Son varias razones las que me hacen esperar el próximo 21 de septiembre con muchas ganas. No solo que Johan Fahlberg fuese la primera persona que entrevisté para Sciense Of Noise, tampoco que sus conciertos suelan ser una gran fiesta, como la del año pasado en el Ripollet Rock. Es que además de todo eso, su último disco, Devil’s Gift (2018) es todo un señor trabajo de hard rock melódico.
Los alemanes no gozan, en mi opinión, de la popularidad que merece su larga carrera (doce álbumes de estudio) y la calidad de sus temas, por ello deben tocar en salas más bien pequeñas, en este caso la RockSound barcelonesa. Pues mira, más en familia estaremos, más comunión banda-fans habrá y, seguro, mejor nos lo pasaremos. Al menos eso fue lo que ocurrió hará cosa de un año por el norte de España.
La música de Jaded Heart no tiene misterio ni grandes pretensiones. Es, como ya se ha dicho un poco más arriba, hard rock melódico de toda la vida. Divertido, a veces cachondo a veces más serio, pero siempre con su propio sello. Incluso cuando hacen versiones tan rematadamente buenas como el “Paid My Dues” de Anastasia.
No sé vosotros, pero yo pienso estar en primera fila viendo como Falhberg, Müller y compañía me sacan una sonrisa.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.