Tras ser condenado a vagar de manera impenitente por desiertos sin elfos ni dragones que le inspirasen canciones, el Power Metal parece haberse endurecido durante la inmisericorde travesía y haber regresado con fuerzas renovadas. El éxito de grupos como Sabaton o Powerwolf ha devuelto a la primera línea de batalla al género mediante una renovación estilística que ha abandonado muchos de los tópicos temáticos e instrumentales que lo anquilosaron, y bajo las alas de estos gigantes ha alumbrado una creciente escena que explora nuevos caminos. Italia de nuevo ha sido un territorio especialmente fértil y ha permitido el nacimiento de un incipiente movimiento de grupos comandados por mujeres como Kalidia o Temperance. De esta nueva generación de bandas de Power Metal, Frozen Crown se han alzado por méritos propios como una de las opciones más interesantes al conjugar de manera notable diferentes elementos y reunir a unos excelentes músicos. El resultado de todo ello fue el interesantísimo The Falling King, debut que atrajo el interés de la crítica y ganó numerosos elogios para el grupo. A la espera de que su nuevo disco vea la luz el próximo mes de marzo, el grupo no desaprovecha el tiempo y girará por la Península para hacerse un nombre y dejar claro que lejos de estar muerto, el Power Metal vuelve a respirar y la sangre de grupos como Frozen Crown alimenta su corazón.
Junto a ellos estarán además los vigueses Atreides, prestos a demostrar que el Power Metal no entiende de limitaciones y puede moverse en territorios estilísticos distintos a los habituales. Consagrados a su personal visión del género, este grupo gallego constituye una propuesta singular y notoria con una enorme capacidad para reinventarse, lo que hace que cada uno de sus movimientos sea objeto de sumo interés y permita mantener su esencia fresca continuamente.
Ante semejante combinación de factores, lo difícil no es buscar un motivo para ir si no una excusa. Así que ya sabes.