Exodus y Decapitated y en 2013 junto a los escoceses Alestorm.
Cierran el cartel los italianos Wind Rose, con su folk metal teatral de tintes un poco más power que las bandas que le seguirán en el cartel. Formados en 2012, y con tres discos que han sido recibidos con entusiasmo por toda la parroquia folkmetalera, también vuelven a visitar nuestras salas después de que ya lo hicieran en 2015 acompañando a los mismos Ensiferum, que por lo que parece se llevaron un buen recuerdo de la colaboración.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.