Supra, Saratoga, Stravaganzza, 037 y finalmente como Leo Jiménez, no podemos obviar que se trata de un alma inquieta que no se estanca en un estilo en concreto. Pero por si fuera poco, no podemos olvidar su sublime interpretación de Jesús de Nazareth en Jesucristo Superstar bajo la batuta de su inseparable Pepe Herrero (algo que desde aquí, arrodillado, suplico que vuelva a repetir), las colaboraciones con su idolatrada Mónica Naranjo o grandes bandas del panorama estatal. Con este historial, el bueno de Leo va a tener complicado confeccionar un ajustado setlist para los conciertos programados de este 2024, que no son pocos, a los que hay que sumarle su participación en el Leyendas y el Z! Live.
Fuerte como La Bestia que es (así lo atestigua el apodo y el tatuaje que decora una parte de su cuerpo) vuelve recuperado de la intervención en sus cuerdas vocales, que según sus propias palabras, no se encuentra en plena capacidad como años atrás. Nadie lo diría viendo el retorno a la actualidad con sus nuevos temas o la colaboración con Saratoga en el directo editado el pasado año.
Los Leo vuelven a la actualidad con cambios en la formación tras la marcha de Edu Fernández y Antonio Pino, incorporándose Patricio Babasasa y Cristian Juárez al bajo y a la guitarra respectivamente.
Como viene siendo habitual, no solamente tendremos la presencia de Leo a la voz, pues lo acompañarán a los guturales Tony Mero o Korpa además de las anunciadas colaboraciones de otros amig@s como los ex Mägo de Oz Zeta y Patricia Pacheco.
Siempre es un placer ver a Leo sobre un escenario o en las distancias cortas, pues transmite autenticidad y sinceridad. Directo y sin artificios se dejará la piel en cada concierto, por lo que la celebración de sus 30 años de carrera es una oportunidad inmejorable de verlos en la cercanía de las salas antes de los festivales veraniegos. Yo no dejaría que me lo contaran. Nos vemos, cerveza en mano, para brindar por muchos más años de carrera.
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.