En solo un par de días, este próximo sábado 12 de noviembre, los sonidos crudos y áridos de Matote y Medussa se darán cita en la sala Almo2bar de Barcelona, todo por gentileza de la gent maca de Nafra Records.
Medussa es un proyecto de música instrumental con influencias basadas en los estilos de los se han nutrido y se nutren sus miembros, en el que confluyen el Southern rock, stoner, black metal, death metal, heavy metal, crust, post-metal, post-rock; casi nada. La banda, fundada en Santander hace ahora 10 años, está compuesta por Juan Gutiérrez y Fernando Navarro a las guitarras, Alfonso Borbolla al bajo y Javi Arias a la batería. Su primer disco, Ocho, fue publicado en 2014. Un par de años más tarde veía la luz 100 millones de años (2016). Ya con un sonido más orientado hacia el post-metal, publican en 2018 La palabra ha muerto. Muchos ensayos después, unos cuantos directos y una pandemia, el grupo graba y edita su último LP hasta la fecha, Xibalbá (2022), un disco donde ya no quedan casi las partes limpias y acústicas que abundaban en los primeros discos y la distorsión de las guitarras lo impregna todo.
Matote nace en 2012 en Badalona, formada por los hermanos Raúl y Román Castillo, bajo y guitarra respectivamente, y Daniel Cifuentes, guitarra. Desde el principio, las influencias setenteras, stoner, metal y la pasión por el cine son un punto de partida bastante firme que definen a la banda. Hasta la fecha, han publicado dos EP’s y un álbum completo, y se les ha visto tocando junto a bandas como Udol, The Mothercrow o Gyoza. Actualmente, están trabajando en un nuevo disco en los Farm of Sounds, propiedad de Eloi Boucherie de Vidres a la Sang.
Así que ya lo sabéis. Tenemos una cita este sábado. ¡No faltéis!
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.