Ya sé que el domingo es un día para ir a la playa, piscina o bien estar en casa, en estado vegetativo en el sofá y con el aire acondicionado, viendo cualquier serie random. Pero si estáis un poco hartos de esto o deseáis alguna cosa diferente, más cañera y queréis vivir una tarde/noche inolvidable, os animo a venir el 28 de julio en la Sala Bóveda, no os arrepentiréis.
¿Y por qué? Pensaréis… Pues muy fácil, Bloodhunter abrirá la velada con su death metal melódico directo a la yugular. Si señores, nada de death azucarado, sino del rabioso, del que deja las vértebras destrozadas hasta el punto de notar como crujen la mañana siguiente. ¡Pero un momento! Sabemos que con Diva Satánica y compañía tenemos la noche asegurada, frenética y caldeada, pero sé que muchos de vosotros queréis más, ansiosos de que Bóveda se convierta en un infierno…
Después del melodeath de l@s galleg@s, entrarán a la palestra ni más ni menos que el power trio brasileño Nervosa. Sus espectaculares y potentes directos no tienen desperdicio. Yo no soy muy fan del thrash de toda la vida, pero lo que hacen estas tres chicas es brutalísimo. Están en esa delgada línea que separa el thrash con el death y sinceramente, me engancharon la primera vez que las escuché. Ritmos destructores y riffs más afilados que la katana de un Samurai. O sea que no hay excusa para ir a la magnífica sala como es Boveda y gozar de una noche de metal extremo, del bueno y todo sea dicho, contento por ver cada vez más componentes femeninos en grupos de metal, eso es bueno joder. Que ni nosotros somos solo caballeros ni ellas solo princesas. Por cierto, yo ya tengo el plan hecho y mi visita en La cervecita nuestra de cada día, no va a faltar. Un local lleno de surtidores de cerveza artesana y muy cerca de donde disfrutaremos de Bloodhunter y Nervosa. ¿No os convence la idea? ¡Venga hombre!
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.
