Las buenas gentes de Zaragoza deberían ir preparándose, porque cuando el viernes 8 amanezca nada asegura que la ciudad vaya a seguir en pie. Y no, los franceses no van a invadirnos de nuevo (esos bastante tienen por ahora con luchar contra su propio gobierno). De lo que estamos hablando es de la visita que los finlandeses Korpiklaani harán a la capital maña, lo cual constituye una de las citas metaleras más importantes del año en la agenda aragonesa. Gracias a sus odas al alcohol, la juerga y la diversión el grupo se ha convertido en uno de los representantes más importantes del Folk Metal, y cada uno de sus directos constituye una fiesta sin fin parangón en la que priman la alegría y el desahogo. Los problemas, las penurias y cualquier mal que nos aflija se quedan fuera. Tú estás ahí para divertirte, y el mundo que espera mientras tanto. No vienen a salvar al mundo, pero sí a salvarte de él durante un rato, y eso es más que suficiente.
Pero si a alguien se le queda corto esto, no hay de qué preocuparse, tenemos más: junto a Korpiklaani tenemos a sus paisanos Turisas, representantes de una corriente más épica dentro del Folk Metal que permitirán liberar al guerrero que llevamos dentro y viajar con ellos cientos de años atrás, a la época en la que el mundo temía a los demonios del norte. Y por último, los noruegos Trollfest emergerán de los umbríos bosques escandinavos para arrasar el Centro Cívico Delicias con la que será la propuesta más bruta de la noche, una bizarra y excelente combinación de melodías folk con el rugido de los atroces trolls.
Como veis, se augura una noche en la que los índices de alcoholismo se dispararán y el orden social se vendrá abajo entre botellas de vodka y pintas de cerveza. Si lo que vendrá después será una sociedad tipo Mad Max en la que en vez de por la gasolina nos pelearemos por las botellas de alcohol que queden no lo sé, pero seguro que nos echaremos unas risas mientras lo averiguamos.
