Siempre resulta triste asistir al final de algo. El peso de las memorias cae sobre nosotros como una losa y el cúmulo de recuerdos acumulados estrangula la alegría que podamos sentir al contemplar por una última vez la experiencia languideciente.
Sin embargo conviene arrancar la gélida mano que nos aprisiona y tragar una amplia bocanada de aire fresco que nos permita inhalar la emoción última de quien dice adiós tocando la gloria. O, dicho en cristiano, mandar a tomar por culo la tristeza y darlo todo para despedir al que durante algunos años ha sido el mayor festival de música metal de Zaragoza: el Iberian Warriors Metal Fest. Una cita que, a lo largo de sus demasiadas pocas ediciones, ha traído a lo mejor del metal extremo a la ciudad de los leones.
Sería necesario un artículo más extenso que esta humilde previa para desgranar la gran labor realizada durante este tiempo por un festival que, desde su modesto nacimiento, ha luchado por asentarse y crear un evento con personalidad propia, que acogiese a todos aquellos que buscasen algo diferente. Un festival que luchó por traer a grupos de culto difíciles de ver en el circuito habitual de conciertos, o grandes nombres de la escena extrema que no acostumbraban a dejarse ver por España. Artistas de la talla de Suidakra, Ereb Altor, Rotting Christ, Tyr, Kalmah, Skyclad, Hell, Cruachan, Memoriam o Bölzer han tocado bajo la égida del festival y han contribuido a escribir una historia digna de recordar.
Y para este último capítulo, han querido contar con unos protagonistas a la altura del relato que se narra. Y por ello auténticas leyendas como Taake, Pestilence y Entombed A.D. destrozarán los escenarios en medio de una tormenta de furia devastadora que promete ser apoteósica. Junto a ellos, grandes invitados tales como El Altar del Holocausto, Gaerea, Balmog, Northland o Unbounded Terror se sumarán a la batalla en la que promete ser un último grito de guerra capaz de oírse en todos los rincones de la Tierra.
Si la siguiente edición ha de celebrarse en el Infierno no es problema, porque allí acudiremos.