Los noruegos Leprous habrán venido a Barcelona unas dos mil veces en los últimos años, pero a pesar de ello cada vez consiguen llenar una sala más grande y su concierto se anticipa como un pequeño evento. La verdad es que no hay para menos: la banda liderada por Einar Solberg sigue creciendo, inexorablemente, año tras año y disco tras disco, y que el amor que siente por ellos el público barcelonés y, en extensión, el catalán y el español se solidifica y extiende a cada nuevo encuentro, desde esas primeras visitas abriendo para Therion o Amorphis, a conciertos ya míticos del imaginario popular reciente de la ciudad como son sus dos visitas al Be Prog (especialmente la última) o su memorable actuación en el AMFest de, creo, 2016.
En esta ocasión, el quinteto (bien, sexteto, porque el violoncelista Raphael Weinroth-Browne les acompañará en esta gira) estará presentando su nuevo y polémico Pitfalls, un disco en el que han roto el saco de la creatividad y del riesgo y se han desmarcado con bastante decisión del metal progresivo, preciso y matemático que las había caracterizado hasta hace casi nada. Aún así, los aficionados a la banda parecen habérselo tomado a buenas, quizás porque la banda ya genera un nivel de devoción y admiración a día de hoy que todo el mundo se los mira con ojos esperanzadores y positivos.
Como os podéis imaginar, las canciones de este Pitfalls (y también de Malina) tomarán el máximo protagonismo en detrimento de su producción anterior, pero es que Leprous no se entendería si no fuera como una banda en total y continua evolución. Sea como fuere, la calidad y la intensidad de su directo está fuera de toda duda a estas alturas, y personalmente he salido con la mandíbula en el suelo en todas y cada una de las cuatro o cinco veces que les he visto hasta ahora (diría que la última junto a Agent Fresco fue, incluso, la que menos me impresionó), así que no es muy arriesgado aventurar que en esta nueva visita a nuestros escenarios nos van a volar la cabeza de nuevo.
Por si fuera poco, acompañándolos en este viaje tendremos a otra de mis bandas favoritas. Porque los alemanes The Ocean quizás no tienen un reconocimiento masivo, pero llevan unos cuantos años sacando discazos poco menos que impresionantes. Si el anterior Pelagial fue, a mi juicio, el mejor disco que yo escuché en 2013, el más reciente Phanerozoic I: Paleozoic me ha vuelto a poner totalmente palote. Su mezcla entre sludge, hardcore, metal progresivo, post metal y unas cuantas cosas más es sencillamente único, y sus directos son (como podrán certificar todos aquellos que ya les han visto) un auténtico pasote. Es posible, por cierto, que a día de hoy The Ocean no peguen del todo como teloneros de los actuales Leprous, pero como me dijo el propio Einar Solberg cuando hablamos de ello, ¿a que cuando vas a cenar a una pizzería no pides una pizza pequeña como entrante? Pues eso.
Para completar el cartel tendremos a Port Noir, una banda que empezó como un combo progresivo moderno y oscuro pero que ahora se ha desatado con un rock alternativo que mezcla art rock, hip hop, dream pop e incluso R&B. No sé si el cambio ha sido del gusto de todos sus fans, pero lo que está claro es que los suecos, al igual que ocurre con los cabezas de cartel de hoy, no tiene ningún miedo a experimentar ni a escaparse de lo que se espera de ellos. Una banda muy interesante a la que tengo notable curiosidad para ver en directo.
El resumen de todo esto es claro: si os gustan el rock y el metal valientes y de vanguardia y, además, disfrutáis de que os vuelen la cabeza con directos de la hostia, muy probablemente no deberíais perderos esta gira. Yo no pienso hacerlo en absoluto.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.