De entre todos los concursos que se hacen y se deshacen por las españas (y más allá), el del Wacken es probablemente uno de los más respetados y con más solera. Más de cuarenta países de todo el mundo tienen su propia versión de esta popular batalla de bandas, cuyos ganadores tienen la oportunidad de demostrar de lo que son capaces en un abarrotado escenario en la meca del heavy metal. Grupos como Crisix o In Mute ya han triunfado allí, y una vez más serán ocho las bandas que se van a disputar el privilegio y la responsabilidad de representar a nuestro metal en el festival alemán a través de una final que, como en ediciones anteriores, tendrá lugar en la Sala Upload barcelonesa.
Los miembros del jurado lo van a tener difícil, ya que más allá de la previsible calidad de los directos de todas bandas (que por eso han llegado las ocho hasta aquí), en la Sala Upload tendremos propuestas de todos los colores que se van a tener que saber valorar en su justa perspectiva. Los catalanes Arcanus y Siroll, ganadores de la semifinal Este celebrada en Igualada, son las más decididamente extremas (dando la razón a los que dicen que el metal extremo goza de un estado de salud excelente en Catalunya). Los primeros tiran de una potente mezcla entre groove y death metal, mientras que los segundos aúnan ese mismo groove con thrash e incluso hardcore. Por temas de localización, éstas dos son también las únicas que he tenido la ocasión de ver en vivo hasta ahora, y como el resto se acerquen a su brutal nivel en directo lo vamos a pasar realmente bien.
Los madrileños Eternal Psycho apuestan por un potente metal alternativo en el que la poderosa figura de su vocalista Beka Bioskes tomará un lugar central, mietras que los alicantinos Cain’s Dinasty, sus victoriosos compañeros en la semifinal Centro, aúnan heavy clásico, power metal y metal simfónico en un ambicioso proyecto que rezuma calidad por los cuatro costados. Los ganadores de la semifinal Norte, la primera a celebrarse de las cuatro, fueron Kritter y Drunken Buddha, y mientras los primeros hacen una especie de death metal melódico con aires core y alternativos (a mí me recuerdan un poco a un bandón como Himsa), los segundos apuestan por un hard rock / heavy metal / doom intenso y energético con unos toques de hammond verdaderamente interesantes.
Por último, del sur nos vienen Wild Krash y River Crow. Los primeros tiran de heavy metal clásico, tabernero y lleno de mojo en la vena de bandas como Judas Priest o Accept, mientras que heavy metal, stoner metal y rock alternativo trufan la propuesta de River Crow. Ocho bandas con visiones musicales muy distintas que nos dan una idea de lo que se cuece en el underground peninsular en el día de hoy y que, como digo, pondrán a prueba la capacidad de perspectiva de los miembros del jurado.
El formato de la final, además, es muy dinámico y novedoso, sobretodo para aquellos que no estamos acostumbrados a él. Y es que cada una de las ocho bandas dispondrá de únicamente veinte minutos para demostrar sus capacidades sobre el escenario, una idea que puede resultar divertida y puede ayudar a mantener la tensión en la sala en todo momento. La Metal Battle es un evento diferente que cuenta con algunas de las bandas jóvenes más interesantes del panorama metalero peninsular. Y si eso no es aún un reclamo suficiente para acercarse al Poble Espanyol, quizás el morbo de pensar que quizás parte del futuro del metal está entre estas ocho bandas sí que lo es. Nosotros estaremos seguro.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.