Greta Van Fleet son la nueva sensación del Planeta Rock, los ganadores del Grammy al mejor disco de rock y la gran esperanza para que nuestra música vuelva a estar de moda en todo el globo terráqueo. Tenemos la suerte de que vienen a nuestra ciudad, pero ya no hay entradas desde hace meses. Las expectativas están por las nubes, por lo que va a ser un show sumamente importante. Podéis pensar que sí, que van a volver de cara al Doctor Music y el Mad Cool, en julio, pero no va a ser lo mismo. Un show de festival nunca es un show completo, por lo que la oportunidad de verlos este viernes va a ser algo para el recuerdo. Hay que estar allí y podéroslo contar de primera mano.
Estaremos todos de acuerdo que en lo musical su conexión con Led Zeppelin es exagerada, pero es la primera sensación. Relájate y deja que temas como “Age of Man”, “When the Courtain Falls” o las primerizas “Highway Tube” o “Safari Song” te golpeen en lo más hondo. Hay sinceridad y magia en su música, nacida del corazón de Detroit en Frankenmuth, el seno de una familia rural con tres hermanos que han quemado los discos antiguos de sus progenitores. Tienen apenas 20 años y les queda toda la vida por delante. Tienen ganada media escalera hacia el cielo, por lo que van a tener que confirmar expectativas en el Sant Jordi Club, y ya os aseguro que va a quedar pequeño ese inmenso local. Bandas como Jet o The Darkness también llegaron a crear unas expectativas enormes con su rock retro, pero se nos quedaron a medias por mucho que les sigamos disfrutando.
Son un fenómeno global que empezó de forma muy acorde con los tiempos que corren. Primero triunfaron en la red de redes, incluso antes de grabar un disco. Sus primeros pasos quedaron inmortalizados en From the Flies de 2017 pero las prisas no les han supuesto problema alguno. Para muchos Anthem of the Peaceful Army, ya un disco completo, es el álbum del pasado 2018. Aquí reside gran parte de mérito… Unos imberbes capaces de grabar un disco de rock 70 de calidad enorme y en tiempo récord. Todo apunta a que la historia de los alemanes Kingdom Come no va a repetirse y que Greta va a seguir escalando hacia la cima. Curiosamente ganaron un solo Grammy, pero recordemos que estaban nominados para otros tres: mejor artista novel de rock, mejor canción de rock y mejor actuación de rock.
Los hermanos Kiszka están ante el reto de sus vidas, y si echo la vista atrás no recuerdo a ninguna banda con el potencial, la bendición de prensa ni la del negocio a una edad tan temprana. La voz de Josh es capaz de transmitir muchas sensaciones sobre los riffs de Jake. La base rítmica la completa el tercer hermano Sam Kisza al bajo (y teclados) y el amigo de la familia Danny Wagner a la batería. EL viernes veremos si estamos ante algo realmente grande.
Acompañarán a los de Detroit Ida Mae, un rock muy personal a dos voces, masculina y femenina.