En su reciente compromiso con el espectro musical más rockero (recordemos que en los últimos tiempos hemos visto en esta sala a Soziedad Alkoholika, a Crim con La Inquisición y compañía o a la primera edición -que ya os avanzamos que no sera la última- del Granollers Metal Meltdown que co-organizamos desde esta revista con Vita Imana, Bellako y Blaze Out), la gente al mando de la Nau B1 de la capital vallesana sigue apostando por meter la ciudad en el circuito y llenar su espacio con algunas de las mejores propuestas rockeras y metaleras del panorama estatal.
En el horizonte, y tras dos inevitables posposiciones, los madrileños Toundra presentarán por fin aquí su nuevo disco Hex a mediados de enero, mientras que ahora pondremos punto y final a los últimos coletazos de las estrictas restricciones que ha sufrido el sector cultural en estos últimos meses con la visita de los también capitalinos Hamlet, todo un clásico ya gracias a sus más de dos décadas de exitosa y respetada carrera como bandera del metal alternativo dentro de nuestras fronteras.
Durante este año y medio de stand-by conciertil, las bandas que han querido seguir teniendo presencia sobre un escenario se han visto obligadas a reinventarse a sí mismas y a su propuesta escénica, recurriendo a streamings de corto recorrido, a invenciones desde el local de ensayo, a coitus interruptus en forma de concierto «normal» con distancias, sillas y mascarillas o, en algunos casos, a reinterpretar su catálogo para hacerlo más acorde y disfrutable a las circunstancias que nos han rodeado (y que, por suerte, parecen empezar a quedar atrás) en estos últimos meses.
El caso de Hamlet, al igual que otras bandas como Talco, se corresponde a estos últimos. Entendiendo que resultaria extraño, complicado y antinatural meter la caña que habituan ante un público inamovible en sus distanciadas sillas, han optado por agarrar parte de su cancionero y adaptarlo para un set acustico. Novedades como «No sé decir adios» o «Salvajes» se mezclan con clasicos como «Desaparecer», «Imaginé» o «Para toda una vida» con el intento de ofrecer una version totalmente distinta y no menos interesante de lo que solemos conocer de ellos.
Su energía y solvencia en directo está fuera de toda duda, y las últimas veces que les hemos visto, ya fuera en Barcelona, en Sant Feliu de Codines o en el RockFest, el quinteto madrileño nos ha volado la cabeza. Seguro que su versión acústica tiene un rollo muy diferente y ahonda mas en su vertiente emocional, pero creo que el hecho de poder disfrutar, quizás por última vez (y por primera en Catalunya) de unos Hamlet desenchufados y tranquilos antes de que suelten de nuevo a la bestia y se lancen a sus habituales conciertos eléctricos. es un reclamo más que suficiente para que nos perdamos su vista a Granollers el día 23 de octubre.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.