Dos años y pico sin conciertos, y el primero que llega en tanto tiempo es el de los madrileños Mägo de Oz. O una banda que se les parece, ya que del grupo original sólo queda el batería Txus y el violinista Moha. El resto, a priori (y con la excepción de la voz), son cambios a mejor en cuanto a técnica y capacidad. Pero ahora tienen que demostrarlo. Demostrarlo aquí, porque por América Latina ya lo han hecho.
Vienen presentando sus últimos trabajos, Bandera negra (2021) e Ira Dei (2019) casi tres años después de que saliera. ¡Cuánto daño ha hecho el Covid a los amantes de la música en directo! Si leéis la reseña, el disco dejó muy buenas sensaciones, y la elección de la sala Razzmatazz, una de las más grandes de la ciudad condal, es buena muestra de su popularidad (aunque creo que podrían haber tocado en algún recinto algo más grande).
Ni el grupo ni sus directos deja indiferente a nadie. La última vez que les vimos, en La Mirona gironina, celebrando su 30º Aniversario poco antes de sacar su último disco, ya dejaron buenas sensaciones, así que es de esperar que esta vez, con un set list más adecuado, con lo que se supone que son mejores instrumentistas y con el mono de música que tenemos todos, la fiesta, pagana o no, lo pete por todo lo alto. ¡Nosotros allí estaremos!
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.
