Bueno, a ver si a la tercera va la vencida…
Os recompartimos la previa del concierto de Helloween y HammerFall que debió ser pero no fue.
¡Por fin! Un año, más o menos, hemos tenido que esperar para este concierto, posiblemente el que será el mejor del año. ¡Puto Covid!
Vuelven las calabazas. Vuelven con su mega line up, con el actual líder y con uno de los mejores cantantes de la historia metalera. Vuelven con Dios a la guitarra y con el que mantuvo vivo (a veces asistido por máquinas respiratorias) al monstruo, y yo estoy enormemente contento.
Su último trabajo, de hace ya un par de años, fue lo mejor que han parido en, al menos, 20 años. Vuelve a recuperar la esencia de aquellos primeros discos tan pivotales y determinantes en la escena y en la vida de tantos, entre los que me encuentro.
Hasta ahora venían, en Barcelona, a la sala Razzmatazz, la grande. Cómo debe ser el hype para que los hayan pasado al Sant Jordi Club, ¿eh? Y no es para menos, sabiendo lo que hicieron en su gira de reunión, tanto en Madrid como en el Rock Fest. La gente tiene ganas de «I Want Out» y «Dr. Stein», sí, pero también de «Out for the Glory» y «Skyfall». ¡Puede ser glorioso!
Esta vez vienen acompañados nada más y nada menos de que de HammerFall, grupo de Razz grande. Como vemos, no es una gira cualquiera ni de bandas (o teloneros) de segunda fila. Puede ser, perfectamente, la gira del año.
¡Qué putas ganas!
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.