Somos unos auténticos privilegiados pues los Nashville Pussy, siempre que tienen ocasión, acercan sus poderosos culos sureños a nuestros escenarios. Es igual si es verano, invierno u otoño, el matrimonio formado por Blaine y Ruyter sigue como el primer día. Se suben a un escenario y lo dan todo durante una hora y media de show en el que sangre, sudor y lágrimas son vertidas y combinadas con un buen bourbon. Nunca han buscado ni la originalidad ni han intentado salvar el rock n’ roll, pero, diablos, saben perfectamente lo que se hacen: entretener como nadie a base de rock n’ roll.
La última vez que les pude ver fue en octubre, concretamente en el festival Calella Rock y os aseguro que fueron protagonistas de la noche. Son una apisonadora sónica y la formación actual (siempre paritaria) es una de las mejores que han tenido en muchos años. En esos días presentaban su nueva obra Pleased to Eat You y la verdad es que siguen en la misma gira, dando visibilidad a su nuevo disco. Hace pocos años también sacaron otro brillantísimo disco recopilatorio Ten Years of Pussy en el que daban cabida a sus grandes himnos, temas en directo y colaboraciones con músicos de la talla de Danko Jones o Lemmy Kilminster. Nashville Pussy siempre caen bien y se han movido siempre con la realeza del rock, siempre respetados por su inigualable forma de encarar los directos.
Musicalmente han conseguido un estilo único y totalmente reconocible. Pero la gracia es que lo consiguieron ya desde el primer disco, Let Them Eat Pussy, una obra con una portada y títulos tan explícitos como polémicos… pero muchos de esos himnos perviven hasta día de hoy en sus conciertos. Ese disco fecha de 1998… ¡Cómo pasa el tiempo! Su irrupción fue toda una gran noticia, y ya en esos tiempos, vinieron a la península con su pose sexy y animal, todo bien rociado de whisky sureño. Blaine Cartwright sigue poseyendo esa mirada de red neck descerebrado, pero siempre cumple y canta como un poseso haciendo caminar a la banda. Su mujer es un ciclón con patas capaz de dejarte impresionado de cómo se puede tocar la guitarra estando a 1000 revoluciones por minuto. Completan la formación la bajista Bonnie Buitrago y el baterista Ben Thomas.
Al concierto de Barcelona este próximo lunes día 1 de julio le sumamos otro en Madrid el posterior día 2 de julio en el Gruta 77. Su legión de fans que siempre les sigue no faltará a la cita, y si todavía no les conoces, es una oportunidad perfecta para hacerlo.
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
