Durante este mes de octubre que se acaba y el de noviembre que está por llegar, disfrutaremos de un ciclo de conciertos que gustará a los amantes de la música indie, a los punk rockers, a los enamorados del pop-rock català e incluso a los incondicionales de la música gipsy y balcánica, entre otros. Así se nos presenta ante nosotros este Cruïlla 2.0, la continuación otoñal del célebre festival barcelonés.
Este año ya sabemos qué haremos la noche de Halloween… perdón, de la Castanyada. El día 31 de octubre la Sala Razzmatazz acogerá el concierto de Mafalda, uno de los grupos más reivindicativos de la escena estatal actual, que mezcla con la misma facilidad reggae, ska, metal y hardcore. Un coctelera explosiva que no te dejará indiferente.
Además, con la misma entrada bailaremos al ritmo de Tremenda Jauría, el grupo que nos demuestra que el reggaeton puede ser contestatario y feminista. Les tenemos de vuelta en el Cruïlla de Tardor, tras su bolo de hace dos años junto a La Sra. Tomasa en la Salamandra de l’Hospitalet de Llobregat.
Mafalda
Mafalda es un grupo de música combativa nacido en 2010 en el País Valencià, compuesto por nueve músicos procedentes de diversas poblaciones de la zona del Túria.
Hasta la fecha, han publicado cuatro álbumes: Música Basura (2012), Nos Deben una Vida (2014), La Última Vez que te Escucho (2016) y Palabras Forman Caos (2018).
Con menos de un lustro de historia musical, el nombre de Mafalda se ha convertido en parte de nuestra lucha e implicación política como pueblo combativo, alerta y, por encima de todo (y de todos), siempre en lucha. Fusión a plomo de música ska, reggae, funk y hardcore, dando como resultad algo que ellas llaman reggaecore.
Anticapitalistas, antifascistas y feministas, su música siempre es directa, política y sin medias tintas. Coherentes en su mensaje, impredecibles en su sonido. Mafalda son activistas que usan la música para deconstruir todo lo que nos imponen desde que nacemos. Es tiempo de canciones, es tiempo de batallas.
Tremenda Jauría
Tremenda Jauría es un grupo musical de Madrid formado por dos chicas y dos chicos que fusiona cumbia-punk, reggaeton combativo y música electrónica. Esta mezcla original de estilos musicales crea un estilo popular que llaman cumbiatron o electrocumbia. El grupo ha colaborado con artistas como Kumbia Queers, Sara Hebe y Zoo.
Hasta la fecha, han publicado tres álbumes: Mordiendo (2016), Tol Deskaro (2017) y Codo con Codo EP (2018).
Este proyecto musical proviene del activismo social y de proyectos políticos compartidos. Además, tres de sus miembros han vivido juntos durante algunos años. Dos de ellos han trabajado profesionalmente en el mundo de la música con diferentes artistas.
Las identidades de los participantes son anónimas. Cuando realizan conciertos, inicialmente llevan máscaras en sus caras pero se las quitan antes de cantar. Su género de canciones se afirma que es reggaeton feminista, a menudo tratando de alejarse de la fama mágica de este género tan maldito. Precisamente, uno de sus objetivos es luchar contra el prejuicio del reggaeton. De hecho, utilizan el tan maldito Auto-Tune en muchas de sus composiciones a ritmo de «Auto-Tune para la gente».
Sus letras versan sobre el compromiso social y político con el feminismo y el anticapitalismo. Tremenda Jauría es una manada de perras salvajes que aúllan y rugen en pleno corazón de Madriz… así, con «z».
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.